LaNavidad es un tiempo que Cesaria Illescas Gonzáles, mejor conocida como Chepita, espera todos los años. Pero, cuando las lluvias e inundaciones afectaron su tierra y cultivos, la cena navideña pasó a un segundo plano.

Bolivia es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático en Sudamérica. En febrero de este año, el gobierno declaró emergencia nacional dado que más de 80 municipios habían sido afectados por las inundaciones.

Entre Ríos, el municipio en donde se encuentra la comunidad de Chepita, Moreta, no se salvó de los estragos del paso del agua.

La mayor parte de los ingredientes de la picana, una sopa tradicional boliviana para Navidad consiste en cordero, gallina criolla, pato y carne de res. Además de la proteína, incluye una variedad de vegetales y especias que crecen en el terreno que Chepita siembra. Lamentablemente, los impactos de las lluvias de este año, agravados por el cambio climático, dañaron severamente sus cultivos.

Cada año para el 24 de diciembre, cerca de 30 familiares en Yacuiba, Tapacarí y Santa Cruz alistan las maletas y llegan a Moreta, a la casa de Chepita, a cocinar la tradicional cena navideña: picana. La mayoría ayuda cocinando, no sólo porque es un plato que toma tiempo, sino para compartir el único momento del año en que están juntos.

La huerta de Chepita es un ejemplo de la rehabilitación o restauración de activos gracias al programa de “Alimentos por Activos “. Otros activos incluyen sistemas de agua, defensa fluvial, carreteras, pastizales y más, todo para aumentar la capacidad de recuperación de familias, como la de Chepita, ante futuros evento climáticos. Foto: WFP/Sergio Bastani

Como parte del trabajo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas en Bolivia, Chepita fue una de las 12.000 personas que tuvo la oportunidad de reconstruir su comunidad y su municipio a cambio de transferencias económicas. Esto incluyó poder rehabilitar su terreno para poder volver a sembrar.

Con estas transferencias, las familias pudieron cubrir sus necesidades básicas, desde productos de limpieza hasta alimentos, mientras rehabilitaban sus terrenos para hacerlos producir nuevamente. Para Chepita, los productos no sólo sostienen económicamente a su familia: son ingredientes clave para que la picana sea exacta a la receta que su mamá le había enseñado hace años, antes de fallecer.

En este tipo de operaciones para ayudar a familias afectadas por emergencias, WFP también contrata los servicios de tiendas locales para que las personas pueden realizar sus compras y de paso incentivar la economía local.

Un deseo de Navidad

Cuando el reloj marque las 12 en la Nochebuena, Chepita y su familia se abrazarán después de haber compartido la rica cena que prepararon juntos. Todos pedirán un deseo.

Cuando le pregunté a Chepita sobre su deseo de Navidad para este año, ella respondió: “Espero que nada me falte, ni si quiera las buenas ventas de mis cultivos para cubrir las necesidades de mi familia y tener ahorros a futuro. Además, deseo que el próximo año las lluvias ya no nos golpeen tanto, como ha estado pasando en los últimos años”.

¿Cuál es tu deseo para esta Navidad?

Nota publicada en WFP – Programa Mundial de Alimentos, reproducida en PCNPost con autorización.

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