La noticia de hace una semana lo dice todo: “Colapsó el aire de Pekín por el carbono. Cerraron escuelas, restringieron el tráfico y pidieron a sus 22 millones de habitantes que se quedaran en sus casas. Algo similar ocurre en Nueva Delhi, Milán y otras ciudades superpobladas que evidencian el colapso de una civilización que se equivocó en su noción del progreso”.

Descubrí una información muy importante escribiendo este Post. La deforestación acelerada, y la quema posterior del material vegetal, que hoy se está viendo en países como el nuestro, es tan grave como el efecto generado por las emisiones de todo el parque automotor mundial. Esta destrucción sistemática de una area equivalente a Alemania cada año, está impidiendo que haya un mecanismo que absorba y retenga las emisiones de CO2, gas responsable del calentamiento global.

En Colombia, entiendo que el problema de la deforestación es igualmente preocupante, cuando nuestro país, junto con Brasil, Indonesia y otros pocos más, es considerado una de las reservas de biodiversidad del mundo. El tema ha pasado de agache en todas las últimas campañas políticas, donde precisamente las FARC y los cultivos de Coca, han sido unos de los grandes responsables del problema.

Otra manifestación del cambio climático es el fenómeno del Niño, que se presenta periódicamente por el calentamiento de las aguas en el Océano Pacífico. El problema es que ha habido un aumento creciente en su frecuencia e intensidad con consecuencias desastrosas de inundaciones y sequías en diferentes partes del mundo. Este comportamiento se ha acentuado especialmente en los últimos cuarenta años comparados con los datos registrados científicamente de 6000 años.

Y si lo anterior no es suficiente, imágenes satelitales muestran que hay un proceso acelerado de deshielo en los dos polos producido por aumentos en la temperatura del agua y del aire. Estas masas continentales de hielo sirven de elementos de control climático, y al ir reduciendo su tamaño, millones de m3 de agua ingresan a los océanos subiendo el nivel de estos en todo el mundo.

En el 2010, hay que recordar el desastres que tuvimos en varias zonas de Colombia, por el desbordamiento de los ríos como el Magdalena y Bogotá. Como consecuencia, miles de hectáreas fueron inundadas, y el país tuvo que incurrir en unos costos inmensos para pagar la imprevisión que tenemos para enfrentar las variaciones extremas del régimen de lluvias producidas por el cambio climático.

Pero lo más impactante del estudio científicos realizado del impacto de Sandy, es que hay una alta probabilidad de tener cada cinco años un huracán de características similares, cuando las proyecciones históricas eran para cada cien años!!!!.

En el otro extremo del mundo, en Bangladesh, la mayoría del país está 2 mts por encima del nivel del nivel del mar. Los ciclones en esta región  han aumentado su frecuencia significativamente. Entre el 2007 y el 2009, dos ciclones destruyeron al país completamente, Al final del siglo XXI, se proyecta que el nivel del mar subirá 1.8 mts. Si esta proyección se da, el 70% del territorio estará bajo agua, y más de 20 millones de habitantes, de la parte sur del país serán desplazados.

Como lo decía un experto holandés, que forma parte de la comisión nacional para estar monitoreanado el cambio climático, allá no se pueden dar el lujo de no creer en el cambio climático, como lo hacen los republicanos, porque el costo de no estar preparados sería impagable: la destrucción del país. Dos veces en el siglo anterior tuvieron unos desastres, que les sirvió de ventana,  para entender el inmenso riesgo que tenían como sociedad. Desde el último incidente, Holanda ha desarrollado un sistema muy complejo y completo de ingeniería para enfrentar situaciones mucho más graves que las que tuvieron en el pasado.

Para los lectores interesados en los cambios que se están dando, he hecho una recopilación de  los blogs en donde he escrito sobre estos temas, analizados desde diferentes perspectivas: