Por: Elena Burga Cabrera.
Al celebrar el día de la lengua materna, debemos reconocer que todos tenemos nuestra lengua materna. La lengua materna es la lengua que aprendemos primero a hablar, la que nos enseñaron nuestros padres en el seno del hogar y en la que primero logramos comunicarnos.
En el Perú, la mayoría de peruanos tiene al castellano como su lengua materna, pero hay también muchos peruanos y peruanas, más de 4 millones, que tienen una lengua originaria como lengua materna. Las 47 lenguas originarias que existen en el Perú son la lengua materna del 16% de ciudadanos y ciudadanas de diferentes pueblos indígenas[1]. De ellos, un millón 400 mil son niños, niñas y adolescentes que estudian en aproximadamente 20 mil escuelas, ubicadas en comunidades indígenas de los Andes y la Amazonía.
Todo ser humano tiene derecho a desarrollar su proceso educativo en su lengua materna, sea esta el castellano o una lengua originaria. Por ello, los estudiantes que tienen una lengua originaria como lengua materna y pertenecen a un pueblo indígena requieren una educación acorde con su cultura, que se desarrolle en su lengua materna y considere el aprendizaje del castellano como segunda lengua. Es decir, requieren una Educación Intercultural Bilingüe (EIB), política nacional que se viene implementando con mayor pertinencia y calidad en los últimos cuatro años en el Perú.
La escuela intercultural bilingüe (escuela EIB) promueve el fortalecimiento de la identidad personal y colectiva de los estudiantes y busca formar ciudadanos que puedan desarrollarse tanto en su medio social y natural como en otros escenarios socioculturales; asimismo, que puedan comunicarse adecuadamente en su lengua materna indígena y otras lenguas de comunicación más amplias como el castellano y una lengua extranjera.
En la escuela EIB se desarrolla un currículo que considera los conocimientos, prácticas y valores de la cultura indígena local y los articula con los conocimientos de otras culturas y la ciencia. Asimismo, se promueven procesos de enseñanza-aprendizajes que asumen como eje pedagógico las actividades sociales y productivas de la comunidad y se rescata la cosmovisión indígena en relación con el vínculo armónico con la naturaleza y con los principios del Buen Vivir. Para ello, se garantiza la participación de distintos tipos de actores en la escuela, como padres y madres de familia, ancianos y sabios de las comunidades, que son los conocedores de la cultura y la lengua y los que transmiten los saberes de generación en generación.
Los procesos pedagógicos se desarrollan en la lengua originaria y en castellano, y ambas lenguas se aprenden como áreas. Por ello, se requieren docentes que conozcan la cultura y hablen la lengua de los estudiantes. En la secundaria, también aprenden el inglés como lengua extranjera.
En estas escuelas se viene dotando, de manera progresiva, de materiales de calidad en la lengua originaria, para todos los niveles y grados educativos y para las diferentes áreas curriculares, así como en castellano como segunda lengua. De igual manera se promueve el uso de las TIC en los procesos de aprendizaje y se producen herramientas pedagógicas digitales tanto en castellano como en la respectiva lengua originaria de los estudiantes.
La EIB no solo se desarrolla en las escuelas que tienen una lengua originaria como lengua materna, también en aquellas que, por diversos motivos, los estudiantes indígenas han perdido o están perdiendo la lengua de sus padres y abuelos y quieren revitalizarla. En efecto, esto constituye un derecho colectivo de los pueblos indígenas y por ello se impulsa el Modelo de Servicio de EIB, que comprende tres formas de atención:
- EIB de fortalecimiento cultural y lingüístico, dirigida a los estudiantes de pueblos originarios que tienen la lengua indígena como lengua materna y deben aprender el castellano como segunda lengua.
- EIB de revitalización cultural y lingüística, dirigida a los estudiantes de pueblos originarios que han perdido o están perdiendo la lengua y quieren revitalizarla.
- EIB de fortalecimiento o revitalización cultural y lingüística en ámbitos urbanos, dirigida a los estudiantes de pueblos indígenas migrantes que actualmente estudian en instituciones educativas periurbanas y urbanas.
Además, los estudiantes que tienen el castellano como lengua materna tienen también derecho, si así lo desean y demandan explícitamente, a aprender una lengua originaria como segunda lengua. Este derecho se enmarca en la política de Educación Intercultural para Todos (EIT) que está dirigida a todos los estudiantes e instituciones educativas del país, en virtud de que la interculturalidad es uno de los principios rectores de todo el sistema educativo.
[1] Según el censo nacional de población 2007.
Elena Burga Cabrera es la Directora General de Educación Intercultural Bilingüe y Rural (DIGEIBIR) del MINEDU – Ministerio de Educación, Perú.
Nota publicada en el Blog de la Educación Mundial de la UNESCO, reproducida en PCNPost con autorización
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