Por: Giovanna Fuentes.
Al escuchar a varios expertos en educación, me emocionó saber que hay muchos líderes hablando de la cultura del “Yo puedo”, dado que cuando somos niños la sociedad entera comienza a decirnos lo que podemos y no podemos pensar, expresar o hacer. Primero, sucede en la casa, con las creencias que se transmiten, luego en las aulas de clase y después en los otros ámbitos sociales.
Es verdad, que nuestros padres hicieron y hacen lo que mejor que pudieron para sacarnos adelante. No obstante, es hora de que los padres actuales y los futuros se preocupen por prepararse y por desarrollar su inteligencia emocional y espiritual.
En cuanto a inteligencia emocional, tiene que ver con tomar conciencia de sus comportamientos, actitudes y transformar su observador para tener la capacidad de desaprender, aprender, a salirse del analfabetismo emocional que ronda al ser humano, y en lo espiritual, no me refiero a religiones, sino a encontrar tu voz interior, escuchar tu intuición y reconectarte con tu Yo sagrado con la fuente divina. Esta es una labor diaria para todos los habitantes del planeta.
En los primeros años de vida, un niño, llora con espontaneidad, se ríe, sin importar el qué dirán, luego, gatean, aprenden (con esa perseverancia que caracteriza al ser humano) a caminar, se levantan y corren. Luego se inspiran en su corta edad en los superhéroes, y creen que todo lo que imaginan es posible, lo veo con mi bello, nieto, que acude a su imaginación de una forma espectacular.
Para no ir tan lejos, guardo una preciosa anécdota que me genero uno de los más importantes aprendizajes: íbamos en el carro y recosté mi cabeza en su rezago, y en momento pensé le debe pesar, pues él apenas era un niño de cinco años, entonces levante la cabeza y le pregunté, ¿mi amor te pesa mi cabeza?. Mi nieto se quedó un instante pensado y me respondió: abuelita, la mía pesa más que la tuya porque está llena de imaginación. Quede ¡plop!. La sabiduría de los niños, de ahora es extraordinaria, son excelentes observadores, y ven más allá, de lo que nosotros vemos, yo estaba pensando en el peso físico, y su respuesta fue más allá de lo inesperado.
Justo cuando aflora toda su imaginación y espontaneidad, cuando se sienten súper héroes, los enviamos al colegio, ahí, les dicen que no pueden correr, jugar, sino que tiene que estar sentaditos para que sean aceptados y cuando un niño, no permanece sentado, la profesora le escribe una nota a los padres, diciendo que el niño se portó mal, como ha sucedido en ocasiones. También en el colegio, se les dice que no es posible pensar, lo siento eso no está permitido, sino que tienen que escuchar a los adultos. Casi todos los niños desde pequeños aprenden a decir no puedo, porque adultos, colegio y sociedad empieza a decirles que no se puede.
El mundo necesita más ciudadanos con humanidad en vez de humanos sin más, como lo dice una experta psicóloga. Lo que la sociedad debería hacer es construir políticas en todas parte del ‘’yo puedo’’, aprender a escuchar a los niños en vez de repetir la trasnochada frase:’’ cuando los adultos hablan los niños se callan’’, por favor ¿no será al contrario?. ‘’Cuando los niños hablan los adultos escuchan’’. Lo que se debe promover es una cultura de realización donde se respete, y se promuevan escenarios de pensamiento, de desarrollo de la conciencia, a crear foros que impulsen el conocimiento y donde ellos hablen sobre lo que piensan, y puedan SER ellos, espontáneos, educados en familias llenas de amor, construidos en valores. Pero para ello, los adultos debemos trabajar en construir nuestra propia autoestima y amor propio. Ya que en pleno siglo XXI hay pandemia de falta de autoestima y cuando habló de ello, me refiero al crecimiento interior y al desarrollo de habilidades e inteligencia emocional y espiritual.
Por eso, considero que el proceso de crecimiento del Yo sagrado, es fundamental trabajar en la reconciliación del niño interior, porque aun siendo adultos podemos reconciliarnos con el niño interior, el perdón, el auto liderazgo y la conciencia de unidad para que de una vez por todas, se hable del ‘’Sí se puede’’. Hay que creer en los niños y educarlos con amor, para que dejemos de arreglar el mundo, y por el contrario crear una cultura en cada rincón del país, donde todos pensemos y actuemos desde el ‘’Yo puedo’’ para seguir construyendo una Colombia transformada, libre y en paz.
La pregunta del Coach: giovannafuentes@yahoo.com
¿Qué le dices a tu hijos qué sí puede o que no puede?
¿Qué hace el colegio para impulsar niños pensantes que puedan expresarse en las aulas?
¿De qué manera escuchas a tus hijos?
¿Cómo te escuchas a ti mismo?
¿De qué hablas consigo mismo?
¿Qué creencias administran tu vida?
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