Por: Francisco Manrique.
En este Post, quiero compartir con el lector las palabras que dirigí en la clausura de la décima promoción de Origen Red de Liderazgo. Esta es una iniciativa que comenzamos con un grupo de amigos, hace nueve años, con el fin apoyar a personas con alto potencial de liderazgo. Para ello tomé algunos de los conceptos, que había expuesto en un blog escrito hace casi dos años, sobre la importancia de la visión.
A la luz del Post anterior, Informe especial sobre Colombia en septiembre del 2025 – Parte IV, cada vez más me reafirmo sobre la importancia de este tema, cuya ausencia explica en buena medida el porqué han fallado nuestros “dirigentes políticos”, en movilizar a la sociedad. El mejor ejemplo lo estamos viviendo hoy con el “proceso de paz de Santos” y con Petro en Bogotá.
Recientemente he tenido la oportunidad de ir reafirmando la trascendencia que tiene el concepto de la visión de futuro, a la luz de varias iniciativas en las que estoy comprometido. Cada vez más estoy convencido de su impacto para el ejercicio de liderazgo. Por esta razón, quiere aprovechar esta ocasión tan especial del cierre de su proceso en Origen Red de Liderazgo, para invitarlos a reflexionar sobre este tema y su impacto como líderes en su comunidades y organizaciones.
Hoy observo con preocupación, la tendencia que tenemos los colombianos, en buscar las soluciones a nuestros problemas haciendo sólo los ajustes de corto plazo, sin consideración del objetivo final. Yo pienso, que el mensaje más importante que debemos enviar, es la necesidad de tener una visión de largo plazo, que enmarque un propósito superior, para la sociedad colombiana en el siglo XXI. Así lo han entendido los países y las regiones que hoy son los referentes mundiales para su desarrollo.
Por esta razón, me parece pertinente traer a colación el video de Joel Barker que vi hace muchos años, titulado “El Poder de una Visión”, sobre la importancia de tener una visión positiva del futuro, para los seres humanos. En unas notas viejas, encontré más argumentos para defender la tesis: el problema de la sociedad colombiana es que carece de una visión positiva compartida del futuro. Este es el mismo inconveniente que explica los problemas que ha tenido la ciudad de Bogotá, en los últimos doce años, o del éxito que muestra Medellín en la actualidad. Veamos.
Tener una imagen positiva del futuro, es lo que le permite al ser humano despertar su creatividad, y ser capaz de aventurarse hacia las fronteras desconocidas. Una responsabilidad central del liderazgo es la de encontrar, describir, y darle forma, a una imagen que inspire y que estimule las ideas de la gente de lo que puede ser el futuro.
Las investigaciones de Barker se iniciaron a comienzos de los 70, cuando el mundo experimentaba una gran turbulencia. Como lo demuestra Barker con sus múltiples ejemplos, en el contexto de tiempos difíciles, es cuando más se necesita tener una visión de largo plazo. En estas condiciones, tener una actitud positiva del futuro, es una arma poderosa para lograr los cambios requeridos.
Hoy los tiempos turbulentos continúan. Durante una década, la economía colombiana navego sobre la cresta de una bonanza de precios altos en los commodities. En la actualidad, estamos aterrizando a una nueva realidad. Pero también estamos ad_portas de finalizar un acuerdo con las FARC. Colombia enfrenta unos grandes retos de cambio en todos los frentes. Pero también, estamos viendo como, la tecnología y la innovación, son dos grandes motores de los cambios cada vez más rápidos que estamos experimentando. Por lo tanto, los comentarios hechos por Barker hace casi cinco décadas, se mantienen hoy más vigentes que nunca. Y dadas las tendencias, lo seguirán siendo en el futuro.
Sin embargo, hay muchas personas para quienes soñar y pensar en el futuro no tiene mucho sentido. En su concepto, los sueños son difíciles de alcanzar, y por lo tanto, no hacen ningún esfuerzo para lograrlos. Pero hay una reflexión de fondo: pensar en el futuro es fundamental porque es ahí donde vamos a pasar el resto de nuestras vidas.
