Por: Mandy Rich
¡Los niños son científicos por naturaleza!
La buena noticia para las madres y los padres es que los niños aprenden la ciencia de manera natural. Los niños y las niñas pequeños siempre están experimentando: cuando tiran objetos al suelo, salpican agua en la bañera o hacen rodar una pelota, están explorando y aprendiendo cosas del mundo que los rodea. Aunque lleves un tiempo desconectado de la ciencia, hay muchas formas de guiar a tus hijos para que hagan nuevos descubrimientos. Te presentamos algunas ideas para ayudar a tus pequeños científicos.
Déjales llevar la iniciativa
Fíjate en lo que les despierta interés de manera natural. Intentarán resolver problemas por sí solos, por ejemplo, tratar de encajar un puzle de distintas formas. Dales espacio para encontrar soluciones, pero permanece atento por si se atascan. Por supuesto, si la situación se vuelve insegura en algún momento, es importante intervenir para ayudarlos.
Hazlos reflexionar
Invítalos a reflexionar sobre lo que ocurre cuando juegan y hacen experimentos. Por ejemplo, puedes aprovechar la hora del baño para observar qué objetos flotan y cuáles se hunden. Hazles preguntas para animarlos a profundizar en su comprensión: “¿por qué crees que ese juguete se ha quedado en la superficie y el otro se ha hundido?”
Pasa tiempo con ellos al aire libre
¡En el exterior hay muchas cosas por descubrir! Pasea con tus hijos y habla con ellos de los animales que vean, el tiempo que hace y las plantas que estén floreciendo. También pueden tocar con delicadeza las hojas y las piedras, escuchar los sonidos de los animales y describir las sensaciones que esas experiencias les despiertan. Pregúntales por qué creen que las hojas y las flores tienen colores y aromas diferentes. También puedes intentar hablar con ellos sobre el tiempo: “¿hace sol o está nublado?” Esto contribuirá a que se interesen por el entorno natural.
Fomenta su curiosidad
Muéstrales a tus hijos distintos objetos, como hojas, caracolas, piedras o tejidos suaves. Invítalos a sentirlos y explorarlos. Expliquen en qué se parecen o se diferencian. Esto les generará curiosidad y los animará a indagar en conceptos como la forma, el tamaño y la textura. También puedes intentar hacer lo mismo con los alimentos: “¿Es dulce o amargo?” “¿Es suave o crujiente?”
Aprende con ellos
Lo más importante no es tener todas las respuestas, sino acompañarlos en el aprendizaje. Observen juntos qué sucede si mezclan pinturas de distintos colores o comprueben qué pelota rebota más alto. Si no conoces la respuesta a alguna pregunta, toma nota para tratar de responderla con ellos en otro momento. Recuerda: la ciencia consiste en explorar y en hacerse preguntas, ¡y eso no solo se limita a los niños! Disfruta de aprender con ellos de los descubrimientos científicos que hagan juntos.
Mandy Rich es Redactor de contenidos digitales de UNICEF
Nota publicada en UNICEF para América Latina y el Caribe, reproducida en PCNPost con autorización.
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SOURCE: Unicef
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