¿Se pasó Trump de la raya? Su campaña sufre un retroceso

Chris Wallace, Megyn Kelly y Bret Baier, moderadores del debate del partido Republicano, agosto 6, 2015 en Cleveland, Ohio.  Chip Somodevilla/Getty Images/AFP

Chris Wallace, Megyn Kelly y Bret Baier, moderadores del debate del partido Republicano, agosto 6, 2015 en Cleveland, Ohio. Chip Somodevilla/Getty Images/AFP


Donald Trump, el magnate desafiante y volátil que lidera las primarias republicanas en Estados Unidos, hizo tambalear su campaña con comentarios groseros y el miedo a que lance una candidatura independiente a la Casa Blanca.

El despectivo y malhablado multimillonario provocó un giro radical en la campaña republicana al negarse a pedir disculpas a una popular moderadora de Fox News por haberle sugerido que le estaba haciendo preguntas difíciles porque tenía la menstruación. “Es ella la que debería disculparse conmigo”, dijo Trump a MSNBC el lunes, un día después de acudir a varios programas en los que defendió que Megyn Kelly tenía “sangre saliendo de su lo que sea” mientras le hacía preguntas durante el debate republicano de la semana pasada.

El tono rebelde e improvisado de Trump funciona entre sus múltiples seguidores, pero asusta al oficialismo de un partido ansioso por presentar a un candidato serio y viable para enfrentar a la demócrata Hillary Clinton.

Trump insistió en que lo políticamente correcto ha consumido a Washington y aseguró que él aporta una dosis de discurso sin tapujos en la carrera hacia la Casa Blanca.

“Hay una diferencia entre evitar lo políticamente correcto y ser un imbécil”, dijo a la AFP Brian McClung, un estratega republicano que asesoró a Tim Pawlenty para la campaña presidencial de 2012.

Los candidatos y líderes republicanos, insistió McClung, “tienen que aguantar y hablar sin la estupidez de Trump”.

Los expertos dicen que The Donald está entrando en un período complicado, marcado por un escepticismo creciente sobre sus intenciones políticas, un escrutinio más profundo sobre su pasado y la preocupación por sus posibles planes de dar marcha atrás.

El seminario de alto perfil “RedState Gathering of Conservatives” retiró su invitación al magnate para su convención en Atlanta, en la que Jeb Bush se posicionó como favorito. “¿Queremos insultar al 53% de nuestros electores?”, se preguntó Bush durante el evento. “Lo que dijo Donald Trump fue un error. No es así como se ganan las elecciones”.

Trump hizo cambios importantes en su campaña. Entre ellos, la salida del veterano estratega Roger Stone, quien urgió a Trump a establecer una agenda política en lugar de enfocarse en los ataques.

“Voy a salir con nuevas posturas”, dijo Trump, prometiendo más propuestas políticas.

Pero sus rivales republicanos no están frenándolo. Carly Fiorina, el exjefe de Hewlett-Packard que ofreció una buena actuación durante el primer debate, arremetió contra los “comentarios completamente inapropiados y ofensivos” de Trump sobre Kelly.

El senador Rand Paul advirtió el lunes a los conservadores del Tea Party que no apoyen a Trump, alegando simplemente que “no es apropiado para liderar el país”.

Paul recordó que el magnate del sector inmobiliario había apoyado previamente a los demócratas, incluso a los Clinton, y a causas liberales como la legalización del aborto y la sanidad universal.

Con su estilo antiestablishment, Trump encabeza las intenciones de voto dentro del Partido Republicano, con 24%, muy lejos del 13% de Jeb Bush, según sondeos previos a esta última controversia.

Brad Marston, otra estratega político republicano, duda de que el multimillonario acabe concretando una candidatura seria. “Tendría que demostrar propuestas de políticas realistas y bien pensadas para frenar su grandilocuencia y no creo que haga algo así”, dijo. Las declaraciones posteriores al debate “descalifican (a Trump) como un candidato serio”, añadió. (AFP)


 

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