El Informe EPT GMR 2008 identificó tres series de condiciones esenciales para mejorar la calidad de la enseñanza en las escuelas, especialmente entre las niñas: incrementar la cantidad y calidad de los docentes, incluyendo las mujeres docentes; hacer que las prácticas en el aula fueran mas sensibles al género, a través de formaciones; y reformar los planes de estudio y libros de texto para eliminar los prejuicios de género.
Hoy, el Día Internacional de la Mujer, analizaremos el tercer punto –el prejuicio de género en los libros de texto– para evaluar su prevalencia, y recordarle a los decisores de políticas que hasta que se aborde el tema, la motivación, la participación y el éxito de las niñas en las escuelas seguirán siendo perjudicados, afectando su futuro y sus oportunidades.
Además de examinar la manera en que la discriminación y la desigualdad de género se ven reflejadas en las páginas de los libros de texto, un documento de política que se publicará más tarde este año investigará como se presentan la educación para el desarrollo sostenible y la ciudadanía mundial, incluyendo los derechos humanos, los derechos ambientales, la paz y la no violencia, y la diversidad cultural. Por ende, la atención que le damos al contenido de los libros de texto apoya el énfasis que pone la Agenda de Desarrollo Sostenible sobre el aprendizaje inclusivo y de calidad.
El prejuicio de género en los libros de texto obstaculiza el éxito de las niñas
Para los docentes los libros de texto son un componente central de la enseñanza durante el 70-95% del tiempo que pasan en el aula. Los libros sensibles al género pueden incitar a los niños a discutir estereotipos de género, y promover comportamientos equitativos. Al contrario, el comunicar normas y prácticas de género discriminatorias a través de los libros de texto puede disminuir su involucramiento en el salón y limitar lo que esperan de la educación y la vida.
Desafortunadamente, sin importar como se midan –en líneas de texto, proporciones de personajes citados, menciones en los títulos, referencias en los índices– las niñas y mujeres están sub-representadas en los libros de texto y planes de estudio.
Estudios de libros de texto chinos de pre-primaria y primaria citados en el Informe EPT GMR 2008 muestran que los varones aparecen desproporcionadamente, mientras que las mujeres solo aparecen con frecuencia en los materiales de lectura para los niños muy pequeños. La proporción de personajes masculinos creció del 48% en los libros para niños de 4 años al 61% en los libros para niños de 6 años. En los textos de ciencias sociales, todos los científicos y soldados eran representados por varones, mientras que todas las docentes y tres cuartas partes del personal de servicio eran mujeres. Las mujeres tan solo representaban alrededor una quinta parte de los personajes históricos que aparecían en los doce volúmenes de libros de texto chinos, y eran representadas de manera aburrida e inánime en comparación con los mas vitales personajes masculinos.
En India, en promedio, mas de la mitad de las ilustraciones de los libros de texto de primaria de inglés, hindú, matemáticas, ciencia y ciencias sociales solo mostraban varones, mientras que tan solo un 6% mostraban a mujeres exclusivamente. En los seis libros de matemáticas utilizados en las escuelas primarias, los hombres dominaban las actividades relacionadas con el comercio, las profesiones y el mercado, sin mujer alguna representada como ejecutiva, ingeniera, mercader o comerciante.
Libro de texto de Túnez. Séptimo año
La investigación también ha encontrado que la proporción de personajes femeninos/masculinos en los libros de texto de matemáticas en Camerún, Côte d’Ivoire, Togo y Túnez era el 30% en cada país hasta fines de la década de los 2000. Asimismo, ambos géneros eran comúnmente representados en roles muy estereotípicos en el hogar o profesionalmente, con acciones, actitudes y características estereotipadas. Las mujeres eran representadas como trabajadoras domésticas sumisas y criadoras, y las niñas como conformistas pasivas, mientras que los niños y los hombres hacían la mayoría de las actividades impresionantes, nobles, emocionantes y divertidas, y casi ninguno adoptaba roles de atención y cuidado.
