Una iglesia del siglo XVI, sumergida por una presa en el sureste de México desde hace 49 años, reapareció después de una fuerte sequía y se volvió un atractivo turístico para visitar en lancha.
El templo de Santiago Apóstol, erigido por frailes dominicos hace cinco siglos, desapareció en 1966 cuando fue construida la primera presa hidroeléctrica sobre el caudaloso río Grijalva, en el estado de Chiapas.
Juan Álvarez Díaz, lanchero de la Sociedad cooperativa Quechula, comentó que en 2002 fue la última vez que se había visto en su totalidad el templo del pueblo de Quechula, al cual le falta el techo. Ese año, el pueblo “organizó una peregrinación al templo, llevando al patrón Santiago Apóstol y a la Virgen de Guadalupe”, dos de los ocho santos recuperados por los indígenas zoques cuando entró en actividad la presa Malpaso, recordó Álvarez Díaz.
Los indígenas mantienen el lugar como atractivo turístico y religioso. Álvarez Díaz indicó que ya ha llevado a muchos curiosos a visitar la iglesia en su lancha, en la que caben unos diez pasajeros.
Entre 1.000 y 2.000 zoques de Quechula fueron reubicados cuando se construyó la presa y sus casas fueron inundadas junto con la iglesia.
El templo tiene una altura de aproximadamente 15 metros y más de 60 metros de largo. Más de la mitad de la iglesia, que estaba en el centro del pueblo, emergió en las últimas semanas tras una sequía en la presa Nezahualcóyotl. Los pájaros se posan sobre las ruinas, en las cuales ha crecido la vegetación.
Sin embargo, esta semana subió el nivel del agua debido a que desde el pasado domingo no deja de llover en Chiapas por presencia de una tormenta tropical y un frente frío.
El lugar, con un área de unas 11.000 hectáreas, embalse de la presa, sirve también para la producción pesquera de los zoques. AFP
Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora