Por: Francisco Manrique.
La Editora de la revista de U Javeriana me solicitó un artículo sobre la aplicación del concepto de la Innovación al proceso que hoy ocupa la atención de los colombianos. Tomé la decisión de hacer una versión periodística de una propuesta que se está analizando con algunas personas del Gobierno Nacional y algunas personas y organizaciones que han demostrado interés en proyecto.
Hace dos años se me formuló una invitación para convocar a un grupo de empresarios con la idea de explorar posibles escenarios en una etapa de posconflicto. Propuse la idea de apoyarnos en la Innovación y la Educación. Había un convencimiento de que estos dos valores, tan relevantes en el siglo xxi, podían aportar un marco poderoso para “innovar en la construcción de la paz”.
IxE=D+P significa que la innovación y la educación pueden ayudar a crear nuevas dinámicas bajo la premisa de que las dos se refuerzan mutuamente. Además, son fundamentales para sostener el inmenso proceso de cambio que debe contribuir al desarrollo y a la paz en Colombia.
Para entender la propuesta, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones, ya que son sus pilares fundamentales. Veamos:
Importancia de las narrativas
En la pasada década, avances en la investigación de la biología del cerebro humano, han permitido obtener una enorme cantidad de conocimiento nuevo y relevante que tiene implicaciones para los procesos de cambio. Por ejemplo, se ha validado y profundizado en el porqué las narrativas son tan poderosas para condicionar las decisiones, el comportamiento y el cambio. Y la razón es muy sencilla: somos seres sociales que entendemos y explicamos las cosas a través de las historias. A través de ellas revelamos nuestras actitudes, supuestos, sentimientos, percepciones y frecuentemente lo hacemos sin darnos cuenta de ello. El lenguaje es acción y al cambiar la historia cambiamos la disposición hacia ella.
Por esta razón, hay técnicas estructuradas de narrativas que logran descubrir y profundizar en las actitudes complejas. Con ellas se puede explicar el porqué la gente siente de la manera que lo hace, no solo lo que dicen, permitiendo también la creación de nuevas narrativas. Estas ubican la responsabilidad de la acción a nivel personal, al poner al individuo en el centro de la historia, y con el poder intrínseco de cambiar las cosas. Y, por último, el compartir las narrativas individuales permite revelar puntos comunes entre las comunidades, lo que facilita construir las bases para unas nuevas narrativas colectivas que pueden apoyar el cambio.
El papel de los niños y los jóvenes como agentes de cambio
Las narrativas son centrales para el cambio y cuando hablamos de ellas nos acordamos de las historias que les contamos a los niños. Su vitalidad y creatividad natural les dan los elementos esenciales para convertirlos en agentes de cambio, independientemente de dónde vengan. Además, todos ellos están alimentados por la riqueza de sus historias étnicas y culturales.
Las estadísticas de la Comisión de la Verdad, muestran que el 20 % de los jóvenes en Colombia han sufrido el trauma, desplazamiento o la pobreza, como resultado directo del conflicto. Estos niños, y otros que han sido afectados indirectamente por el conflicto, son un recurso estratégico para desarrollar la nueva narrativa para Colombia. Pero también, son los portadores del virus de la violencia, cuya erradicación es fundamental para evitar el riesgo de continuar el conflicto en la siguiente generación. Hoy se pueden percibir como parte del problema, pero mañana serán centrales para su solución.
IxE=D+P se enfoca en vincular más estrechamente a los niños y a los jóvenes, en los proyectos de innovación para la paz, donde deben estar en el centro del proceso. De ellos tiene que provenir la nueva generación de líderes con los modelos mentales y las habilidades necesarias pero, además, con la comprensión de que Colombia como país forma cada día más parte de una comunidad global. Esto les permitirá liderar el cambio que el país necesita; serán sus grandes beneficiarios o quienes pagarán el costo mayor si se mantiene el statu quo.
