Por: Mario De La Puente.
Varios informes tanto nacionales como internacionales posicionan a Colombia como uno de los principales destinos médico-turísticos en América Latina por sus atractivos naturales, el aprovechamiento de diversas ventajas fiscales y el aumento de la confianza inversionista en los últimos diez años.
Sin embargo poco se habla sobre qué tan viable es el sector a partir del tipo de paciente que llega a la nación. Lo cierto que es que si bien a través del Programa de Transformación Productiva y más específicamente del documento CONPES 3678 el turismo medico ha acaparado mucha atención por las expectativas de crecimiento, más sin embargo poco de ha investigado sobre la estrategia de crecimiento y sostenibilidad en el largo plazo. Lo anterior debido a que como en muchas otras localidades de atracción médico-turística, existe una demanda esporádica que limita la capacidad de inversión sostenida tanto en infraestructura clínica como en la formulación de atención a pacientes nacionales en el exterior o extranjeros si el consumo de procedimientos de mayor oferta en la nación es esporádico. Poca atención se les da a las aseguradoras y a los intermediarios de servicios de mayor demanda siendo estas las que articulan la base para el sostenimiento de una oferta más allá de la coyuntura.
Poco se sabe sin las clínicas y centros especializados en salud cuentan con alianzas estratégicas entre estas y aseguradoras internacionales que le garanticen un flujo de pacientes periódico o si existen canales diferenciados de captación de nuevos pacientes más allá del boca a boca.
Lo anterior plantea la pregunta de qué tan viable es el sector cuando no se cuentan con datos disponibles en tiempo real que determina la tendencia sectorial más allá de firmas consultoras internacionales e informes municipales aislados. Un reflejo de esta preocupación es que según la firma consultora McKinsey (2008) Colombia lograría acaparar aproximadamente el 5% del total de pacientes internacionales en las diversas categorías, mientras la firma Deloitte (2014) ni siquiera menciona a Colombia entre los destinos de mayor captación de pacientes (nos gana Costa Rica y México) evidenciando una especie de invención de datos con fuentes muy cuestionables.
Si bien el turismo de salud en Colombia es un atractivo como fuente de recaudación de divisas y la oportunidad para la explotación de una especialización en servicios médicos, el no contar con datos oficiales más allá de ponencias e informes desactualizados en la página del Programa de Transformación Productiva y la inexistencia de las alianzas estratégicas entre aseguradoras internacionales y clínicas nacionales (más allá de anuncios publicitarios) refleja la fragilidad del turismo medico colombiano como alternativa industrial para el crecimiento económico de sectores no tradicionales en un entorno de necesidad urgente de sustituir de manera paulatina el sector de minería e hidrocarburos que ya no son tan rentables como hace algunos meses.
Posts relacionados:
Retos del Turismo de Bienestar en Países en Desarrollo
El turismo de salud en Colombia
Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora