El desafío de trabajar en equipo en América Latina – ¿Cómo le fue a la región en la evaluación PISA de competencias sociales?

Por: Pablo Zoido.

Hace un par de semanas mi hija mayor se presentó el sábado en casa con un par de amigas. Nada más llegar, me pidió la tableta. Por supuesto, como padre responsable que soy, mi primera reacción fue preguntarle para qué la querían. Su respuesta me dejó sorprendido; me apresuré a responder que por supuesto que sí.

Las tres tenían que hacer un video para su clase de español en el que explicaban una receta que luego cocinaban juntas. Empezaron elaborando un guion, se repartieron los papeles, y se pusieron manos a la obra. Tomaban turnos entre filmar, explicar y elaborar la receta. Fue un trabajo en equipo que les llevó toda la tarde. Al terminar la tarea tenían un buen video y, como bonus extra, un delicioso plato. Lo más divertido es que el video terminaba con mis otros dos hijos, que fueron reclutados como jueces sobre la calidad de la receta. Los dos aparecían, muy serios, comiéndose unos deliciosos macarrones con tomate.


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Apple iPad Pro con el lápiz de Apple, septiembre 9, 2015. San Francisco, California. Stephen Lam/ Getty Images/AFP


Las nuevas tecnologías nos permiten trabajar de forma diferente y nos facilitan afrontar problemas complejos con varias etapas. El trabajo en equipo, la colaboración en tareas largas en las que hay que planear, ejecutar y documentar son mecanismos de enseñanza y aprendizaje fundamentales en las escuelas de hoy en día. Estas tareas y tecnologías preparan a nuestros estudiantes para un futuro en el que tendrán que realizar trabajos caracterizados por la complejidad, la interconectividad y la incertidumbre.

Las competencias sociales, por ejemplo, la capacidad de relacionarse, colaborar y trabajar con otros para resolver problemas de todo tipo, se han vuelto tan importantes o más que las competencias académicas.

Los resultados de la primera evaluación internacional PISA sobre competencias sociales que hoy presenta la OCDE muestran que las escuelas y las familias juegan un papel fundamental en su desarrollo.

Esta nueva prueba evalúa las capacidades de los estudiantes de 15 años para resolver problemas de forma colaborativa; es decir interactuar, relacionarse y trabajar en equipo para encontrar la mejor manera de afrontar un reto en un contexto específico.

América Latina vuelve a estar a la cola del ranking PISA, también el de competencias sociales. Chile es el país con mejores resultados, seguido de Costa Rica y Uruguay.

Es tentador pensar que se puede ser muy habilidoso socialmente, a pesar de no demonstrar habilidades académicas en áreas como las ciencias, las matemáticas o la lectura. Sin embargo, la evidencia apunta a lo contrario: aquellos estudiantes con buenos resultados académicos suelen obtener mejores resultados en habilidades sociales.

Teniendo en cuenta sus pobres resultados en ciencias, matemáticas y lectura, y por lo tanto enfocándonos en las competencias sociales, Costa Rica y Perú logran una la puntuación que cabría esperar en la prueba, al igual que la media de la OCDE. En contraste, México, Chile, Colombia, Uruguay y Brasil obtienen peores resultados en competencias sociales de lo que cabría esperar teniendo en cuenta sus resultados en las otras materias (ciencias, matemáticas y lectura). Algunos de los países con mejores resultados en ciencia, como Singapur o Japón logran resultados aún mejores en competencias sociales.

Mis hijos tienen acceso a tecnología, buenos docentes y buenas escuelas públicas, pero no todos los niños y niñas de nuestra región tienen las mismas oportunidades. Los nuevos resultados de PISA son una llamada de atención importante. El desafío es enorme y la necesidad urgente. Tanto las escuelas como las familias pueden hacer mucho más de lo que han hecho hasta ahora. Pero el primer paso para resolver un problema es reconocer la magnitud del mismo.

Hace falta iniciar una conversación en América Latina sobre competencias sociales, su relevancia para el futuro y cómo fomentarlas desde los gobiernos, las escuelas, los docentes y las familias. Para ello los invitamos a visitar nuestro portal CIMA donde podrán encontrar datos que pueden facilitar y guiar ese diálogo.


Pablo Zoido es Especialista Líder de la División de Educación del BID. Fue líder técnico en el proyecto PISA para el Desarrollo de la OCDE y ha trabajado en los indicadores de gobernabilidad en el grupo de investigación del Banco Mundial y en las perspectivas económicas de América Latina en el Centro de Desarrollo de la OCDE.


Nota publicada en el blog “Enfoque educación” del Banco Interamericano de Desarrollo BID, reproducido en PCNPost con autorización.


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SOURCE: Los Blogs del BID

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