Las tecnologías
Ahora hay que traer el poder de las nuevas tecnologías a la ecuación de la narrativa y los jóvenes, para multiplicar el potencial de la innovación al servicio de la Paz, a niveles que no somos capaces de imaginar. Lo que sí sabemos es que la tecnología permite conectar y hacer visible la comunidad más pequeña con otras a nivel nacional e internacional.
A través de la tecnología se tienen plataformas de redes sociales que permiten acceso al conocimiento, al aprendizaje y a la colaboración. Su uso permite recolectar y analizar información de grandes cantidades de datos de manera rápida, para descubrir cosas que antes no eran visibles, y poder aplicar así este conocimiento de manera relevante, permitiendo el acceso a la inteligencia colectiva. De nuevo, esto no es solo una teoría, la cultura del uso de la tecnología se está extendiendo cada vez más rápido en Colombia, en buena medida gracias las inversiones en infraestructura de telecomunicaciones, que hoy conecta a 1089 municipios en el país.
La experimentación
IxE=D+P es una propuesta que confronta de forma directa con la realidad de la historia de muchos años de violencia, que está grabada en la psiquis del país. Se ha convertido en un ancla que mantiene a sus habitantes en el pasado, sostiene vigente el miedo y la desconexión de la gente con las posibles soluciones. Mientras tanto, la complejidad y la naturaleza misma del conflicto, que genera un sentido permanente de incertidumbre, hace a la gente y los responsables de la política, adversos a tomar los riesgos. También se refuerza la mentalidad de que para enfrentar el conflicto el único camino es la violencia. Esto genera un círculo vicioso que se retroalimenta indefinidamente y explica, en buena medida, que se vea al Estado como el mal proveedor, el obstáculo que hay que superar o simplemente el enemigo
IxE=D+P parte de la premisa de que la paz y el conflicto son temas inherentemente complejos, que involucran un alto nivel de riesgo, de incertidumbre e impredecibilidad. En estos casos, es necesaria la experimentación para probar hipótesis, desarrollar propuestas de concepto, proponer pilotos y validar las nuevas ideas. Algunas fallaran, otras se podrán escalar para lograr un mayor impacto.
En resumen, el objetivo de IxE=D+P es crear una nueva narrativa que impulse el cambio, aplicando las normas de la cultura de la innovación, apoyadas en la educación para apalancar el desarrollo y una cultura de convivencia productiva y de paz.
Innovación: usar nuevas tecnologías y formas de pensar para capturar y compartir narrativas, para darle voz y visibilidad a comunidades que hoy están invisibles y desconectadas; crear nuevos símbolos, productos y servicios para lograr construir un país mejor y en paz.
Educación: incorporar la innovación y la paz en el currículo, con el fin de que se comience a alinear el sistema educativo con los requerimientos de siglo xxi. Es necesario construir una cultura nueva de liderazgo y ciudadanía, vinculando a los jóvenes, que soporte la innovación y el emprendimiento como pilares de la nueva narrativa nacional.
Desafíos principales
Los desafíos que el Gobierno Santos enfrenta son muy importantes; veamos:
- Una sociedad muy dividida después del proceso electoral reciente. Sus figuras políticas más representativas no han podido encontrar un punto común, sobre el cual puedan construir a partir de sus diferencias. Su confrontación se volvió personal.
- Colombia tiene una larga historia de violencia que está grabada en la psiquis colectiva, lo que nos ancla como ciudadanos en el pasado, en el miedo y la desconexión.
- Las conversaciones públicas y privadas reflejan el lenguaje y la narrativa del miedo, el conflicto y la culpa.
- Hay una indiferencia muy amplia, aun cinismo, respecto a los resultados del posible acuerdo con las farc y el eln, especialmente en las zonas urbanas donde vive una mayoría de la población colombiana.
- La incertidumbre propia de este tipo de procesos está amplificada por la falta de una comunicación efectiva y de liderazgo por parte del Gobierno.
- Los niños y los jóvenes, quienes han sido uno de los grupos más afectados por la violencia, son potenciales “receptores y transmisores” del “virus” que tiene el riesgo de reproducir los comportamientos violentos a la siguiente generación.
