Por: Francisco Manrique.
En las semanas anteriores escribí unos Posts relacionados con el impacto del retiro de la Gran Bretaña a la luz de su salida de la Comunidad Europea (Un referéndum: ¿dos historias y un mismo resultado? Parte I, Un referéndum: ¿dos historias y un mismo resultado? Parte II, Y el terremoto continúa…). En el último Post de esa serie, me referí a las consecuencias de la globalización (Los costos de la globalización). En este Post, voy a referirme a lo que puede ser un futuro escenario, como resultado de las fuerzas que están en marcha, y su efecto en el mundo, que muy posiblemente les espera a mis nietos en unos años.
Hace unos meses también escribí otros artículos relacionados con las empresas exponenciales y las tecnologías que están surgiendo. (Ver El inmenso impacto de la tecnología en el mundo – Parte I, El inmenso impacto de la tecnología en el mundo – Parte II y La nueva economía).
Como consecuencia de la velocidad con la que se están desarrollando nuevas tecnologías, no es impensable que en dos décadas, se sienta un impacto muy importante en muchas dimensiones de nuestras vidas. Por ejemplo, los avances en la genética, la nanotecnología, la Inteligencia Artificial – IA- y la impresión molecular, ayudarán a tener una aproximación predíctiva y no reactiva para el tratamiento de las enfermedades, con unas consecuencias muy positivas para la calidad de vida, que se prolongará mucho más.
En La Escuela de Medicina de Harvard proyectan que en el curso de dos décadas, se tendrán los mapas de los genes de más de 1.000 millones de personas. Esto permitirá tener una base de datos donde se podrán explotar los avances en IA que se habrán dado en ese mismo periodo. Los beneficios son inmensos, especialmente si están al alcance de todos.
La utilización cada vez más intensiva de plataformas inteligentes como Watson de IBM, combinadas con el uso de los robots, sustituirán las habilidades técnicas y le darán un giro al papel de los profesionales de la salud. Serán remplazados por la precisión y rapidez, aportadas por estas nuevas tecnologías. Se pondrá mucho más énfasis en la necesidad de la empatía para el cuidado de los pacientes, cuya capacidad no podrá ser sustituida por máquinas .
La posibilidad de aprender de las nuevas plataformas inteligentes, les permitirá hacer análisis de manera mucho más eficiente que un ser humano. Estas nuevas realidades moverán los cambios que van a transformar la misma naturaleza del trabajo.
El uso de la Inteligencia Artificial en el análisis de grandes bases de datos, permitirá cada vez más predecir el comportamiento de la gente. Estas tecnologías ya las están usando empresas como Netflix y Amazon. No será raro ver que aprovechando el concepto de “internet de las cosas” donde aparatos como un refrigerador está dotado de sensores especiales, este se pueda anticipar proponiéndole a las personas una comida antes de estar con hambre.
Y algo que parece increíble ya es una realidad. El Departamento de Defensa de los USA, ha desarrollado robots que son capaces de interpretar jazz. Esto significa que han aprendido a improvisar. También se está trabajando en programas que le permiten a un computador escribir partituras de música clásica en pocos segundos. Es la tecnología entrando en el campo de la creatividad donde se supone que solo los humanos tienen esta capacidad.
La utilización de la impresión 3D, que hoy ya permite hacer huesos para implantes, en unos años más, servirá para replicar órganos humanos más complicados para hacer transplantes. También, en un tiempo se proyecta la utilización extensiva de los hologramas, que habrán remplazado el uso de las pantallas que hoy son parte de nuestra vida cotidiana.
En el 2016, se ha anunciado el lanzamiento al mercado de nuevos dispositivos de realidad virtual. Con esta tecnología serán posibles muchas cosas. Por ejemplo, nuevos juegos mucho más realistas, la recreación de operaciones quirúrgicas complejas, el viajar a otras tierras, tener reuniones con gente que físicamente están en distintos lugares, como si fueran presenciales, o encontrase con personas conocidas como si estuvieran físicamente en el mismo lugar. Se le dará una nueva dimensión a las teleconferencias que hoy ofrecen empresas como Polycome y Oracle: en el futuro no se visitará una página web, se ingresará virtualmente en ella.
En el Museo del Futuro de Dubai, se muestran algunos prototipos de los avances que se van a ver en un unos años. Uno que llama la atención, es el del implante en el oído que permite escuchar otras lenguas y hacer la traducción instantánea. Las tecnologías que permiten esta posibilidad ya están desarrolladas. Otro implante permitirá leer las expresiones faciales para interpretar los pensamientos del interlocutor. Y una píldora le facilitará al cuerpo, extraer de la comida, solo lo que este necesita, permitiendo no tener que comer por más de una semana.
Y hablando de implantes, en este año en el Metro de Londres, se pondrá a funcionar un sistema que lee la información de implantes colocados en las manos de los usuarios de este servicio de transporte. Esto hace pensar que la información completa de una persona se podrá guardar en implantes similares. Evidentemente van a surgir problemas de privacidad. A medida que la persona se mueva, los sensores que proliferarán, podrán obtener información muy valiosa sobre la persona.
Pero los avances también tocarán nuestro cerebro mediante una tecnología que ya está en desarrollo, en un área que se conoce como la estimulación transcranial. La idea es lograr que la persona esté más alerta mentalmente y sea más creativa. Una empresa en GB afirma que su producto aumenta la plasticidad del cerebro. Innovaciones de esta naturaleza, hacen prever que en unos años, este tipo de tecnologías permitirán aumentar la concentración, la capacidad de aprendizaje y la recursividad.
Hay otro campo que está emergiendo: nootropics. Mediante el uso de una droga que afecta al cerebro, la persona puede aumentar su coeficiente intelectual. Esto le permitirá a la gente tomar decisiones más inteligentes, ser más rápidos, aumentar sus capacidades y mejorar sus ingresos. Innovaciones como estas se ven con mucha prevención, porque están afectando los procesos naturales de la evolución del ser humano.
Los avances anteriores le permitirá a las personas vivir más tiempo, en mejores condiciones, especialmente cuando la tendencia es el embejecimiento de la población.
Otro ejemplo de estos grandes cambios se pueden observar en tecnologías como Amelia, desarrollada reciéntemente para ser utilizada en call centers. Tiene la capacidad de responder a las quejas de los clientes y aprende a mejorar más rápido que los humanos. Absorbe el conocimiento y nuevos lenguajes de manera instantánea. Esto tendrá un inmenso impacto en un sector que emplea mucha gente en el mundo en desarrollo.
Otro caso del uso de la inteligencia artificial es un sistema denominado Giraffe. El año pasado aprendió desde cero a jugar ajedrez. A las 72 horas estaba compitiendo a nivel de los grandes maestros. Un sistema similar de la IBM derrotó hace unos años a Kasparov, quien era el campeón mundial de este juego.
Ver El mundo que le tocó a mis nietos – Parte II el miércoles 20 de julio
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