Por: Giovanna Fuentes.
El poder de la comunicación asertiva habita en las preguntas
Durante mi trayectoria como periodista, consultora de comunicaciones y Coach Empresarial, he denotado que uno de los grandes retos de la humanidad tiene que ver con las relaciones interpersonales y la manera como nos comunicamos.
Más cuando en el mundo de las relaciones humanas cada individuo actúa desde su mapa mental, paradigmas o creencias desde su observador. Al fin y al cabo vivimos en un mundo de interpretaciones. Tratar con la gente, es quizás el mayor reto que se afronta.
La habilidad para tratar con la gente, es uno de los talentos más preciados del desarrollo de la humanidad. Sin embargo, poco se tiene la preocupación de convertirse en un estudioso de las relaciones humanas y del autodescubrimiento personal en donde la magia de una pregunta poderosa transforme nuestra vida.
La pregunta poderosa es una pregunta que permite abrir un diálogo reflexivo y despierta la curiosidad de explorar nuevas posibilidades.
¿Por qué no se invierte un mayor tiempo en formular preguntas poderosas?
Estamos inmersos en una dinámica tan acelerada que se considera cualquier pausa como una pérdida de tiempo. Las respuestas a nuestros interrogantes suelen ser las pausas del pensamiento. En el afán por lograr resultados, en el constante hacer, no tiempo para reflexionar, tomar una pausa y formularnos aquellas preguntas poderosas que nos llevarán a las respuestas poderosas que se necesitan en la vida para encontrar equilibrio.
Otra de las razones es que no sabemos escuchar. Muchas discusiones se inician cuando las personas persisten en tener la razón. Cada quien defiende su razón.
En un proceso de coaching de equipos que adelantamos a nivel corporativo, dos compañeros de trabajo lograron reconciliarse. Durante tres años, uno de ellos había albergado cierto resentimiento hacia su compañero por una circunstancia laboral x. El tema es que la otra persona no se había dado por enterado de la molestia de su compañero.
Lo destacado aquí es que estas dos personas lograron reconciliarse gracias al poder de una pregunta poderosa formulada en el proceso de coaching de equipos. A veces, lo que nos hace falta es hacer una pregunta poderosa para comunicarnos asertivamente.
Entonces una pregunta poderosa hecha en el momento oportuno puede cambiar el rumbo de una conversación y la transformación de una postura o idea estática. A veces una pregunta puede indicarle al interlocutor que estás interesado en lo que dice, al tiempo que le estás demostrando respeto por su opinión. Preguntar nos posiciona como seres auténticos.
Es bueno recordar que cuando fuimos niños erámos expertos preguntando, pero en la medida en que fuimos creciendo, el entorno social fue apagando el espíritu de curiosidad del niño.
Las preguntas le quitan el acartonamiento y formalismo a la conversación. Permiten que aflore la fluidez. El hecho de formular preguntas te hace más cercano al equipo de trabajo y denota humildad, disposición a escuchar y aprender de los colaboradores.
Así mismo una pregunta poderosa transmites el mensaje de que como ser humano no eres el dueño de todas las respuestas, sino que en las preguntas descubres oportunidades para crecer como persona y como líder de la Organización.
Descubrirás que estás formulando una pregunta poderosa cuando al recibirla no puedes responderlas de inmediato, las neuronas cerebrales buscar hacer la conexión. Es poderosa cuando te quedas pensando y surge en ti el deseo de encontrar esa respuesta poderosa que te mueva a la acción.
Las preguntas tienen el poder de abrir las puertas del diálogo. También de despertar interés en algún tema, dan lugar a la creatividad, al descubrimiento y al pensamiento progresivo.
Es importante resaltar que todas las preguntas son valiosas por triviales o superficiales que parezcan. En el mundo de los negocios a veces nos asusta la posibilidad de no tener todas las respuestas, pero el poder de una poderosa pregunta te acerca al otro y a la información que necesitas para dominar en el terreno de las relaciones interpersonales.
No existe ningún escenario intelectual, creativo e innovador que no haya surgido de un conjunto de preguntas que impulsaron el pensamiento de sus pioneros o de los grandes genios de la humanidad.
Las preguntas poderosas en una organización generan desafíos que de otra forma no hubieran surgido.
La pregunta del Coach.
¿Cuáles son las preguntas que te haces a ti mismo?
¿Cómo son tus relaciones con los demás?
¿Cuáles son las preguntas que tu empresa necesita formularse?
¿Cuál es la respuesta que quieres o deseas escuchar en tu vida?
¿Cuál es la pregunta que no se ha formulado en su vida?
La peor pregunta es aquella que no se formula.
Como Coach y periodista me dedicó a preguntar. Esa es mi vocación hacer preguntas poderosas para que las personas descubran las respuestas poderosas para transformar su vida.
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