“Estamos viendo que la nueva filantropía tiene un verdadero potencial para impactar en la educación y aprovechar las nuevas tecnologías y los mecanismos de financiamiento al hacerlo”, dijo la panelista Lara Patil de NORRAG, una plataforma internacional de intercambio de conocimientos.
Sin embargo, la Nota de Política de netFWD mostró que, a pesar de la creencia común de que los inversionistas filantrópicos toman riesgos, parece que de manera general son cautelosos, y muchos aún invierten a través de grandes organizaciones, como el Banco Mundial o UNICEF. Del mismo modo, la creencia de que las contribuciones no están destinadas a fines específicos carece de fundamento, ya que el financiamiento básico es una excepción. Los compromisos a largo plazo son, en promedio, compromisos de solo 3 a 5 años. Por otro lado, muchas fundaciones también implementan o diseñan sus programas al asociarse con gobiernos. Sin embargo, un desafío clave destacado por la Nota de Política de la OCDE es la necesidad de que las fundaciones evalúen sus actividades y compartan información sobre ellas.
Prachi Srivastava , profesora asociada de educación y desarrollo internacional de la Universidad de Western Ontario, actualmente está mapeando la escala del fenómeno y las tendencias emergentes en Asia y el Pacífico y recalcó la falta de datos y transparencia como un desafío clave para su trabajo. “Existe una tensión fundamental entre el deseo de que el sector sea menos opaco y las barreras inherentes a las estructuras de transparencia y responsabilidad dentro de las propias fundaciones. Necesitamos más transparencia y discusiones más informadas sobre cómo se encamina el dinero (filantrópico)”.
Una segunda recomendación fue una mejor coordinación entre las fundaciones. Andrew Cunningham, Responsable Mundial para la Educación de la Fundación Aga Khan, mostró cómo su trabajo consistía en trabajar con escuelas de diez países y con una coalición de fundaciones. Esta coordinación contribuye a proporcionar fondos flexibles para ampliar el acceso a la educación, medir mejor los resultados del aprendizaje, capacitar a los maestros y líderes escolares para brindar una educación de calidad, y aprender de su propio trabajo en el terreno, dijo.
La Nota de Política también mostró que el financiamiento filantrópico se concentra en la educación superior. Olaf Hahn, Vicepresidente Senior de Desarrollo Estratégico de la Fundación Robert Bosch, describió los programas de la Fundación Bosch para fortalecer la educación superior de calidad en África y abordar las barreras sistémicas, incluyendo la capacitación en liderazgo, la falta de recursos y la lucha contra la corrupción. En un contexto en el que muchos gobiernos carecen de datos completos sobre la facultad, o la capacidad de modelar el crecimiento anticipado y la demanda en educación terciaria, la Fundación apoya a socios universitarios a recopilar datos para analizar la demanda actual y futura en las instituciones de educación superior en todo el continente.
Una discusión animada planteó preguntas sobre cómo puede aprender la educación de las experiencias de la salud global, sobre las tendencias que necesitan más análisis, y sobre los desafíos de política que necesitan recomendaciones claras. “Estamos viendo que las organizaciones filantrópicas incorporan lógicas comerciales cada vez más, difuminando las líneas entre las ganancias y los propósitos sociales, utilizando la tecnología en su trabajo y buscando tener un impacto a escala”, advirtió Patil en el evento.
Estas brechas de conocimiento y estas advertencias definen el contexto de futuras colaboraciones entre el Informe GEM y la netFWD. Pronto se lanzará una consulta en línea pidiendo su opinión sobre todos los temas relacionados con los actores no estatales en la educación. Esperamos que nos dejen saber lo que piensan.
Nota publicada en el Blog de la Educación Mundial de la UNESCO, reproducida en PCNPost con autorización
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