Por: Gema Sacristán
Las nuevas aplicaciones tecnológicas tienen el potencial de ayudarnos a alcanzar la equidad durante la próxima década. Para eso, invertir en innovaciones que no reproduzcan los sesgos de género, sean desarrolladas por mujeres y promuevan la inversión de mujeres en tecnología es imperativo.
Entre las nuevas aplicaciones tecnológicas, el chat GTP sigue acaparando portadas. Esta herramienta basada en la Inteligencia Artificial es capaz de explicar temas, traducir, desarrollar artículos propios e incluso sostener conversaciones. Sin embargo, al tomar información de lo que ya se encuentra disponible, arrastra consigo sesgos de género.
Uno de los casos más ilustrativos fue la de Ivana Bartoletti, la directora de Women Leading in AI, quien hace un mes compartió en Twitter la historia que el Chat GPT-4 escribió sobre una niña y un niño hablando sobre lo que eligirían para estudiar en la universidad. El niño dijo “no creo que podría manejar toda la creatividad y emoción en una programa de bellas artes. Quiero trabajar con ideas lógicas y concretas” y que por eso eligiría algo en ciencia y tecnología. Mientras, la niña respondió dijo que consideraba un programa de bellas artes y que “no podría manejar todos los tecnicismos y números de un programa de ingeniería”.
Así, el chat GTP replicó la persistente brecha de niñas en carreras de ciencias y matemáticas que intentamos cerrar.
Las nuevas aplicaciones que están surgiendo son parte vital del ecosistema innovador y se enmarcan también en lo que conocemos como Economía Creativa o Economía Naranja. Este ecosistema presenta mayores y mejores oportunidades para las mujeres. De hecho, un estudio de las Naciones Unidas en 2022 indica que los sectores cultural y creativo junto generan el 6,2% de todo el empleo, es decir, cerca de 50 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.
Sumado a esto, las exportaciones mundiales de bienes creativos durante la última década aumentaron en más de US$110 millones de dólares y las exportaciones de servicios creativos casi se triplicaron durante el mismo período (de US$487.000 millones a casi US$1,1 billones). De hecho, los mismos estudios de la ONU indican que podría representar una oportunidad clave para América Latina y el Caribe. Así, por ejemplo, el comercio Sur-Sur de bienes creativos prácticamente se ha duplicado en las dos últimas décadas.
Así, la economía creativa es un espacio donde la participación laboral femenina de Latinoamérica ya alcanza el 50%, de acuerdo a la UNESCO, lo que demuestra que no solo es un lugar desde donde se está agregando valor al trabajo de la región sino que además se está generando empleo de forma equitativa.
Pese al panorama optimista que supone la economía creativa es importante resaltar que particularmente en el sector de la innovación, las innovaciones más revolucionarias ya están perpetuando sesgos, como el ya mencionando por el Chat GTP y los NFTs. Otro de los más importantes es la Web 3.0.
La Tercera generación de servicios de internet (Web3 o Web 3.0) tiene como cambio el centrarse en el uso de una comprensión de datos basada en máquinas. Así podría crear datos más inteligentes, conectados y abiertos. Esto cambiará la forma en la que se construyen sitios web y que se interactúa en ellos. Por esta razón, supone un problema de género que ya está mostrando brechas.
Desde el inicio la Web 3.0 prometió inclusión y equidad en la industria. Sin embargo, BCG X junto a People of Crypto Lab analizaron quiénes están en los negocios de la Web 3.0 actualmente. De una base de casi 2.800 personas alrededor del mundo:
- Solo un 13% de las startups de Web3 cuenta con una mujer en el equipo fundador; además de ese porcentaje, un 10% de los equipos es diverso, y solo un 3% de las compañías está compuesto solo por mujeres.
- A nivel de fuerza laboral las mujeres solo representan el 27% y la mayoría se encuentra en roles no técnicos, como marketing y recursos humanos.
- Sobre los inversionistas, los equipos fundados solo por hombres recaudaron cuatro veces más (casi US$30 millones), en promedio, que los equipos fundados solo por mujeres (US$8 millones). No existen compañías solo fundadas por mujeres que hayan podido recaudar más de US$100 millones.
Este desequilibrio tiene implicaciones no solo en los negocios y la forma de hacerlo, sino también en la representación, la diversidad y la inclusión que muestran en este nuevo espacio. Así, los espacios diseñados, como el metaverso por ejemplo, tienen como opción predeterminada un hombre blanco cis-género. Por eso, crear tecnologías que entreguen espacios inclusivos y libres de sesgos es vital para avanzar en la equidad, lo que solo se conseguirá si incorporamos más mujeres y poblaciones diversas a estos espacios.
Según el McKinsey Global Institute no todo está perdido. La automatización que supone el avance de innovaciones como la Web3 o los variados usos de la inteligencia artificial tienen potencial para permitir alcanzar la equidad entre hombres y mujeres durante la próxima década. Así, de acuerdo al ritmo de automatización, una de cada cuatro mujeres empleadas hoy necesitará transicionar a un nuevo trabajo que requiere mayores habilidades. Pero, para esto, es necesario cerrar brechas claves:
- Acceso a internet: las mujeres tienen un 33% menos de probabilidad de tener acceso a internet, según la World Wide Web Foundation.
- Carreras STEM: las mujeres representan solo el 35% de los estudiantes en carreras de ciencia y tecnología en estudios superiores, según ONU Mujeres.
- Fuerza laboral en tecnología: Menos del 20% de los trabajadores del área tecnológica con mujeres, según McKinsey.
- Fuerza laboral en tecnologías de ciencias y comunicación: Menos de un 1.4% de mujeres tienen trabajo desarrollando, manteniendo u operando tecnologías de la información y computación, comparado con un 5,5% de hombres, según la OCDE.
- Mujeres empresarias en tecnología: Apenas un 10,9% de los gerentes generales o roles sénior en la industria tecnológica son mujeres, según Tech Jury.
- Inversión en empresas: las empresas lideradas por mujeres representan apenas un 4,9% de las inversiones de capital del sector, según Tech Jury.
Si no cerramos estas brechas es muy probable que las nuevas tecnologías solo repliquen las brechas existentes e incluso generen diferencias aún más grandes y las sigan reproduciendo automáticamente. El día de la creatividad y la innovación 2023 exhorta a crear de forma inclusiva, por eso es clave que las nuevas tecnologías, su inversión, desarrollo e implementación también incluya a más mujeres.
Nota publicada en Los Blogs del BID reproducido en PCNPost con autorización.
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One Response to "¿Qué nuevas brechas de género nos depara la innovación tecnológica y cómo las evitamos?"
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