Tenemos otra oportunidad para arreglar las cosas
El Informe EPT GMR 2015 demostró que establecer objetivos globales de educación en el pasado había incitado a los donantes y gobiernos a corregir el prejuicio de género en la educación. Ahora que empieza la nueva agenda de educación, establecida por la ONU el año pasado, se deben renovar los esfuerzos en la materia.
Por ejemplo, una de las tres estrategias del plan de acción EPT 2001-2015 de Pakistán para mejorar la paridad e igualdad de género fue hacer un llamado a la eliminación del prejuicio de género en los planes de estudio y libros de texto. Asimismo, agencias internacionales, incluido el Banco Mundial, han promovido políticas e iniciativas para luchar contra el prejuicio de género en los libros de texto de los países de bajos ingresos.
Varias grandes iniciativas de educación –por ejemplo en Bangladesh, Chad, Ghana, Guinea y Nepal– incluyeron componentes específicos sobre la eliminación del prejuicio de género de los planes de estudio y/o de los libros de texto. Igualmente, la UNESCO ha financiado auditorías de género sobre los libros de texto, incluyendo en Jordania y Pakistán. En China, la Fundación Ford financió un estudio del prejuicio de género en los libros de texto y apoyó el desarrollo de planes de estudio, actividades y materiales de referencia para promover la igualdad e género.
A pesar de estos esfuerzos para promover la paridad de género, estudios recientes muestran que los prejuicios de género aun son generalizados en muchos países, como Georgia, la República Islámica del Irán, Nigeria y Pakistán, y en algunos países de altos ingresos, como Australia.
Una investigación de 2015 en Pakistán, por ejemplo, encontró que no se había dado ningún cambio en la representación negativa de las mujeres en los libros de texto pakistanís desde el 2004. En Irán en 2012, los hombres representaban el 80% de los personajes que aparecían en los libros diseñados por el Ministerio de Educación.
En Australia, a pesar de que hay mas mujeres que hombres en el país, un estudio realizado en el 2009 encontró que el 57% de los personajes representados en los libros de texto eran hombres. Se representaban dos veces mas en roles de ley y orden, y cuatro veces mas en roles políticos y de gobierno.
¿Por qué se resiste el cambio?
Una falta de liderazgo político y poco apoyo de la sociedad civil limitan la ejecución de las reformas políticas para eliminar el prejuicio de género en los materiales de instrucción. En algunos casos, recomendaciones de política que se hacen a nivel mundial no reciben suficiente apoyo a nivel nacional, lo cual hace que se avance lentamente.
Mientras que los resultados de la investigación de la Fundación Ford se divulgaron ampliamente en China, algunas partes interesadas se mostraron escépticas ante la importancia de promover un cambio. En Pakistán, una resistencia dentro de las instituciones que se encargan de las reformas de los planes de estudio y los libros de texto ha contribuido a la poca importancia política que se le ha dado a la modificación de los libros de texto, una situación exacerbada por la falta de apoyo público. Otro desafío, visto en Georgia por ejemplo, es que funcionarios clave para la orientación de la producción y aprobación de los libros de texto no tienen conocimientos adecuados sobre la sensibilidad de género.
Sin embargo, se están viendo cambios positivos en algunos países, donde los libros de texto reflejan la igualdad de género y la participación de las niñas y mujeres en la sociedad. En Jordania, las mujeres son representadas como primeras ministras, soldadas y pilotas. En Palestina, se representan como manifestantes, y electoras.
Algunos libros de texto de India y Malawi desafían a los estudiantes a identificar prejuicios de género representados en ilustraciones y los incitan a discutir estos estereotipos con sus pares. Igualmente, se felicita a Suecia por su enfoque igualitario del género en los libros de texto.
#Between the lines (“entre las líneas”)
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Nota publicada en el Blog de la Educación Mundial de la UNESCO, reproducida en PCNPost con autorización
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