- Independientemente de los resultados del proceso en La Habana, esta coyuntura debe de servir para evidenciar una realidad: el desafío de enfrentar un gran cambio en temas descuidados históricamente por la sociedad colombiana.
- Los grandes cambios necesitan del ejercicio de un liderazgo compartido mucho más sofisticado, lamentablemente ausente a nivel nacional y regional.
- Hay una multiplicidad de personas y proyectos increíbles, pero que están invisibles y desconectados que, pudiendo ser el gran activo del país, hoy no lo son. Esto genera en muchos una desesperanza y una gran frustración.
Las oportunidades
Teniendo en cuenta la invitación a mirar el proceso de paz como un vaso medio lleno y no medio vacío, lo pusimos bajo la lupa de las oportunidades para llegar a las siguientes conclusiones:
- Las negociaciones de La Habana son “una oportunidad histórica” , independientemente de sus resultados, para arriesgarnos a abordar realidades viejas pero vistas con nuevos ojos.
- El siglo xxi nos ofrece nuevas perspectivas para enfrentar los problemas heredados de los siglos anteriores, y así volver a Colombia un referente internacional.
- El reconocimiento creciente del rol potencial de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación –CTI– puede ayudar a facilitar los cambios políticos, económicos y sociales que el país necesita. Esta posibilidad es hoy más evidente gracias a la penetración creciente de las tecnologías de la información y las comunicaciones en el país (1089 municipios conectados con Internet de Banda Ancha).
- Las nuevas tecnologías permiten hoy capturar y analizar grandes cantidades de datos acerca de las actitudes y comportamientos de la gente. Esto facilita un mejor entendimiento de las posibles dinámicas de intervención, en función de los cambios requeridos.
- La tecnología permite conectar y visibilizar, nacional e internacionalmente, a muchas comunidades e individuos sin distinción de sus condiciones y distancia geográfica.
- La decisión del Gobierno, para vincular a Colombia a la OECD, es una invitación para confrontar los cambios que son necesarios para alinear las políticas y las instituciones con los retos del siglo XXI, y para corregir los desajustes creados por más de medio siglo de conflicto y violencia.
- La reputación internacional de Colombia, por su creciente capacidad de innovación urbana (Bogotá en los 90 y Medellín en la actualidad), demuestra que hay un potencial inexplorado para construir nuevas narrativas en períodos de tiempo no muy largos.
Los principios
A medida que fuimos avanzando pudimos identificar unos principios orientadores para establecer una propuesta que fuera innovadora pero sustentada en unos fundamentos sólidos.
- Las narrativas personales y colectivas pueden ser muy poderosas para influenciar las decisiones, los comportamientos y el cambio en una sociedad.
- La vitalidad, curiosidad y creatividad natural de los niños y los jóvenes, los convierte en elementos esenciales para servir de agentes de cambio en una sociedad.
- Los fundamentos de una cultura innovadora –emprendimiento, promoción de nuevas ideas, formación de redes de comunidades conectadas, colaboración, compartir información, tomar riesgos, experimentar, fallar y volver a tratar, aprender, valorar la diversidad y la inclusión de nuevas ideas– ofrecen los instrumentos y los modelos mentales necesarios para promover un cambio sostenible.
- El Gobierno se debe de comprometer de buena fe a una dinámica comunicacional de doble vía y en múltiples direcciones, que permita informar y facilitar el diálogo colectivo sobre los cambios requeridos y sus consecuencias.
- El conflicto y la construcción de un entorno donde la gente pueda vivir en paz, son procesos complejos que se caracterizan por un nivel muy alto de riesgo, incertidumbre, e impredecibilidad.
- Los cambios que se requieren necesitan de liderazgo no caudillista y de mucha experimentación.
- Para los cambios que enfrenta la sociedad colombiana no hay respuestas conocidas, y muchas de las expectativas que la gente tiene van a ser frustradas más adelante. También, muchos buscan respuestas simples a problemas complejos, sin afrontar su responsabilidad en el proceso.
