La siguiente es la declaración de la senadora Paola Holguín desde Miami a medios de comunicación, en donde expone las objeciones del Centro Democrático a un proceso de paz con impunidad (Declaración):

Paola Holguín (PH). “Nosotros iniciamos hace una semana, los parlamentarios del Centro Democrático, una gira internacional para hablar un poco de nuestro Partido, que es un Partido muy nuevo; lamentablemente también para denunciar la persecución por parte de la justicia de la que está siendo parte nuestro Partido político y para expresarle a la comunidad internacional una preocupaciones que nosotros tenemos frente al proceso de paz”.

Periodista. ¿Por qué no se puede hablar en contra del proceso de paz?

(PH). “Porque lamentablemente cuando nuestro Partido y millones de colombianos hemos manifestado algunas objeciones frente al proceso, hemos sido llamados por miembros del gobierno ‘guerreristas’, ‘neonazis’, ‘neofacistas’. Entonces cuando todo el tiempo la justicia, el Gobierno en cabeza del propio Presidente maltrata a la oposición y a quienes democráticamente planteamos una críticas, es muy difícil que se puedan enterar.

Periodista ¿Cuál son esas objeciones?

(PH). “La primera es que cuando uno negocia con una organización narcotraficante y terrorista como las Farc, no debe negociar con ellos la agenda de país. Hoy en La Habana se está negociando el tema de tierras, de participación política y de narcotráfico, con la que –paradójicamente- es una de las mayores organizaciones de narcotráfico en el mundo.

Segunda objeción, es imposible hablar de paz si no hay un mínimo de justicia. Las víctimas por norma internacional tienen derecho a la verdad, la justicia y la reparación, hoy el proceso está planteado de tal manera que se les otorgaría impunidad a los miembros de las Farc que han cometido delitos de lesa humanidad.

Una tercera objeción. Nosotros en este proceso de paz hemos visto como desde el Gobierno y otros sectores se anuncia la necesidad de dar elegibilidad a quienes son cabecillas de las Farc. La preocupación es que uno no puede pretender que quienes eran terroristas ahora lleguen al Congreso sin pagar por sus crímenes. La Constitución es clara en Colombia, pueden participar en política quienes han cometido delitos políticos pero no quienes han cometido cualquier tipo de delito aduciendo razones políticas.

Una última objeción. En este proceso se está tratando de equiparar la Fuerza Pública, que son los soldados y policías legítimos del Estado, con los terroristas, buscando que se les dé igual tratamiento, de hecho se ha hablado de la posibilidad de llevar los miembros de las Farc a lo que sería una Policía Rural. Eso no está bien, venir a decir ahora que quienes han sido los victimarios sean los que protejan con las armas del Estado a las víctimas”.

Periodista. ¿Cuál sería entonces la alternativa?

(PH). “La alternativa es que se acojan a una ley similar que los paramilitares, son igual de asesinos, igual de narcotraficantes. Entonces la propuesta es que dejen toda actividad criminal para negociar, que quienes han cometido delitos de Lesa Humanidad paguen unas penas mínimas y además que se dé entrega, no dejación de armas. Las Farc ha insistido que van a dejar pero no van a entregar, eso implicaría una especie de paz armada similar a la que se ha dado en otros países. Y un último punto, que no puedan participar en política quienes han cometido delitos de Lesa Humanidad”.

Periodista. ¿Cómo pueden los Estados Unidos apoyar un proceso con un grupo que sigue delinquiendo?

(P.H). “Esa es una de las preocupaciones que nosotros tenemos, porque en medio del proceso han crecido los cultivos ilícitos, adicionalmente dentro de los preacuerdos de lo que se está negociando en La Habana, las Farc no entrega ninguna ruta, ninguno de los bienes que obtuvo ilícitamente a través del narcotráfico y el secuestro. Y tienen un punto que es muy grave donde terminan legitimando el narcotráfico y la siembra de cultivos ilícitos, porque dice que los cultivos ilícitos ni se podrán fumigar ni atacar, simplemente erradicar manualmente si la comunidad donde están esos cultivos está de acuerdo, y es muy difícil cuando la propia Farc los ha obligado a sembrar más, como está ocurriendo en la zona del Catatumbo en este momento.

Entonces con todo el respeto que merece un gobierno amigo y que tanto ha ayudado a Colombia como Estados Unidos, uno le hace un llamado a los gobernantes, a los legisladores de este país para que miren con cuidado el proceso que se está llevando a cabo en Colombia, porque finalmente puede convertirse en el lavado de activos más grande en la historia del país, porque ellos no hablan de entregar ningún bien producto de sus actividades ilícitas, porque está en cierta medida justificando y casi que estimulando el tema del narcotráfico, que está llevando al crecimiento de cultivos ilícitos. Además manda una perversa señal a la comunidad internacional que se perdonen crímenes atroces como los carros bomba, como el reclutamiento forzado de menores, como la violación sistemática de las mujeres que hacen parte de las filas de las Farc”.

(Sala de Prensa, Centro Democrático)