La australiana Madeline Stuart, la primera modelo adulta con síndrome de Down y símbolo de la inclusión social de discapacitados, va a hacer realidad su sueño de desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York, que se inaugura hoy hasta el próximo día 17.
La modelo de 18 años, que además padece problemas cardiacos, desfilará el próximo domingo para FTL Moda, y se convertirá en la segunda persona con síndrome de Down en las pasarelas de la Gran Manzana, después de la actriz Jamie Brewer, famosa por su papel en la serie de televisión “American Horror Story”, que lo hizo en febrero pasado.
Más allá de ser modelo, la gran aspiración de Maddy, como llaman cariñosamente a esta joven nacida en Brisbane, es cambiar la imagen de los discapacitados en un sector con códigos de belleza tan estrictos como el de la moda. “Ella ama modelar y la apoyo en su sueño, pero para mí y para ella se trata de propagar el amor y educar a la gente”, comentó Rosanne Stuart, madre y representante de Maddy.
Hace más de un año bastaron las palabras “mamá, yo, modelo”, que salieron de la boca de esta joven con limitada capacidad de expresión oral para que su madre decidiera luchar por su sueño.
Ahora Maddy es el rostro de la empresa de cosméticos Glossigirl, mientras que la fabricantes de bolsos EverMaya ya ha bautizado a una de sus creaciones como “The Madeline”, cuyas ganancias se donan a la Sociedad Nacional del Síndrome de Down.
Además, Maddy ha sido nominada para galardones como “Orgullo de Australia” o “El joven australiano del año”, y pronto recibirá el premio “Modelo del año” Melange 2015, en San Francisco (EE.UU.), según su portal de internet.
Con más de 466.590 seguidores en Facebook, Maddy es una inspiración para personas con necesidades especiales, no solamente en su país sino también en Europa y en los países de habla hispana.
Sus conquistas la han convertido en embajadora honoraria de inclusión social, que lucha por derribar prejuicios contra la gente con necesidades especiales en el duro negocio de la alta costura, que ya empieza a incorporar a modelos con sobrepeso o transgénero.
“Maddy ama a la gente, quiere a todos por igual. Es un valor en el que creo y con el que he educado a mi hija”, aseguró Rosanne Stuart, quien remarcó el mensaje a favor de la inclusión de las personas con discapacidad.
“Quiero que la sociedad vea lo que me ha enseñado, a ser una mejor persona, y quiero hacer a través de ello un mundo mejor. Madeline hace deporte todos los días de la semana y la llevo a todas partes. Ella quiere participar en todo, ha hecho paracaidismo, esquí acuático. Todo lo que yo considere que es seguro para ella”, explicó la madre de la modelo, cuya vida ha cambiado solamente por la gran cantidad de viajes que realiza.
Antes de partir a Nueva York, Maddy, que ha perdido 20 kilos para convertirse en modelo, asistió el miércoles al Festival de Cortometrajes “Focus on Ability” en un teatro de Sídney con un vestido palabra de honor largo, blanco y plateado.
Maddy aplaudía con entusiasmo desde un palco, aunque en los pasillos se mostraba algo nerviosa por su viaje a Nueva York.
En esa ceremonia también brilló, entre otros, Brandon Mederos, un joven autista australiano, de padre uruguayo y de madre argentina, que presentó en ese festival su cortometraje “Obsession = Job Skills” (Obsesión = Habilidades Laborales).
El joven se ha convertido en un referente para la comunidad hispano parlante de Australia por haber creado “El club de Brandon” para reunir periódicamente a niños y adolescentes en el barrio de Parramatta, entre ellos aquellos que tienen algún tipo de discapacidad, para socializar fuera del colegio.
El próximo mes, Brandon tocará como batería en un evento para indigentes en Sídney y ha sido nominado para el Premio a la “Unleashed Changemaker” para reconocer a los jóvenes innovadores, según dijo a Efe su madre, Roxana Derudi. (EFE)
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