Sociedades que aprenden – II Parte

Por: Francisco Manrique.

En mi Post anterior hice una introducción al libro “Creating the learning society” del Dr Stiglitz. Al lector que no leyó Sociedades que aprenden – I Parte, le sugiero que lo haga, ya que en el se introduce el tema.

El planteamiento central de este Nobel de Economía, y prolífico escritor sobre muchos temas de las ciencias económicas, es muy claro: la capacidad de aprendizaje, la facilidad, rapidez y extensión de la transmisión del conocimiento, es uno de los aspectos centrales de la sociedad que aprende. Y de que lo pueda hacer, depende su desarrollo y mejoramiento en la calidad de vida. Pero sobre todo, su capacidad de adaptación y de agregar valor.

Para continuar con los temas que más me llamaron la atención de este libro,  hay dos preguntas que me parecieron muy relevantes. La primera pregunta es : ¿cuál debe de ser el aprendizaje que se debe fomentar en una sociedad?

  1. Aprender a manejar los productos y servicios que se adapten mejor a su ambiente y a sus condiciones, entendiendo que están sujetos a cambios permanentes. Se necesita identificar a las personas y las firmas que están mejor preparadas y son más capaces.
  2. El aprender a organizar es uno de los factores más críticos para el éxito de cualquier sociedad. Sin esta capacidad es muy difícil enfrentar la complejidad y responder a los cambios cada vez más frecuentes. De ella depende que las organizaciones del Estado puedan responder a las expectativas de los ciudadanos. Y para las empresas y universidades, de poder cumplir productivamente con sus respectivos roles.
  3. El aprendizaje de temas complejos es otro de los grandes retos de la sociedad contemporánea. Y dentro de estos, está el de la regulación, especialmente para controlar “las externalidades que imponen costos muy grandes a la sociedad”.
  4. Un tema crítico es el aprendizaje de nuevas capacidades, a medida que se producen nuevos cambios. Pero también es fundamental aprender a aprender. Y como lo explica Stiglitz: “Algunos individuos, firmas y países son más rápidos en lograr identificar los cambios que han sucedido en otras partes, descubriendo el conocimiento que puede ser relevante y la tecnología apropiada para sus circunstancias”. Pero también hace una distinción importante: hay personas que aprenden de manera más general y otros de manera más específica. Los primeros sirven en periodos de rápida transición  e incertidumbre. Los segundos para lograr objetivos de nicho.
  5. Aprendizaje para el emprendimiento, tema especialmente relevante para los países en vías de desarrollo, que requieren gente capaz de arriesgarse, adaptarse y aprender haciendo el camino al andar. El aprendizaje del manejo del riesgo es especialmente importante en economías de alta volatilidad.
  6. El aprendizaje de la formulación e implementación de políticas sofisticadas, como la propuesta por Stiglitz, es otro gran reto para los países con grandes brechas en su capacidad de aprendizaje y uso del conocimiento. No es nada fácil como lo atestiguan los países que lo han logrado. Se necesita liderazgo político y capacidad de aprender de los errores cometidos, para no invalidar las políticas. Este punto es especialmente delicado en las instituciones publicas colombianas. La falta de preparación, de continuidad y especialmente de memoria institucional, son barreras muy grandes para el aprendizaje.

La segunda pregunta que se hace el autor es la siguiente: ¿cuáles deben de ser los procesos para el aprendizaje?.

  1. El aprender haciendo es propio del ser humano. Por lo tanto, lanzarse a producir nuevos bienes y servicios, es un camino de aprendizaje muy efectivo. En especial si se utilizan nuevas tecnologías y máquinas avanzadas.
  2. El aprendizaje también se da invirtiendo en investigación y desarrollo.
  3. El análisis cuidadoso de ver cómo hacemos lo que hacemos, genera muchas oportunidades de aprendizaje. Pero también aprendiendo a aprender.
  4. La introducción de nuevos métodos de manufactura como “justo a tiempo” ha tenido una gran impacto en la productividad y el aprendizaje. Ahora se está observando un cambio de paradigma hacia la manufactura avanzada y el uso de la impresión 3D. El uso de nuevas tecnologías obliga a que se adquieran nuevas capacidades para aprender.
  5. Salir al exterior y visitar otros sectores, es necesario porque el aprendizaje se hace en contacto con otras personas y experiencias. Es  un tema crítico en lo que se refiere al conocimiento tácito, que no está documentado ni se aprende en la universidad. También para generar nuevas preguntas y despertar la curiosidad.
  6. El papel que juegan las empresas proveedoras de servicios en las cadenas de valor de otras firmas, que son como los picaflores que polinizan con nuevas ideas a otros.
  7. Las universidades, centros tecnológicos y de capacitación, que interactúan con las empresas para que las prácticas y conocimientos que impartan sean relevantes y significativos.

