El volcán Wolf, en las islas ecuatorianas Galápagos, entró en erupción el lunes después de 33 años de inactividad aunque las autoridades descartaron que la lava afecte a las únicas iguanas terrestres rosadas del mundo que habitan en sus alrededores o alcance asentamientos humanos.
Tras un sobrevuelo por la zona, “se confirma que no hay afectación directa a especies de fauna endémica”, dijo el Parque Nacional Galápagos (PNG) a través de su cuenta de Twitter.
De 1.707 metros de altura, el volcán Wolf se reactivó en la madrugada y arrojó flujos de lava que descendieron por el flanco opuesto a la zona donde están las iguanas rosadas y otras especies originarias como iguanas amarillas y las tortugas gigantes Chelonoidis becky. El macizo, que desde 1982 no erupcionaba, está ubicado en el norte de la isla Isabela, la más grande del archipiélago ecuatoriano, Patrimonio Natural de la Humanidad. Los pobladores están a unos 115 km del sur del volcán, por lo que no enfrentan riesgo alguno por el fenómeno natural. “Con en esta erupción, también es poco probable la afectación a la población de estas especies”, dijo una fuente del PNG bajo reserva.
La reactivación volcánica generó una fumarola que alcanzó unos 15 km sobre el cráter. “Esta erupción generó una columna muy importante de más de 10 km de altura, y posteriormente se dirigió hacia la parte suroccidente del volcán. Sin embargo, no se reporta y no se tiene ningún tipo de afectación hacia la población”, dijo a la prensa Sandro Vaca, del Instituto Geofísico de Quito.
La actividad eruptiva se puede mantener por varios días, con flujos de lava que eventualmente descenderán hasta el mar, según el experto.
Una especie única:
El fenómeno fue avistado por la tripulación de un barco turístico, que dio aviso a las autoridades. Imágenes divulgadas por el PNG en las redes sociales muestran vertientes de lava y material incandescente descendiendo por uno de los flancos del Wolf, y una fumarola elevándose del cráter. El PNG señaló que la erupción no representaba un riesgo para las operaciones turísticas, por lo que no se han cerrado los sitios de visita cercanos al volcán.
Pese a que fue descartado un riesgo inminente sobre la fauna, las autoridades y ambientalistas siguen atentos a la evolución del fenómeno.
La Isabela es santuario de las únicas iguanas terrestres rosadas detectadas en el planeta. Los primeros individuos de esa especie fueron hallados en 1986, y tras investigar por varios años su componente genético, se determinó que se trataba de un reptil de características desconocidas.
La iguana pertenece al género de las Conolophus y su rasgo más llamativo es el color rosado, que en su momento se atribuyó a una pérdida de pigmentación. Solo hasta 2009 se dio a conocer al mundo su existencia como especie endémica de Galápagos. Cada individuo puede alcanzar hasta 1,80 m de longitud. A diferencia de otras iguanas terrestres, su cresta no termina en puntas.
Localizado a unos 1.000 km de la costa de Ecuador, el archipiélago de Galápagos está conformado por 13 islas y es considerado una de las zonas volcánicas más activas del mundo, de acuerdo con el Geofísico.
Además del Wolf, en la isla Isabela están los volcanes Darwin, Alcedo, Cerro Azul y Sierra Negra.
Las islas Galápagos derivan su nombre de las gigantes tortugas que las habitan, y fueron el laboratorio natural en el que se inspiró el científico inglés Charles Darwin para elaborar su teoría sobre la evolución de las especies en el siglo XIX. (AFP)
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