Por: Francisco Manrique
En un pasado blog compartí con mis lectores, las palabras que le dirigí a un grupo de participantes que fueron seleccionados para ser parte del proceso de formación : LIDERAZGO TRANSFORMADOR Y DIVERSIDAD, promovido por la Fundación Oriegen Comunidad de Liderazgo, con el patrocinio de Amarilo. Dos comentarios que alcancé a leer, como reacción a mis palabras, me llamaron mucho la atención, porque mencionaron a la polarización a la que hice referencia, como un pretexto y una manipulación, para impedir que en Colombia haya opiniones diferentes.
Y me imagino, porque no fue explicito el comentario, que se referían a las élites que han dentado el poder en nuestro medio, y que desde diferentes orillas del espectro ideológico y político, en este caso utilizan a la polarización como una palabra descalificadora, para acallar a la oposición y en contra de la libertad de protesta y de opinión .
Esta anécdota, puso de manera muy visible e interesante, una de las grandes paradojas y problemas del mundo contemporáneo: vivimos en la era de las comunicaciones exacerbadas por la tecnología, pero tenemos cada vez más dificultad para comunicarnos a todos los niveles en la sociedad. .¿Porqué ?.
Antes de analizar el significado de la polarización, creo conveniente repasar la importancia que tiene el aclarar el significado de las palabras que utilizamos, especialmente en conversaciones, en presentaciones como fue mi caso, o discusiones, donde ciertas palabras juegan un papel protagónico para expresar una idea o un concepto.
Rafael Echeverría, en su libro la Ontología del Lenguaje, postula que interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos, que viven en el lenguaje y este es la clave para entender los fenómenos humanos. El poder de la palabra que genera acción, hace que sucedan cosas, crea la realidad, forja el futuro. Por esta razón es qué hay que ser muy cuidadoso con el uso de las palabras y garantizar qué hay una comprensión compartida de ellas.
Desde la Ontología del lenguaje el tema es muy importante. Por ejemplo: cuando yo digo que esto es una silla, y hay un acuerdo colectivo sobre el uso de esta palabra y su relación al objeto descrito, tenemos una base para una conversación común. Pero si no hay el acuerdo, para algunos el objeto existe en el lenguaje y es una silla. Para otras personas, simplemente no la reconocen o no la ven. El problema es aún mayor, cuando nos referimos a conceptos más abstractos como es el caso de la polarización.
El planteamiento anterior hace necesario revisar un supuesto, que en general lo vemos obvio y que no lo cuestionamos ni validamos, cuando deberíamos hacerlo como medida higiénica para cuidar las relaciones, o antes de iniciar un diálogo, una conversación o una presentación que busca abrir un espacio sobre un tema importante.
El supuesto dominante es el siguiente: para quienes hablamos un mismo lenguaje, creemos que el significado de las palabras, utilizadas para describir la realidad en cualquier espacio, es el mismo para todos los que las usan. Por lo tanto, nos debe de servir como base para hacer una descripción y una interpretación común de un objeto, una situación o una idea para discutirla, generar alguna acción o llegar a algún acuerdo.
Pero muy pocas veces nos tomamos el trabajo de validar el significado de una palabra donde está juega un papel muy importante. Esta debería una necesaria práctica en cualquier diálogo o conversación, en la elaboración de una propuesta o informe, o en una presentación como fue mi caso, cuando se utilice el lenguaje para referirse a un fenómeno o una cosa, o expresar una idea.
Por lo tanto, es muy importante verificar antes, si hay un acuerdo con el significado de las palabras que se van a utilizar y que son relevantes para el tema. Especialmente en casos como el de la polarización, cuando es una palabra controversial y que despierta emociones complejas . ¿La razón? Porque el acuerdo sobre su significado, va a jugar un papel fundamental en el entendimiento de la realidad común que afecta a los participantes .
En algunas proyectos en que estoy vinculado, se ha tomado la decisión de establecer un diccionario de significados compartidos, de los términos y palabras que tienen una importancia para la comunicación de la iniciativa.
Cuando esto no se hace de manera explícita y sistemática, existe el gran peligro de que se suponga que hay una interpretación acordada, cuando no la hay. El resultado es que utilicemos un lenguaje sin significados comunes, que nos impide tener una mejor comprensión colectiva para avanzar. Se imposibilitan las conversaciones que permitan resolver diferencias, lograr acuerdos, o proyectar acciones futuras.
