Por: Sergio Meresman y Raúl Mercer.
Los niños y niñas con discapacidad aún se encuentran entre los más excluidos e invisibles en todo el mundo. Se estima que uno de cada diez nace con discapacidad o la adquiere durante la infancia o adolescencia.
Para contrarrestar esta situación, el concepto de inclusión temprana procura contribuir a potenciar las expectativas de desarrollo para todos los bebés, niños y niñas, independientemente de sus capacidades. Cuando las familias, cuidadores y profesionales logran sortear los estereotipos e identificar las oportunidades de movilización de apoyos, pueden establecer una adecuada selección de objetivos y que respalden sus esfuerzos para lograr una inclusión con calidad y equidad.
En el caso de los niños y niñas con discapacidad, generar altas expectativas y promover su máximo potencial de desarrollo conlleva la necesidad de reconfigurar las prácticas educativas y los servicios que apoyan la inclusión. Esto se logra a través de una gama de acciones y prestaciones mediadas por las políticas y programas de primera infancia.
La realidad sobre el mundo de la niñez con discapacidad:
El principal reto en relación a la infancia con discapacidad en nuestra región consiste en la falta de datos adecuados y comparables que permitan conocer sus características socio-demográficas y monitorear las estrategias de respuesta.
La Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial estiman que más de mil millones de personas viven con alguna forma de discapacidad, y hablan de aproximadamente 100 millones de niños entre 0 a 14 años con discapacidad.
La inclusión temprana puede activar el máximo potencial de desarrollo para todos los bebés, niños y niñas, independientemente de sus capacidades y de su manera de relacionarse en el mundo. Su impacto es, por ende, aún más grande y relevante cuando se aplica a la infancia en desventaja a causa de la falta de capacitación en torno a la discapacidad en esta etapa.
Para movilizar e integrar recursos de apoyo y herramientas inclusivas de calidad, accesibles a todas las familias, el primer paso consiste en identificar y geo-referenciar recursos, instituciones y personas con conocimientos, experiencia y capacidades de apoyo en el abordaje de familias de niños con discapacidad. En la actualidad, muchos recursos se encuentran desaprovechados por falta de visibilidad y barreras burocráticas que impiden su utilización efectiva. Los acuerdos intersectoriales e interinstitucionales pueden cambiar esto, conformando circuitos de inclusión temprana que conecten recursos y capacidades técnicas existentes a nivel central y territorial.
Estos cinco ejes son vitales para asegurar y fortalecer la inclusión temprana:
La inclusión temprana como apuesta al desarrollo:
Una de las características más preocupantes que afecta a la sociedad hoy tiene que ver con la inequidad, la falta de cohesión social y las tensiones sociales resultantes. Por otra parte, hay también una corriente esperanzadora que reconoce la diversidad y los derechos humanos como una base sobre la cual toda sociedad moderna debe construirse.
Una forma de movilizar recursos integradores, opuestos a las inequidades, es a través del reconocimiento temprano, desde la cuna, de que todas las personas tienen capacidades y fortalezas que aportar.
A partir de la inclusión temprana se impulsan entornos que promueven los derechos, sin exclusiones ni discriminación. Erradicar las prácticas discriminatorias y prejuiciosas para la población en general y para la niñez con discapacidad en particular contribuirá a un mejor proyecto de vida para estos niños y niñas y sus familias, y por ende, para toda la humanidad.
¿Hay mecanismos y programas para asegurar la inclusión temprana en tu país? ¿Qué otros elementos de la inclusión temprana crees que son importantes? Cuéntanos en la sección de comentarios o mencionando a @BIDgente en Twitter.
Sergio Meresman es psicoanalista por la Universidad Nacional de Rosario, en Argentina y se especializa, entre otros, en temas de primera infancia y discapacidad.
Raúl Mercer es investigador en FLACSO Argentina y se especializa, entre otros, en temas de primera infancia y discapacidad.
Nota publicada en el blog “Primeros pasos” del Banco Interamericano de Desarrollo BID, reproducido en PCNPost con autorización.
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SOURCE: Los Blogs del BID
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