El extraño caso de las mujeres que desaparecían a los 49 años

Por: Jennifer McCleary-Sills y Cailin Crockett.

Los Blogs del BID LogoSeamos sinceros, envejecer es difícil. Y es particularmente difícil para las mujeres, que son menos visibles en esta etapa de la vida. Casi el 25% de las mujeres del mundo son mayores de 50 años y representan más de la mitad de la población de 60 o más años.

Sin embargo, sabemos muy poco acerca de lo que les ocurre después de los 49 años: su salud sexual, actividad económica o experiencias de violencia.

¿Por qué? Pues porque a nivel mundial sólo se recogen datos comparables de las mujeres en edad reproductiva, de los 15 a los 49 años de edad. Después de eso, las mujeres se vuelven prácticamente invisibles, desaparecen. Y esa invisibilidad puede ser peligrosa, especialmente cuando sirve para ocultar abuso y violencia.

Las diferentes culturas de todo el mundo tienen actitudes muy distintas en torno al envejecimiento, actitudes que tienen un efecto enorme en nuestras experiencias personales. Algunas culturas todavía celebran y veneran a sus mayores (por ejemplo, la china, la coreana, la griega o la de los nativos americanos). Pero en la mayoría de las sociedades occidentales la vejez es comúnmente vista de forma negativa, una carga, algo que relegar tras una puerta cerrada y apartar del camino de un mundo que vive a toda velocidad.

En este contexto, las mujeres mayores se convierten en víctimas muy vulnerables a actos de violencia ejercidos por una amplia gama de actores, incluidos sus cónyuges, familiares y cuidadores. Y sin medir esta violencia como lo que es, un claro desafío al desarrollo, no nos será posible entender este fenómeno en toda su magnitud.

Un estudio reciente de la Unión Europea encontró que el 28% de las mujeres de 60 años de edad o más reportaban haber experimentado algún tipo de abuso en el último año. Como en el caso de las jóvenes, el agresor más frecuente era su cónyuge o pareja íntima.

Y en Estados Unidos una reciente investigación reveló que ni el envejecimiento protege a las mujeres contra la violencia sexual, y que estos crímenes casi nunca se denuncian ante la policía: las mujeres mayores de 65 años reportan un 15,5% menos las agresiones sexuales cometidas por hombres que no son su pareja que las mujeres de entre 25 a 49 años.

Nueva nota sectorial sobre la violencia contra las mujeres mayores:

Conscientes de las importantes brechas que existen en el campo del desarrollo entre política y práctica a la hora de hacer frente a la exclusión y la violencia contra las mujeres de edad avanzada, la Guía de recursos sobre la violencia contra las mujeres y las niñas incluye una nueva nota sectorial (en inglés, pronto disponible también en español) que examina la evidencia disponible, la falta de datos y puntos de partida claves para hacer frente a este problema. El documento también ofrece varios ejemplos de iniciativas exitosas que pueden servir de inspiración para nuevos trabajos en esta área.

Un ejemplo es el proyecto de la Comisión Europea Rompiendo tabúes, que ha incrementado la capacidad de los y las profesionales que trabajan con adultos mayores para detectar la violencia contra las mujeres de edad avanzada y proporcionar los servicios de apoyo que requieren las supervivientes.

Otro nace de los esfuerzos realizados por el Gobierno del Perú para visibilizar a las mujeres mayores de modo que pudieran beneficiarse del programa Pensión 65, una pensión no contributiva para las personas de más de 65 años. Debido a que muchas mujeres mayores habían vivido toda su vida sin un registro formal de nacimiento o documentación alguna, el Registro Nacional de Identificación y el Estado Civil se movilizaron para registrar e incluir en el programa a medio millón de personas mayores pobres: de ellas el 55% eran mujeres.

Construyamos sobre estas experiencias y trabajemos juntos para ayudar a las mujeres mayores a salir a la luz y para reintroducir la dignidad y el respeto en el proceso de envejecimiento de nuestras sociedades. ¿Cómo podemos hacerlo? Por ejemplo:

  • Invirtiendo en ampliar la recopilación de datos sobre mujeres mayores de 49
  • Incluyendo las voces y necesidades de las mujeres mayores en los planes de acción nacionales sobre violencia contra las mujeres y las niñas e igualdad de género
  • Capacitando a los proveedores de servicios, para reducir sesgos por motivos de edad que impiden el acceso a víctimas de violencia mayores.

En la celebración del Día Internacional de las Personas de Edad, (Octubre 1), quiero hacer una propuesta: ¿podemos todos identificar al menos una forma de ayudar a garantizar que las mujeres mayores reaparezcan y sigan siendo una prioridad más allá de los 50?


Jennifer McCleary-Sills es Directora de Violencia de género y derechos de las mujeres en el Centro Internacional de Estudios sobre la Mujer (ICRW por sus siglas en inglés) y Cailin Crockett es Asesora Especial sobre políticas de género y derechos de los adultos mayores en el Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos.


Nota publicada en el blog “Y si hablamos de igualdad” del Banco Interamericano de Desarrollo BID, reproducido en PCNPost con autorización.


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