Tensión entre accionistas de Le Monde y la redacción tras revelaciones sobre HSBC

Las revelaciones del diario francés Le Monde sobre un escándalo de evasión fiscal, protagonizado por la filial suiza del banco británico HSBC, han tensado las relaciones entre algunos accionistas, que critican la publicación de nombres, y la redacción, que reivindica su independencia. “No es para eso que les permití obtener su independencia. Son métodos que yo desapruebo”, declaró el martes el accionista y presidente del Consejo de Vigilancia de Le Monde, Pierre Bergé.

Por su parte, Matthieu Pigasse, accionista del diario y vicepresidente del banco Lazard, pidió que no se cayera en la “delación”, aunque afirmando al mismo tiempo que está “orgulloso” del trabajo “notable” de los periodistas.

Le Monde tiene una Carta de Ética según la cual “los accionista no tienen voz ni voto sobre los contenidos editoriales”, replicó el director del periódico, Gilles Van Kote, reafirmando la independencia de la redacción. Ésta no se dejó impresionar por las declaraciones de Pierre Bergé. “Hemos terminado por habituarnos a sus caprichos”, comentó el presidente de la Sociedad de Redactores, Alain Beuve-Méry. “Son palabras pronunciadas precipitadamente que, como ocurre a menudo, van más allá de lo que él piensa”, agregó Beuve-Méry, precisando que la Sociedad de Redactores no publicaría ningún comunicado al respecto.

Esta situación se produce un mes después de los atentados de París, uno de cuyos blancos fue el semanario Charlie Hebdo, que provocaron una gran debate sobre la libertad de expresión.

Varios periódicos del mundo publican desde el lunes los resultados de una investigación común sobre presuntas malversaciones de la filial suiza de HSBC que permitió a muchos de sus clientes, entre ellos grandes empresarios y personalidades políticas y del mundo del espectáculo, ocultar miles de millones de dólares para evadir impuestos.

Le Monde tuvo acceso a cientos de miles de datos internos del banco con informaciones sobre más de 106.000 clientes de unos 200 países. El diario francés compartió esas informaciones con una red mundial de 150 periodistas.

La investigación fue denominada SwissLeaks. Al ser publicada se difundieron nombres. Algunos de ellos eran conocidos hasta ahora solamente por la justicia y ciertas administraciones fiscales, aunque algunos elementos habían filtrado ya en la prensa.

‘Justo equilibrio’:

“Esta historia me incomoda”, explicó Pierre Bergé en declaraciones radiales. “Hay que proscribir evidentemente el fraude fiscal y castigar a los evasores”, pero “¿es el papel de un diario hacer público el nombre de la gente?”, planteó, sosteniendo que eso es “halagar los peores instintos”. “No quiero comparar lo que pasa con épocas pasadas, pero sin embargo la delación es la delación”, dijo el empresario.

Matthieu Pigasse se mostró más ponderado. “Es verdad que hay que encontrar un equilibrio entre el hecho de difundir informaciones de interés general” y el hecho de “no caer en una forma de macarthismo fiscal y de delación”, opinó.

“Se puede discutir”, “el debate sobre el hecho de dar tal o tal nombre está abierto y existe dentro de la redacción” de Le Monde, “pero son decisiones de orden editorial y que por tanto son atribuciones de la dirección del diario”, declaró a la AFP Gilles Van Kote.

Xavier Niel, tercer accionista de Le Monde y fundador de la firma de telecomunicaciones Free, no hizo declaraciones al respecto.

Entre los nombres citados en la investigación por los periódicos figuran, entre muchos otros, el rey Mohamed VI de Marruecos, el rey Abdalá II de Jordania, personalidades de la moda como la modelo Elle McPherson, la actriz Joan Collins, el piloto de motos italiano Valentino Rossi, el piloto español de Fórmula 1 Fernando Alonso y el actor norteamericano John Malkovich. (AFP)


 

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