En un mundo donde el cambio es la constante, este último punto hace que la Educación, y los procesos de Formación para el Trabajo, sean determinantes para garantizar la adquisición de nuevas capacidades de aprendizaje para toda la vida. El sistema educativo debe de estar diseñado para aprender a aprender, en especial cuando a un click, el alumno tiene en sus manos más información que la que nunca podria manejar. Y también para adaptarse a los cambios del entorno de manera flexible.

Hay que tener en cuenta que en economías con alta volatilidad y sistemas de protección social débiles, se hace más difícil el aprendizaje porque la gente es menos propensa a arriesgarse a aprender, ya que esto significa cambio. Cuando hay prevalencia de estrés y de ansiedad, es muy posible que esto suceda en sociedades donde hay un  bajo nivel de confianza.

Ahora bien, Stiglitz con razón recuerda que el reto no es acumular años y conocimientos, dado que los cambios los hacen obsoletos muy rápidamente. Hoy hay un gran cuestionamiento sobre el papel de los sistemas educativos actuales, porque se ven como una barrera y no como una palanca para el cambio.

A lo anterior, en muchos países se suma hoy el factor demográfico. Es evidente que los jóvenes tienen más maleabilidad para aprender cosas nuevas, ya que no están atados a un pasado que quieren proteger. De hecho, deberían ser los más interesados en generar el cambio que les den ventajas en la fuerza laboral. Sin embargo, el envejecimiento acelerado en muchas sociedades, va en contravía de esta necesidad.

Como decía Isaac Newton: “si yo veo más adelante es porque estoy parado sobre los hombros de gigantes” al referirse a que el conocimiento es acumulativo. Muchas de las soluciones a los problemas complejos de hoy, se basan en conocimientos construidos por muchos años. El acceso al conocimiento es crítico, y por esto, se entiende la importancia del Internet. Pero también, reconocer que un idea puede disparar otra en un campo muy distinto y esto hay que fomentarlo. Un amigo mío decía:” let’s the ideas have sex”.

Del punto anterior, surge la necesidad de diseñar y propiciar las condiciones para que la gente se encuentre. La innovación, como la lucha libre, es un deporte de contactos. A nivel urbano,este concepto es crítico para tenerlos en cuenta en los Planes de Desarrollo, para fomentar espacios urbanos donde los contactos sean numerosos y posibles.

El tema de la movilidad es crucial, más en un mundo cada vez más interconectado. En especial, es un tema muy relevante para las nuevas generaciones que deben salir a mirar el mundo, para abrir sus mentes a nuevas experiencias y oportunidades de aprendizaje. Las barreras del lenguaje están a punto de desmoronarse con el surgimiento de los programas capaces de traducir simultáneamente en cualquier idioma.

Otro determinante crítico son las creencias y valores de la sociedad. Estos están asociadas a los modelos mentales imperantes, que son filtros que impiden el aprendizaje. Se necesita tener un marco de referencia aceptado, que define las creencias que tamizan lo que observamos. Sin este marco hay estancamiento.

Hace 200 años, se desarrolló la creencia de que la ciencia y la racionalidad, acompañada de la experimentación cuidadosa y la capacidad de inferir resultados, mejoraba la interpretación de nuestra realidad. Esto fue clave para crear los modelos mentales abiertos al aprendizaje, que se derivaron en grandes avances para la humanidad. Éstos marcos son críticos porque afectan lo que hacemos, el cómo lo hacemos y el qué aprendemos. Pero también, hay algunos marcos que nos impiden aprender.

Y como lo menciona Stiglitz: si nos situamos en un mundo donde hay pocos cambios, en él no hay catalizadores para el aprendizaje, lo que significa que los esfuerzos son mínimos para crearlos con la pasión que estoy implica. El resultado: dificultad para adaptarse a las nuevas realidades, porque no han aprendido a aprender. Más grave aún, no se cuenta con las instituciones que ayuden a manejar los costos de lo nuevo. Pero también, surge la resistencia al cambio.

No es fácil  crear un modelo mental abierto para el aprendizaje. Las creencias fundamentales que lo sustentan, finalmente son construcciones sociales. Y estas se forman y de refuerzan como resultado de lo que conversamos con personas que tienen creencias similares. Esto genera conversaciones circulares como pasa hoy en Colombia en relación al proceso de Paz. Esto explica el porqué la historia se nos ha convertido en una pesada ancla que nos impide avanzar.

El sistema de creencias se puede cambiar pero se necesita tiempo para lograrlo. Si no se consigue, es muy difícil tener una sociedad que aprenda, porque se limita mucho el cómo se percibe la realidad y se responde a las nuevas circunstancias.

En una sociedad, en donde se aceptan los cambios, hay mayor demanda para el aprendizaje; en esta sociedad se recompensa a aquellos que tienen las capacidades y se incentiva a los individuos para adquirirlas. Mientras tanto, las sociedades que tienen pocos niveles de cambio, ponen muy poco incentivo y valor en estas habilidades, y por lo tanto, no son fértiles para producir  cosas nuevas.

En las sociedades que abrazan los cambios, se confrontan permanentemente las creencias con la realidad. Si se encuentran brechas muy grandes, entonces se genera un movimiento para cambiarlas. Con la divulgación del método científico, se rompieron creencias que impedían generar interpretaciones convincentes a las observaciones, que de otra forma, parecían inexplicables. También, de poder hacer predicciones que de otra manera no habría sido posible hacer.

¿Pero qué impide que las sociedades aprendan?. Este es el capítulo que particularmente me gusto más del libro de Stiglizt, en especial por venir de un economista que reconoce que, el supuesto fundamental  de la Escuela Clásica de la Economía, de que la gente siempre toma decisiones racionales, no está sustentado en la práctica de la Psicología y la Sociología. Veamos cuales son las principales barreras.

Percepciones cegadas : El aprendizaje implica ver lo que funciona y lo que no, es decir, aprender de la experiencia. En la ciencia se aprende a través de hacer experimentos controlados. En situaciones de la vida real frecuentemente es muy difícil, si no imposible, lograr estos experimentos.

Tratamos de hacer inferencias de nuestras experiencias en relación a lo que funciona, de lo que no funciona. Sin embargo, las inferencias que hacemos están afectadas por nuestro sistema de creencias que afecta la información que procesamos, la forma en que lo hacemos, y el peso que le damos a estas observaciones. El problema es que estos lentes que usamos para interpretar la realidad, descarta la información que no coincide con las creencias, y solo aceptamos las que si resuenan con ellas. Esto se llama el sesgo de la confirmación.

Hay que entender que el sistema de creencias es el resultado de construcciones sociales. Lo que cada individuo cree está afectado por las creencias de otros. Uno de los efectos de la globalización, es que la gente se encuentra con sistemas de creencias distintos. Esto significa que, el lente a través del cual vemos el mundo, está socialmente determinado. Algunas veces se refiere a esta situación como el sesgo preconfirmatorio.

Hay sociedades que evalúan la consistencia entre sus observaciones y sus creencias, cambiándolas cuando detectan brechas que les impiden avanzar. En otras sociedades más conservadoras, “se le da más peso a las verdades heredadas”, lo cual genera mucha resistencia, cuando lo que se percibe, no coincide con estas verdades que no se quieren modificar.

Stiglitz nos recuerda que las creencias individuales se afectan por lo que otros también creen , por lo cual es muy difícil cambiar el sistema de creencias. No es posible para un individuo, o una firma, por sí mismos cambiar los marcos congnocitivos sociales, que se convierten en una fuente de rigidez institucional y social.

Los impedimentos congnocitivos para el aprendizaje y el cambio son reforzados por los intereses económicos: los cambios siempre tiene ganadores y perdedores. Para estos últimos, hay un incentivo para oponerse a ellos, y para ver el mundo a través de los lentes que no ven lo nuevo de manera positiva.

Para concluir, los marcos congnocitivos, afectan el qué y el cómo aprendemos. Pero también, es importante entender que las ideologías son fuentes poderosas de resistencia a la información que vaya en contra de las creencias que las sustentan. Como resultado de ellas, hay una fuerte tendencia a ignorar o a combatir el cambio, y por lo tanto, limitar el aprendizaje de una sociedad que queda secuestrada por la pobre evolución de las ideas, y particularmente, por las creencias dominantes que no permiten avanzar. El fanatismo religioso y político es un ejemplo que hoy vive el mundo de esta afirmación.

El mensaje que nos deja el libro de Stiglitz es muy importante: nos plantea una nueva dimensión para enmarcar el proceso de la educación y la formación para el siglo XXI. Como él lo reconoce, llena un vacío en el estudio de las ciencias económicas, en relación con la capacidad y la velocidad para aprender, y adaptarse a los cambios cada vez más rápidos que caracterizan las sociedades en el siglo XXI.

El qué y el cómo lograr avanzar en este camino, es el reto más importante que tenemos en nuestro pais, así como también, entender cuáles son las barreras que lo impiden. En este último punto, el papel de las creencias se vuelve fundamental y la necesidad de alinearlas con las nuevas realidades. En Colombia este es un tema invisible que puede explicar muchos de nuestros problemas, para lograr una sociedad que aprende, y dejar de estar secuestrados por nuestra historia. Necesitamos líderes que nos confronten con esta realidad. Sin lo anterior, no seremos capaces de adaptarnos a las nuevas circunstancias y agregar valor en la Nueva Economía, a través del conocimiento y nuestra capacidad de aprender.


 

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