Este es el caso la polarización, palabra que puede tener tantas interpretaciones y matices, como sea el número de personas al que se les pregunte su opinión.
Tengo la sospecha, que en en una sociedad tan diversa y convulsionada como la nuestra, esta disparidad de interpretaciones del significado de la polarización, es además la consecuencia de la manipulación de esta palabra. También, es el resultado de unas campañas muy efectivas de desinformación y de desorientación, utilizando las redes sociales, y promovidas desde los extremos del espectro político en que se ha venido dividido nuestro país, y que hoy se está agudizando aún más, en esta época preelectoral.
¿Pero que se busca con distorsionar el significado de una palabra como la polarización y otras similares o distintas? Evidentemente es impedir que la gente tenga criterios mejor fundados para la interpretación de su realidad. Por esta razón, el fin último parecería ser el confundir, desorientar y socavar aún más nuestra precaria democracia. Es una estrategia que ya hemos visto en otras latitudes para llegar al poder y quedarse con él. No para mejorar la situación de la gente, como hoy se evidencia en el caso de Venezuela.
De ese tamaño es el poder de la palabra!!! Y por esta razón son tan peligrosos los demagogos y populistas, que desde los extremos ideológicos, la usan solo en beneficio propio, para manipular la emocionalidad de la gente y aumentar su desorientación, aprovechando los inmensos vacíos de liderazgo que se han evidenciado en esta época, especialmente con la pandemia en Colombia.
Con las reflexiones anteriores, veamos entonces cuál podrían ser los significados de la palabra polarización. Para ello, no hay nada más útil que utilizar al señor Google con este fin. Veamos que encontré.
La polarización de las actitudes o la polarización de las creencias, es el fenómeno psicológico por el cual una diferencia de opinión se hace más extrema, a medida que las pruebas opuestas de las correspondientes partes, plantean sus respectivos puntos de vista.
En política, polarización es el fenómeno por el cual la opinión pública se divide en dos extremos opuestos. También, se refiere a las facciones extremas de un partido político que ganan espacio o apoyo dentro del mismo.
La polarización de grupo ocurre durante la guerra y en otros momentos de conflicto y ayuda a explicar parcialmente el comportamiento violento y el conflicto en sí.
Como se puede observar, hay diferentes miradas sobre el tema. ¿Qué hacer? Entender el contexto en el que el término se va a utilizar y hacer evidente el significado que más aplica. Por ejemplo, en mi caso, yo debería haber precisado que me refería al fenómeno psicológico donde una diferencia de opinión, sustentada unas creencias y actitudes diferentes, se hace más extrema, haciendo imposible encontrar un terreno común para lograr algún acuerdo. Claramente no me refería a la polarización como un instrumento para acallar las opiniones contrarias.
¿Y cuales son las consecuencias de esta desalineación de significados sobre este tema?
En el campo de las relaciones humanas, implica que la polarización se convierte en una gran barrera para construir un propósito común, llegar a acuerdos desde la diversidad y el respeto del otro. La polarización dificulta muchísimo construir puentes para cerrar las brechas que hoy nos separan entre géneros, generaciones, realidades sociales, etc.
En el campo de la política, significa que, a los actores políticos más o menos institucionales, los partidos políticos pero también los actores informales de la vida política en la sociedad, les cuesta ponerse de acuerdo sobre los medios legítimos que deben usare para resolver los problemas del Estado.
En cualquier caso, la consecuencia mas grave en relación a una sociedad polarizada, es que los problemas se patean hacia adelante (ver un blog anterior) y se acumulan. Y cuando finalmente estallan, destruyen la relación, la capacidad colectiva de encontrar soluciones comunes, el tejido social de la familia y el de una sociedad.
Por lo anterior, es bueno afirmar que la polarización es un cáncer, que hoy está minando las bases de la democracia en muchos países como el nuestro, por lo que debe ser un tema de gran preocupación sin el cual, es imposible construir un futuro común en una sociedad. Al final, ese es el significado que deberíamos entender para actuar y contrarrestar sus efectos.
PD: le voy a hacer llegar este blog a las 82 personas que estuvieron en el evento de cierre de Origen, con el propósito de contribuir desde una pedagogía sencilla, a responder la pregunta: ¿porque es importante aclarar el verdadero significado de la palabra polarización? Espero que así se entienda, especialmente por parte de aquellas personas que tienen un significado distinto y distante del concepto y de sus consecuencias personales y sociales cuando esta tan presente, como hoy sucede en Colombia.
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