Por: Tarek Kotb
A veces no nos damos cuenta de que no todo el mundo tiene acceso a infraestructura vial. De hecho, para las comunidades rurales que viven en zonas remotas, este tipo de infraestructura puede suponer un cambio enorme. Las carreteras facilitan el acceso de las poblaciones del medio rural a escuelas, hospitales, mercados y bancos, y posibilitan la llegada de bienes, información y servicios.
La infraestructura rural, en particular las carreteras y la relacionada con los recursos hídricos, resulta esencial para las economías rurales productivas. No obstante, a menudo los dos tipos de infraestructura se encuentran enfrentados.
Las inundaciones, las tormentas de polvo y el agua estancada dañan las carreteras y, a su vez, estas últimas pueden obstaculizar el drenaje de agua y contribuir así a las inundaciones y la erosión, además de impedir la restitución del agua freática.
La iniciativa Green Roads for Water (GR4W), que plantea un enfoque integrado de las carreteras y la gestión del agua, contribuye a un mejor funcionamiento de ambas y al crecimiento económico sostenible.
Carreteras sostenibles desde el punto de vista ambiental para contribuir a los recursos hídricos
La iniciativa se basa en el principio de que la infraestructura se concibe para aportar beneficios, no para causar daños, y que las carreteras pueden utilizarse para la gestión del agua, sobre todo para la recogida y el almacenamiento. Las comunidades que viven cerca de carreteras obtienen un triple beneficio: carreteras más fiables y resilientes al clima, paisajes no degradados y nueva infraestructura hídrica.
El diseño de la iniciativa Green Roads for Water varía en función del contexto geográfico y los niveles de tráfico previstos. En las zonas áridas, pueden diseñarse carreteras para recoger y almacenar agua. En las zonas propensas a inundarse, la infraestructura vial puede ayudar a gestionar la escorrentía. Las carreteras demarcadas con árboles permiten reducir la polvareda y captar carbono. En las zonas montañosas, impiden la erosión y protegen los manantiales, mientras que en las costeras, hacen de barrera contra las inundaciones.
Carreteras y poblaciones resilientes
En Kenya, las autoridades del distrito de Makueni se basaron en los principios de la iniciativa Green Roads for Water para almacenar el agua de lluvia y rehabilitar cárcavas deterioradas a lo largo de 403 km de carretera. Los canales de desagüe llevaron agua de las carreteras a las explotaciones agrícolas, las pequeñas presas permitieron evitar que las inundaciones provocaran una mayor erosión y los pasos de ríos habilitados para vehículos se modificaron para recoger y almacenar el agua de las riadas.
En Etiopía, cientos de comunidades participaron en el proyecto de la Oficina de Agricultura de la región de Amhara centrado en las cuencas hidrográficas de esta región. Gracias a las medidas adoptadas en el marco de la iniciativa Green Roads for Water, como los canales de distribución del agua procedente de las crecidas y las zanjas para encauzar el agua de escorrentía desde las carreteras, en poco tiempo se logró que el suelo fuera fértil y húmedo y mejorar así la productividad agrícola.
Los principios en que se sustenta la iniciativa también pueden ayudar a reducir la vulnerabilidad a los desastres climáticos. En Bangladesh, en el marco del proyecto Promoción de la Resiliencia de las Personas Vulnerables mediante el Acceso a la Infraestructura, la Mejora de sus Competencias y la Información (PROVATI) se construyeron 162 km de carreteras resilientes al clima que posibilitaron el acceso de los productores a los mercados. En este país de baja altitud, las carreteras construidas por encima del nivel del suelo son anchas y están elevadas, a fin de que las personas y el ganado puedan utilizarlas incluso durante las inundaciones, y al mismo tiempo sirven de protección de las tierras circundantes.
En estos tres ejemplos, no solo las carreteras soportan mejor los efectos de los fenómenos relacionados con el agua, sino que las comunidades también disponen de mejores recursos hídricos. Pueden cultivar más y obtener mayores ingresos, sin dejar de estar en contacto con el resto del mundo.
Es posible contar con carreteras más sostenibles desde el punto de vista ambiental
Las soluciones de la iniciativa Green Roads for Water no son costosas y, sin embargo, los beneficios pueden ser extraordinarios.
Con la implicación de las comunidades locales y la colaboración entre expertos creativos especializados en infraestructura vial e hídrica, pueden lograrse grandes hitos: carreteras que conecten a la población rural con el resto del mundo y que al mismo tiempo preserven el medio ambiente y mejoren la resiliencia al clima.
Nota publicada en FIDA, reproducida en PCNPost con autorización.
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