- En este entorno, la gente debe de adaptarse y atreverse a salir de su zona de confort para experimentar, probar y pilotear nuevas ideas y para explorar con efectividad aquellas que tengan mayor impacto y escalabilidad.
- Las soluciones que van a emerger, vendrán desde la construcción de las narrativas de las personas que han experimentado en carne propia el conflicto en Colombia, pero también, de quienes tienen en sus hombros la responsabilidad de sostener el cambio: la totalidad de la sociedad colombiana.
- La diversidad de experiencias y de una gama amplia de disciplinas, a nivel nacional e internacional, son críticas para producir soluciones creativas e innovadoras que no dependan solamente de “los violentólogos y expertos” en estas materias.
Bases de la propuesta
IxE=D+P es una propuesta que va orientada a ayudar a la “construcción de la infraestructura invisible” sobre la cual se pueda sustentar la nueva narrativa de un país próspero y en paz. Esta infraestructura se fundamenta en comunidades de aprendizaje conectadas por una visión compartida, y una cultura de confianza, colaboración, inclusión, diversidad, y emprendimiento. Estas deberán ser las bases de una nueva narrativa nacional que se debe convertir en un ejemplo obligado para todo el mundo.
La iniciativa de IxE=D+P es amplia e incluyente y se basa en:
- Un entendimiento sólido y compartido de los desafíos del contexto colombiano para generar el cambio.
- Una coalición de experiencias y de éxitos de un grupo de pensadores, de diferentes lugares del mundo, en los campos de la innovación y la educación.
- El apoyo de un grupo de fundaciones y organizaciones nacionales que le apuestan a ser actores en la construcción de una nueva narrativa.
- Una estrategia que refleja y refuerza unas políticas públicas manifestadas por el Gobierno y que deben servir para convocar a la sociedad alrededor de un futuro compartido.
- Una aproximación para “experimentar e incubar” nuevas ideas que se conviertan en proyectos de modelos escalables y de alto impacto, que soporten la nueva narrativa creada desde las mismas comunidades.
- Un aporte a la construcción de un ecosistema incluyente e influyente, que conecte individuos, comunidades y organizaciones, que asumieron el compromiso de innovar para la paz y el desarrollo. Son los nuevos modelos de rol que Colombia necesita.
Objetivos y resultados
IxE=D+P propone una alianza entre el Gobierno, las empresas, el sistema educativo y otros actores, para lograr dos objetivos fundamentales:
Corto plazo (hasta que se defina la aprobación por un referendo): proponer un sistema que permita generar información, de manera continua, para retroalimentar e informar las decisiones estratégicas y operacionales del proceso de negociación. También, la planeación de lo que viene a continuación, su implementación, despliegue y comunicación, a partir de las micro narrativas.
Largo plazo (final de las negociaciones e independiente de sus resultados): la movilización de los niños y los jóvenes para que asuman el rol de agentes de cambio en la sociedad colombiana, para que haya una base sólida que soporte el desarrollo y la paz.
Es importante entender lo que se busca con esta propuesta: proponer un marco de referencia para el cambio de narrativas y de modelos mentales de lo que es posible para nuestro país. Por esta razón, la vemos como una gran oportunidad, vista desde una perspectiva diferente, de un grupo de personas que “no son expertas en temas de paz”, lo que puede ser una gran ventaja para el momento histórico en el que se encuentra Colombia.
La elaboración de la propuesta para IxE=D+P está en marcha porque estamos seguros de que haría sostenible la nueva narrativa que Colombia necesita. El reto que tenemos con esta iniciativa, es generar un punto de encuentro para construir una visión compartida, que oriente el siguiente capítulo de la historia colombiana, que esperamos sea mucho menos violento y más alineado con las realidades del siglo xxi; y, lo más importante, lograr que con este enfoque podamos volver a los niños y los jóvenes los protagonistas principales. Finalmente, serán ellos los más beneficiados o perjudicados, si somos capaces de cambiar nuestra realidad.
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