Sobre la visión del futuro, se puede recurrir a las obras de varios autores que han escrito sobre el tema. El primero de ellos es el profesor holandés Fred Polak, en su libro “Images of the Future”. En esta obra de dos volúmenes, Polak se planteó la pregunta, de si el éxito de una nación era consecuencia de tener una visión positiva del futuro. Después de visitar los casos de Grecia, Roma, Venecia, Inglaterra, y los Estados Unidos, el autor llega a la conclusión de que la visión es el resultado de poner los sueños en acción, y que el éxito siempre está precedido de tener una visión positiva del futuro.
En todos los casos documentados por Polak, el proceso fue siempre el mismo: una imagen convincente del futuro era sugerida por los líderes; una comunidad hacia suya la visión y le brindaban su apoyo; una vez alineados, entre todos eran capaces de convertir estos sueños en realidad.
El análisis hecho por Polak, muestra algo muy interesante: al iniciar el camino, no se contaba con las condiciones necesarias, y en todos los casos estudiados, tenían una visión clara de su propio futuro, que les permitió superar grandes obstáculos. Para el autor, tener una visión positiva del futuro es un ingrediente clave que da una gran ventaja a cualquier comunidad. Y quienes no lo tienen corren un gran peligro.
BenjamínI Sinnger, es otro autor, que en su libro The Future Focus Road Image (La imagen focalizada del camino del futuro), muestra una relación directa entre el éxito y la visión. En la investigación hecha sobre las causas que compartían normalmente los malos estudiantes, había siempre algo en común: no tenían una visión clara de lo que querían hacer con sus vidas, independientemente de sus antecedentes sociales, económicos, y de los indicadores de su coeficiente intelectual. Los buenos estudiantes tenían en general una sensación de control sobre su futuro, y esto les permitía poder hacer planes a largo plazo.
Un tercer autor, que trabajó el tema de la visión, es Víctor Frankl en su libro “Man in Search for Meaning”, publicado en 1946, y que sigue siendo hoy una lectura obligada. En esta obra, este psiquiatra austriaco narra lo que fue su vivencia como judío en el campo de concentración de Auschwitz. Para poder superar los horrores vividos, desde el primer día de su ingreso al campo, se propuso tres cosas: ayudar a otros aprovechando sus conocimientos como médico, aprender de la experiencia, y sobrevivir para compartir su vivencia más adelante.
Durante horas, Frankl se imaginaba parado en Viena frente a un auditorio, dando una charla sobre su experiencia como psiquiatra en un campo de concentración. Comenta en su libro, que en medio de las atrocidades que sucedían a su alrededor, era capaz de tener esta imagen presente, como si ya fuera cosa del pasado.
El mensaje es claro: aún en los momentos más difíciles, tener un propósito importante que realizar en el futuro, le da significado a la vida. Y como lo recuerda Barker, “es una peculiaridad del ser humano que pueda vivir proyectándose en el futuro, y esta es su salvación en los momentos más difíciles de sus existencia”.
Hay una metáfora que me encanta de la película de Barker. La visión positiva es la soga que le permite al ser humano, atravesar el río turbulento de la vida, donde en la orilla opuesta lo espera su futuro. Quienes han logrado cosas importantes como Frankl, han podido aferrarse a esta cuerda, para sortear obstáculos que se percibían como infranqueables. Y sin embargo, al final lograron sobrevivir. Una visión clara del futuro les permitió contar con unos propósitos que les dieron fuerza para no desfallecer, y darles un significado muy especial a sus vidas. Estas personas son unos ejemplos, porque han logrado hacer la diferencia, al dejar unas huellas para que otros los sigan. Esta es la esencia del verdadero liderazgo.
En 1977 Abraham Zeleznik introdujo la distinción entre el gerente y el líder. El rol del primero es el de mantener lo existente. El rol del segundo es preparan a la gente para el cambio y lo que esto significa, basándose en la inspiración, la integridad, el compromiso emocional, y la motivación.
