“Yo soy yo, como cada quisque, género aparte…” Esta frase se la escribió Unamuno al crítico Fernández Villegas en una de las 40 cartas, 30 de ellas inéditas, que desde hoy se muestran en la Biblioteca Nacional de España y que descubren la compleja personalidad íntima, política y creadora del filósofo.
“Yo, Unamuno” es el título de la exposición, coorganizada por la Universidad de Salamanca (oeste de España) y la Biblioteca Nacional, institución que custodia más de cien cartas autógrafas de este autor vasco, símbolo de la generación del 98, de las cuales ahora se muestran estas 40.
Una exposición comisariada por Colette y Jean-Claude Rabaté, quienes explicaron, durante la presentación, cómo a través de las miles de misivas que escribió el autor de “Niebla” se descubre la historia de España en paralelo a la intimidad del poeta, y también su desaliento.
Se calcula que el escritor, ensayista, poeta y periodista (Bilbao, 1864 – Salamanca, 1936) escribió más de 40.000 cartas, un material no incluido hasta el momento en sus “Obras Completas”.
Esta exposición de cartas autógrafas de Miguel de Unamuno guardadas en la Biblioteca Nacional de España redescubre la personalidad polifacética y compleja de uno de los mayores artífices de la “Edad de Plata” y los hitos de una vida estrechamente vinculada con la historia de España: al hombre en su intimidad, con sus momentos de esperanza o de desaliento; a uno de los primeros intelectuales españoles cuya faceta política quedó oculta durante varias décadas; al escritor, ensayista y periodista que anhelaba distinguirse en todos los campos, mezclando los géneros. Biblioteca Nacional de España, BNE
“Estas ‘Obras Completas’ hasta hoy han estado incompletas, porque el epistolario no está y es inmenso. En las cartas se ve al que fue el gran intelectual español del primer tercio del siglo XX”, explicó Jean-Claude Rabaté, quien junto a su esposa está preparando la publicación de estos escritos.
Entre las piezas mostradas en la exposición destaca “De Fuenteventura a París: diario íntimo de confinamiento y destierro vertido en sonetos (1924-1925)”, autógrafo con correcciones que abarca 117 hojas y emblemático ejemplo de la conjunción entre escritura de confesión y creación literaria.
También tiene especial importancia en la muestra el borrador autógrafo de “El Otro”. “Se trata de una pieza muy importante, redactada en un cuaderno de colegial francés. Unamuno incursiona en el yo de los demás, y algunos estudiosos ven en este manuscrito el conflicto continuo que Unamuno tuvo con su hermano Félix durante toda la vida”, explican los comisarios.
“El drama del ‘El Otro’ se refiere en realidad al drama familiar, al enfrentamiento entre Caín y Abel, al de las dos Españas”, precisan. También se exhiben las cartas desde el destierro, el exilio, entre 1924 y 1930, con un Unamuno desesperanzado, con “odio” hacia los políticos y militares y angustiado por los problemas familiares.
Unas cartas adquiridas por la Biblioteca Nacional que, en opinión de la pareja de comisarios, constituyen una pieza “única” que consta de más de un centenar de sonetos, compuestos sobre todo en el destierro en Fuerteventura y en París.
Todo un material que muestra a un Unamuno “ególatra pero fiel a sus amigos. En estas cartas inéditas se nota esa fidelidad. También decía que la persona a la que mejor conocía era a él mismo, y de ahí ese proceso de ‘unamunizarse'”, argumentan los comisarios, el matrimonio Rabaté.
Sus frustraciones como autor teatral por la dificultad con sus textos -“Creo que a la gente le va a costar seguir mis ideas”, escribe-; la influencia que tuvo en él el protestantismo liberal alemán; sus críticas a los colonizadores forman también parte de estas cartas.
“Solía escribir entre tres o cuatro cartas diarias. Y solamente en la casa de Unamuno hay veinte mil recibidas. Pero, durante el franquismo, muchos se deshicieron de las cartas que les enviaba el escritor, por miedo”, concluyen los comisarios. (EFE)
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