Por: Asier Hernando.
Subdirector regional de Oxfam en América Latina y el Caribe.
Estamos a tres largos meses del inicio de la mayor crisis institucional que hemos vivido en Oxfam, a raíz de los casos de abuso, acoso y explotación sexual en Haití en 2011. Aunque los medios han dejado de hablar de ello, el dolor continúa y continuará, y nos tiene que servir para reflexionar sobre cómo hacer nuestro trabajo cada vez mejor.
En América Latina y el Caribe, todo nuestro trabajo se enmarca en el plan de acción integral de diez puntos anunciado por Oxfam para fortalecer nuestros sistemas de protección e impulsar los cambios necesarios en nuestras políticas, prácticas y cultura para poner fin al abuso, acoso y la explotación en todas las partes de nuestra confederación.
Nuestras dos prioridades seguirán siendo proporcionar apoyo a los millones de personas en situación de vulnerabilidad con las que trabajamos en todo el mundo, y aprender de nuestros errores pasados, fortaleciendo nuestra respuesta tajante ante cualquier tipo de abuso y trabajando para que situaciones como las vividas en Haití no se vuelvan a repetir.
Derechos de las mujeres
La tercera parte de nuestros programas en América Latina y Caribe están centrados en promover los derechos de las mujeres, pero queremos que sean más y de mejor calidad.
Pronto iniciaremos un nuevo programa de derechos de las mujeres en Haití y evaluaremos la calidad de los que actualmente tenemos. Un desafío clave es la necesidad de trabajar con un mayor número de organizaciones feministas de lo que actualmente hacemos.
Resiliencia y respuesta humanitaria
Debemos redoblar los esfuerzos para introducir los principios feministas en nuestro trabajo de resiliencia y humanitario. En Oxfam, definimos la resiliencia como la capacidad de mujeres y hombres para hacer valer sus derechos y mejorar su estado de bienestar a pesar de las crisis, los choques y la incertidumbre.
Las desigualdades de poder entre mujeres y hombres, expresadas en forma de violencia, discriminación, acceso limitado a recursos y a espacios de toma de decisión, funcionan como choques y riesgos que afectan a todo el sistema e impiden construir capacidades de resiliencia. Por ello, apoyaremos procesos de liderazgo de mujeres en todos los niveles, co-construiremos agendas con organizaciones de mujeres y feministas, articulando necesidades prácticas y estratégicas, y mejoraremos nuestras políticas, diseño, implementación y monitoreo. A su vez, generaremos evidencias y conocimientos para contribuir a la reflexión y mejora del sector humanitario.
Desigualdad económica y captura del Estado
La región está actualmente salpicada por casos de corrupción y contextos de ingobernabilidad. Las causas son múltiples, pero en todos ellos se puede ver como ciertas élites aprovechan su poder para intentar apropiarse de políticas públicas, leyes, contratos o marcos regulatorios fundamentales para el combate de la desigualdad, pobreza y exclusión. También lo hacen para incidir en que el diseño de estas políticas y leyes favorezca sus intereses, en detrimento del interés general.
A esta influencia excesiva ejercida por parte de estas élites en favor de sus intereses y en detrimento del interés del resto de la población, la estamos llamando captura del Estado. Tiene efectos potenciales en la desigualdad y en el correcto desempeño de la democracia.
Queremos que todos los programas de Oxfam contribuyan a reducir la captura del Estado y velen por fortalecer la calidad de las democracias en América Latina y el Caribe, algunas de ellas con serios retrocesos. Trabajaremos para ello con múltiples organizaciones de la sociedad civil, investigaremos y conectaremos el trabajo entre diferentes países.
Protección a defensoras de derechos humanos
La violencia y discriminación se han agravado en la región. En México se cometen 117 homicidios diarios, la tasa más alta de la historia según Amnistía Internacional. La represión del Gobierno de Nicaragua durante las últimas semanas ya suma 51 jóvenes muertos. En Colombia, Argentina, Brasil, Honduras y Venezuela son miles las personas amenazadas por defender sus derechos, por hacer cumplir la constitución de sus países.
Vamos a trabajar, junto con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en la implementación del Mecanismo de acciones conjuntas para contribuir a la protección de las personas defensoras de los derechos humanos en las Américas. Lanzaremos también una campaña internacional en Colombia en apoyo a las mujeres defensoras de derechos humanos.
Junto con y por las 600 organizaciones socias con las que trabajamos en América Latina y el Caribe, esperamos contribuir a encontrar soluciones duraderas contra la pobreza y desigualdad. Gracias por tu confianza.
Nota publicada en Oxfam, reproducida en PCNPost con autorización
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SOURCE: Oxfam
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