El rol del líder es motivar, inspirar para mover a la gente a una nueva realidad. Para lograrlo, el líder desarrolla aproximaciones frescas a problemas complejos. Proyecta sus ideas en imágenes que entusiasman a las personas. Y desarrollan escogencias que le dan substancia a esas imágenes. Para esto necesita los elementos que le ofrece la visión.
Hay varias recomendaciones para lograr, que una comunidad, tenga una visión positiva de futuro. Esta debe ser :
1- Formulada por líderes, quienes escuchan y exploran el mundo para incorporarla de manera coherente y convincente.
2- Compartida con la comunidad, y esta debe estar de acuerdo para darle el apoyo necesario. Si se logra, se habrá creado una comunidad con visión de futuro. Esto genera un sentido de dirección, y con estos acuerdos, el proceso de toma de decisiones se mejora sustancialmente porque se evaluarán en función de los objetivos compartidos.
3- Amplia y detallada. No bastan las generalidades. Es necesario que quede claro el que, el como, el cuando y el porqué, para que cada miembro de la comunidad encuentre su lugar en esa visión compartida de futuro. Debe saber como va a contribuir y a participar hacia adelante.
4- Positiva y alentadora. Debe tener alcance, desafiar a todos a superar los obstáculos más allá de nosotros mismos, y debe de justificar el esfuerzo individual y colectivo.
Otra reflexión que me parece fundamental: el papel de los valores en la formulación de una visión positiva del futuro. Estos deben de ser los que determinan la rectitud de los objetivos propuestos. Sin este marco de referencia, la visión puede ser inmoral y poco ética. Este fue el caso de Hitler, con su visión de un pueblo ario superior, no contaminado por otras etnias. El resultado fue el holocausto que significó la muerte de millones de personas. Sin embargo, los valores no determinan el camino. Y como nos lo recuerda Barker: “sólo una visión positiva de futuro define tu destino”.
Otra reflexión importante: todos podemos contribuir a definir nuestro destino con la fuerza de nuestra visión. El desafío está en encontrar un propósito superior que nos guíe hacia adelante. Esto nos permite dejar de ser observadores y críticos, para pasar a ser actores activos. Imaginar el futuro es el primer paso para crear nuevas realidades.
Y unas reflexiones finales: “una visión de futuro sin acción es simplemente un sueño; una acción sin visión de futuro carece de sentido; una visión de futuro puesta en práctica puede cambiar el mundo”. La visión permite tener un mapa conceptual de hacia dónde ir, da significado y ayuda a generar identidad. La visión está en el corazón del pensamiento contemporáneo sobre el liderazgo.
Pero se necesita algo más que la parte cerebral, se necesita que las personas “sientan” algo para motivar su entusiasmo, tocando su emocionalidad, para energizarlos. Esta dimensión sumada, a la cognocitiva, dispara la inspiración, que permite a gente normal hacer cosas extraordinarias. Pero para hacerlo, hay que salirse de lo convencional para generar curiosidad, deseo, optimismo, y empoderamiento. También, conectar con una causa noble que motiva emociones como el orgullo, la pertenencia, la pasión, la empatía, la calidez, y la confianza
En estos momentos, cuando el mundo está cambiando dramáticamente, cuando Colombia está muy cerca de pasar la página del capítulo más sangriento de nuestra historia, lo que más añoro es la falta de propuestas, que permitan construir una visión de futuro para la sociedad colombiana. Veo a unos dirigentes políticos y empresariales, aferrados al pasado porque no han entendido que, el verdadero liderazgo, se fundamenta en generar un gran propósito colectivo para movilizar el apoyo a las decisiones estratégicas, que tenemos que tomar en nuestro camino del desarrollo.
Es en este contexto, quiero invitarlos a ustedes, como alumnos de esta promocion, a que nos ayuden a construir la red de Origen, porque se ha abierto una oportunidad histórica en Bogotá, para contribuir a cambiar nuestra realidad. Pero para hacerlo, tenemos que ser capaces de ayudar a formular una visión positiva del futuro para nuestra región. Esperaría que fuéramos un ejemplo para otras regiones del país. Una sociedad sin un norte común, no tiene futuro. Ese es el gran reto del liderazgo.
Muchas gracias.
Francisco Manrique
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