UE carga a sus miembros más ricos la tarea de reducir emisiones de gases de efecto invernadero

La Unión Europea (UE), comprometida por el acuerdo sobre el clima de París, develó este miércoles una base de negociación para sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero hasta 2030, repartidos Estado por Estado, dejando la mayor parte del esfuerzo a sus miembros más ricos.

La promesa de la UE en el acuerdo alcanzado en diciembre en la COP21 en París fue reducir en el 40% la emisión de estos gases que contribuyen al calentamiento global (CO2, metano, protóxido de nitrógeno, etc.) respecto a 1990.

Para ello debe movilizar a todos los sectores de su economía, por un lado al de la industria y electricidad, concernido por el sistema de intercambio de cuotas de emisiones en el mercado del carbono, y por otro a los sectores de la construcción, agricultura, gestión de residuos, transportes (salvo aéreo y marítimo).

A este segundo grupo se abocó en particular este miércoles la Comisión. Estos sectores deberán contribuir reduciendo sus emisiones en un 30% respecto a 2005.

La propuesta adelantada por Bruselas pide los mayores esfuerzos a Alemania, primera economía europea y mayor emisor de este tipo de gases, que deberá reducirlos en 38%. Francia en 37%, al igual que al segundo mayor emisor, Reino Unido, cuya situación en la UE está en suspenso a causa del ‘Brexit’. Aunque según el comisario europeo del Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, está concernido desde un punto de vista legal en tanto miembro hasta el momento de su partida.

Bélgica, Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Austria, Finlandia y Suecia deberán cifrar sus esfuerzos en una reducción de entre el 35% y 40%.


cambio climático

Archivo. Refinería en Lyon, Francia. Noviembre 25, 2015. AFP PHOTO / JEAN-PHILIPPE KSIAZEK


Objetivos ‘realistas’:

En cambio, el esfuerzo impuesto a las economías no tan ricas de la UE es menor. De esta manera, Bulgaria deberá mantener un nivel de emisiones similar al de 2005. Croacia, Letonia, Lituania, Hungría, Polonia (quinto emisor europeo) y Rumania deberán reducirlas solamente entre el 2% y 9%.

“Estos objetivos son realistas, equitativos y flexibles”, alegó Arias Cañete.

La propuesta, muy técnica y repleta de anexos, ofrece varias soluciones a los Estados miembros para modular sus esfuerzos. La Comisión fija además objetivos anuales.

De esta manera, los países de la UE podrán “economizar” créditos de emisión y utilizarlos durante un año en que les sea más difícil alcanzar los objetivos propuestos (ya sea por cuestiones climáticas u otras coyunturales). También brinda la posibilidad de vender o alquilar las cuotas de emisión asignadas entre Estados miembros.

Finalmente, en tanto la UE incluye por primera vez las tierras y bosques en su estrategia para el clima y la energía, los países comunitarios podrán ayudarse con “créditos” en caso de una contribución positiva en este sector, a la vez generador de CO2 pero también capaz de absorberlo. Los bosques europeos absorben el equivalente al 10% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.

Si las cifras son decididas a nivel comunitario, será responsabilidad de los Estados miembros decidir las medidas a tomar para alcanzar los objetivos fijados.

La propuesta de la Comisión deberá seguir aún el camino legislativo previsto y ser debatida a nivel de los países integrantes de la UE y del Parlamento europeo. AFP


 

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