Por: César Lorduy.
El 27 de julio de 2014, Cecilia Álvarez Correa, en su momento Ministra de Transporte, en compañía de funcionarios de los gobiernos Nacional y Departamental presentó en Barranquilla a los concesionarios Mario Huertas Cote y Constructora Meco de Costa Rica, adjudicatarios del Proyecto de Concesión Cartagena – Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad que tiene una longitud de 146,7 kilómetros, de los cuales los primeros 110 corresponden al tramo que conecta a las capitales de Bolívar y Atlántico.
Para ese tramo, según la Agencia Nacional de Infraestructura, está contemplada la construcción de una segunda calzada a la vía existente, y esta última será rehabilitada para que cumpla con los estándares de seguridad y calidad estipulados por la Ley 105 de 1993.
La vía está dividida en varios sectores: uno de ellos es el comprendido entre el kilómetro 0 y el 7+500, en el paso por la Ciénaga de La Virgen y el corregimiento de la Boquilla en el Distrito Turístico y Cultural de Cartagena de Indias. Para ese sector está contemplada la rehabilitación y mantenimiento de la calzada existente y de los puentes, la construcción de una segunda calzada y de los viaductos del Gran Manglar, la Ye y el Gran Viaducto.
Los viaductos, cuyo objetivo precisamente es proteger a la Ciénaga de La Virgen y sus manglares, requieren de 37 sitios donde quedarán los apoyos para sostenerlos, lo que afecta 1.706 árboles de mangle que habría que talar. Para hacerlo, los concesionarios, en su momento, solicitaron el permiso de levantamiento de veda y ofrecieron en compensación sembrar 17.060 mangles en un área de 21 hectáreas.
Ante tal petición el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible se ha pronunciado, mediante Resolución N° 0666 del 19 de marzo de 2015, negando el permiso o el levantamiento de la veda para la tala de los mangles. Argumenta que en el sector en el que construirán los viaductos existe una población de mangles Prieto, Colorado, Zaragoza y Bobo que se vería afectada por el desarrollo del proyecto. También dice que estas especies vegetales y la zona donde están son objeto de protección absoluta, por lo que es un imposible, hasta ahora, construir las bases del viaducto y mucho menos el mismo.
Lo extraño y paradójico es que a la vista de todo el que transita por el trayecto de la Boquilla, crecen las invasiones -con un alto nivel de exposición a las crecientes que podría tener la Ciénaga de La Virgen-, que arrasan con todo el manglar, sin permiso de ninguna clase. De manera que si no hay control sobre tal situación –como todo indica que no lo hay– en poco tiempo no habrá mangles para proteger, pero sí muchos problemas para atender.
Sin permiso para colocar las bases del viaducto y con una licencia ambiental suspendida por orden del Tribunal Superior de Cartagena, el proyecto de doble calzada en el kilómetro 0 al 7+500 se encuentra vedado por el Ministerio de Ambiente y por una tutela del Consejo Comunitario del corregimiento de la Boquilla, que reclama más de una consulta previa. De manera que con esa presunta alianza, simbolizada en el mismo número de la Resolución antes citada, entrar a Cartagena desde Barranquilla será a través de un embudo vial cuando el resto de la doble calzada esté construida.
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