En el FIDA, sabemos que el desarrollo sostenible no sería posible sin las mujeres de las zonas rurales. Su empoderamiento resulta fundamental para transformar los sistemas alimentarios, construir comunidades rurales boyantes y lograr una prosperidad duradera para todos.
Por eso, desde 2013 vinimos homenajeando aquellos proyectos, de todos los rincones del mundo, que se esfuerzan especialmente por impulsar la igualdad de género.
Dejémonos inspirar por los cinco ganadores de los Premios sobre cuestiones de género de este año, y descubramos la manera en que están haciendo frente a las prácticas nocivas, las normas sociales y las desigualdades económicas que impiden a las mujeres desarrollar su pleno potencial.
Más de 50 000 mujeres de Madagascar han participado en los cursos de formación de FORMAPROD. © Sarisaina Wilco
Lucha contra la desigualdad en el Estado Plurinacional de Bolivia
En los Andes bolivianos, el Programa de Fortalecimiento Integral del Complejo Camélidos en el Altiplano (Pro-Camélidos) ha colocado la igualdad de género en el centro de todos los esfuerzos dirigidos a reforzar las cadenas de valor y reducir la pobreza entre los criadores de llamas y alpacas.
A través de una serie de talleres innovadores, el programa ha enseñado a las comunidades a desafiar las creencias, normas y comportamientos que discriminan a las mujeres y, así, ha impulsado un verdadero cambio.
Ahora, mujeres como Roberta Rivera Mollo lideran una serie de iniciativas para producir y vender manjares locales, como el charque (carne de llama deshidratada). Hoy elabora hasta 100 kg de charque al mes y sueña con empezar a exportar al extranjero.
“Proveemos alimentos para nosotras y nuestras familias, y ya no solo dependemos de los hombres para obtener un ingreso”, cuenta.
Respaldo de las empresas gestionadas por mujeres en Camboya
En el noroeste de Camboya, el FIDA y el Proyecto de Reducción de la Pobreza y Desarrollo de Pequeñas Explotaciones en Tonle Sap, financiado por el Banco Asiático de Desarrollo, empoderaron a las mujeres para que desafiaran la visión estereotípica de la agricultura como un trabajo reservado a los hombres.
Como principales beneficiarias de la financiación del proyecto, las mujeres locales por fin obtuvieron los medios para cumplir sus sueños y establecer una serie de negocios, desde el cultivo de arroz hasta la cría de aves de corral.
El proyecto también impulsó el liderazgo de las mujeres, al brindarles capacitación en gestión empresarial y alentarlas a ocupar puestos de importancia. Hoy en día, estas mujeres están tomando la iniciativa para crear nuevos mercados para sus productos.
“Con apoyo del proyecto, estamos ayudando a eliminar los obstáculos que afrontan las mujeres en los puestos de liderazgo, no solo en el ámbito comunitario, sino también a un nivel superior”, cuenta Sereyroth Lim, especialista en cuestiones de género del proyecto.
Cambio de las normas en Ghana
La igualdad de género constituye una parte integral del Programa de Inversión en el Sector Agrícola de Ghana, que ha incrementado los ingresos y la resiliencia al clima gracias a la creación de asociaciones de ahorro y préstamo dirigidas por mujeres en el plano local.
Con apoyo del programa, las integrantes de esas asociaciones se han presentado a las elecciones para cargos políticos (¡y han ganado!), han accedido a créditos para establecer sus negocios y han ideado formas ingeniosas de defender la justicia de género, como las obras de teatro comunitarias.
Todo ese trabajo está dando sus frutos. Los dirigentes locales están comenzando a sumarse al movimiento en pro de la igualdad de género y protegiendo el derecho de las mujeres a acceder a tierras potencialmente regables, al tiempo que las familias se muestran más abiertas a involucrar a las mujeres en las actividades generadoras de ingreso de los hogares.
“Si podemos cambiar la percepción, tanto a nivel individual como de los hogares, tenemos la esperanza de que la próxima generación sufra menos discriminación y desigualdad”, dice Letitia Sampoa Apam, Directora del Programa
Transformación de los hogares en Madagascar
Las mujeres fueron uno de los principales grupos objetivo del Programa de Formación Profesional y Mejora de la Productividad Agrícola (FORMAPROD), que potenció la productividad en las zonas rurales de Madagascar a través de la formación técnica y profesional.
Dotadas de las aptitudes y los recursos necesarios, las mujeres han impulsado un cambio más igualitario en el plano doméstico, al aumentar su poder de decisión en el ámbito familiar y repartir de manera más equilibrada los quehaceres domésticos.
Hoy en día, no solo ha mejorado el acceso en igualdad de condiciones de las mujeres locales a las oportunidades, sino que también se ha reducido notablemente la violencia doméstica y ha aumentado su seguridad.
“Nos enorgullece enormemente haber contribuido al empoderamiento de estas jóvenes”, cuenta Mickaëlle Andriamahefa, Directora de Operaciones del programa.
Un altavoz para las mujeres de Montenegro
El Proyecto para la Transformación y la Agrupación del Medio Rural, que se centra en la creación de cadenas de valor de cultivos y productos lácteos, ha comportado un cambio profundo y duradero para las mujeres del norte de Montenegro.
Para atacar las causas fundamentales de la desigualdad, el proyecto brindó apoyo económico a las mujeres —por ejemplo, a través de donaciones para adquirir máquinas de ordeño que permitían ahorrar mano de obra— y propició el diálogo en torno a la igualdad de género tanto dentro como fuera de los hogares.
En la actualidad, las mujeres participan en las decisiones comunitarias, influyen en los planes de acción municipales relativos a las cuestiones de género y velan por que se tengan en cuenta sus opiniones a la hora de formular las políticas, además de adoptar una actitud firme en torno a cuestiones como la violencia de género.
“Al invertir en las mujeres rurales, estamos invirtiendo en una sociedad mejor, así como en la seguridad alimentaria y física”, cuenta Bojana Perunović, funcionaria de contacto del proyecto para cuestiones de género.
Estos cinco proyectos pioneros reconocen una cuestión esencial, y toman medidas al respecto: la desigualdad de género es uno de los obstáculos más generalizados que impiden la creación de sistemas alimentarios inclusivos y sostenibles. Desde Montenegro hasta Madagascar, y más allá, las mujeres involucradas en estos proyectos están demostrando que no se trata de una barrera infranqueable y que es posible construir comunidades rurales prósperas e igualitarias.
Conozca los ganadores de la pasada edición de los Premios sobre cuestiones de género.
Nota publicada en FIDA, reproducida en PCNPost con autorización.
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