¿Se distanciará Estados Unidos de México? ¿Frenará el presidente Donald Trump el acercamiento con Cuba? La elección del republicano a la Casa Blanca genera dudas y preocupación en América Latina.
En ocho años de gobierno de Barack Obama, los países latinoamericanos despejaron antiguos recelos hacia Washington y la expectativa generalizada en muchas capitales era continuar ese camino con la demócrata Hillary Clinton, heredera declarada de sus políticas y favorita en las elecciones presidenciales del martes.
Pero el triunfo de Trump, conocido por sus hoteles y casinos, y no por su experticia política -menos aun en diplomacia- sumergió a la región en la imprevisibilidad.
“El impacto para América Latina de esta elección no va a ser positivo desde ningún punto de vista”, señaló la politóloga colombiana Sandra Borda, augurando un retroceso en el acercamiento con Cuba y distanciamiento con México.
A lo ancho del espectro ideológico los gobiernos de América Latina recibieron el resultado “con shock, mucha preocupación obviamente y mucha incertidumbre”, dijo Michael Shifter, experto del Diálogo Interamericano, un centro de análisis en Washington.
¿Habrá muro?
México es el país que enfrenta más riesgos: Trump amagó con renegociar el Tratado Norteamericano de Libre Comercio (TLCAN), forzar al gobierno mexicano a pagar un muro fronterizo y deportar a los millones de inmigrantes indocumentados, a los que acusó de “violadores”.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, acordó reunirse con Trump, a quien le señaló que ambos países son “amigos, socios y aliados”. No obstante, su canciller, Claudia Ruiz-Massieu, reconoció que la elección modifica los términos en la relación bilateral.
El triunfo del magnate de 70 años retumbó en los mercados y el peso mexicano cerró con una fuerte caída de 7,18% este miércoles.
Para Shifter, los mexicanos “enfrentan un dilema”: ser pragmáticos con su primer socio comercial -en 2015 se intercambiaron 532.000 millones de dólares- o adoptar un tono confrontativo para defender su “dignidad”.
De todos modos recomponer el daño “va a ser muy difícil”, apuntó Borda, señalando que los dos países deben primero superar el impasse creado en la primera reunión en México entre Peña Nieto y Trump en agosto y las arremetidas xenófobas del magnate.
Además, al presidente Trump “le va a resultar muy difícil bajarse” de la promesa del muro, puntal de su apoyo en las clases populares blancas que lo impulsaron a la Casa Blanca, dijo la experta.
¿”Ugly American”?
Su retórica contra los inmigrantes indocumentados y estilo retador también serán propensos a causar molestias en una región con una traumática historia de intervenciones estadounidenses.
Borda prevé que Trump actúe con “mano dura” y de manera unilateral en su aproximación con América Latina, enterrando el “estilo más horizontal” y multilateral promovido por Obama en Cuba y Venezuela.
“Si actúa como el ‘ugly american’, esa caricatura tradicional del gringo que domina y decide lo que América Latina debe hacer, va a ser un desastre”, señala Shifter.
Para el analista parte de la ansiedad proviene de la explosiva personalidad del próximo residente de la Casa Blanca, una figura “difícil de predecir” que ha cambiado en dos años sus posturas sobre el acercamiento diplomático con Cuba.
Trump tendrá facultades presidenciales para revertir la apertura económica autorizada por Obama, aunque de hacerlo se mediría a la oposición de la mayoría de los estadounidenses y de su propio partido.
Pero los expertos esperan que el republicano asuma una postura más frontal que Obama ante el gobierno de Raúl Castro, que este miércoles envió una escueta felicitación a Trump y anunció que la semana próxima realizará su tradicional ensayo de defensa frente al “enemigo” norteamericano.
¿Ola antiimperialista?
Hacia dónde llegará Trump con los demás temas regionales es una nebulosa, aunque ya expertos descartan el resurgimiento de una ola antiimperialista radical latinoamericana –como la que surgió en los tiempos del venezolano Hugo Chávez– y creen que una región con un mayor peso en la arena internacional adoptará un enfoque pragmático y pacífico.
El proceso de paz en Colombia, por ejemplo, “no está en su radar” y de la interminable crisis política en Venezuela “ha dicho muy poco”, dijo Shifter. ¿Sobre la incertidumbre en Brasil o el reacercamiento con Argentina? “Nada”.
Una de las razones es que Trump, que cabalgó una ola de desprecio hacia la clase política estadounidense, no cuenta con un equipo de especialistas, y sus pocos asesores no tienen amplios conocimientos de América Latina.
“Está funcionando en un vacío, falta de conocimiento y falta de comunicación para una política más allá de los eslóganes”, dijo Shifter.
“La pregunta es si es capaz de armar equipo, de escuchar gente, especialistas y moderar algunas de sus ideas”, añadió. AFP
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