La estadounidense Serena Williams (N.1) y la rusa Maria Sharapova (N.2) cumplieron los pronósticos y clasificaron para la final del Abierto de Australia, este jueves en Melbourne, en una jornada en la que también ganó Andy Murray, que peleará por el título ante Novak Djokovic o Stan Wawrinka.

En el último turno del día, el escocés, N.6 mundial, derrotó al checo Tomas Berdych, N.7, en cuatro sets por 6-7 (6/8), 6-0, 6-3 y 7-5.

Antes Sharapova y Serena lograron sus billetes al ganar respectivamente a la rusa Ekaterina Makarova (N.10), por 6-3 y 6-2, y a la estadounidense Madison Keys, por 7-6 (7/5) y 6-2.

Murray vuelve a los grandes escenarios:

Murray jugará el domingo por el título contra el vencedor de la segunda semifinal, que disputan el viernes el número uno mundial, el serbio Djokovic, y el vencedor el pasado año, el suizo Wawrinka (N.4).

Esta victoria en la penúltima ronda de Australia supone para Murray su regreso al más alto nivel del tenis mundial, después de no haberse clasificado para una final del Grand Slam desde que fuera operado de la espalda en septiembre de 2013.

Vencedor del US Open en 2012 y de Wimbledon en 2013, Murray nunca ganó en Australia, donde disputó la final en 2010, 2011 y 2013.

Berdych llegaba a las semifinales con el espaldarazo que le supuso haber apeado al español Rafael Nadal en cuartos. Pero tras un set que se decantó del lado del checo en el tie break, Murray impuso su defensa de hierro y el ritmo y la potencia de sus intercambios para lograr la victoria.

“Me decepcionó perder el primer set después de tener un par de oportunidades, pero sentí que estaba jugando mejor en conjunto y fui muy agresivo al inicio de la segunda manga”, explicó Murray, que cerró ese parcial con un 6-0.

Entrenado esta temporada por el venezolano Dani Vallverdú, amigo de Murray desde la infancia y uno de sus ayudantes de confianza durante muchos años, Berdych se había aprendido la lección para derrotar al escocés.

En la primera manga su plan le dio resultado, cuando estuvo más acertado, pero se difuminó en las dos siguientes, con un Murray pletórico de energía en sus desplazamientos y una capacidad defensiva espectacular.

El checo tuvo que esperar a la cuarta manga para volver a tener ocasiones de entrar en el partido. Pero falló dos bolas de break con 3-2 favorable y perdió su oportunidad.

Murray no desperdició la posibilidad de hacer break y concluir el partido con un juego en blanco.

Un ‘clásico’ en categoría femenina:

La final de la competición femenina del primer Grand Slam del año enfrentará a las dos primeras cabezas de serie, dos tenistas que se conocen de sobra y en la que Serena será la gran favorita.

La estadounidense ha ganado en los últimos 15 enfrentamientos entre ambas. La última victoria de Sharapova fue en la final del Masters de 2004.

“Tengo mucha confianza y no me importa a quien tendré enfrente y la terrible serie contra ella. Haré todo por ganar el título”, avisó la rusa, que llega a la final reforzada por sus buenas prestaciones en los últimos cuatro partidos, incluyendo una victoria en cuartos ante la canadiense Eugenie Bouchard, una de las mayores promesas del circuito.

Serena, por su parte, buscará el 19º ‘grande’ de su palmarés, lo que la dejaría cerca del récord absoluto, que tiene la alemana Steffi Graf con 22.

Sus estadísticas antes de la final abruman. Ha ganado los 5 partidos por el título que ha jugado en Melbourne y sólo ha perdido 4 de las 22 finales de Grand Slam que ha disputado, la última en el US Open 2011.

Este jueves ante la gran sorpresa del torneo, su compatriota Keys -que había eliminado en cuartos a su hermana Venus-, sólo sufrió en el primer set.

Luego imprimió su fuerte ritmo en los intercambios y se encaminó hacia la victoria ante una joven jugadora de 19 años que demostró su sangre fría al salvar 8 bolas de partido.

“Es una gran jugadora y va a ganar este torneo dentro de poco y otros Grand Slams”, la elogió la número 1 mundial. (AFP)