Por: Samuel Azout.
Cuando una empresa entrega una franquicia, esencialmente está transfiriendo sus conocimientos y derechos a un tercero para replicar su negocio. El franquiciado asume algunas obligaciones y debe pagar una tarifa para utilizar la marca, los procesos y los sistemas del franquiciante. El franquiciado además recibe entrenamiento y actualización permanente por parte de la empresa franquiciante.
La franquicia social es casi igual a una franquicia en el sector privado. La diferencia es que la franquicia social está diseñada, no solo para generar utilidades, sino para alcanzar objetivos sociales tales como resocialización de presidiarios, reducción de embarazos en adolescentes, o eliminación de la desnutrición crónica o global, o ambientales como reducción de la emisión de gases contaminantes, o protección de corales y fondos marinos.
Necesariamente, las franquicias sociales requieren de emprendedores que estén dispuestos asumir la responsabilidad de operar su propio negocio e ingresar a una red de intercambio de prácticas y conocimientos. Deben tener integridad, iniciativa y compromiso como cualquier emprendedor, pero además sentir la pasión por el cambio social. Es decir, las franquicias sociales son dirigidas por emprendedores sociales.[1]
La importancia de las franquicias sociales radica en la necesidad de llevar a gran escala los proyectos sociales. La organizaciones de caridad o fundaciones, tanto las que proporcionan ayuda humanitaria como las que operan modelos de cambio social, generalmente no logran el tamaño suficiente para lograr un gran impacto. El sector no gubernamental es fragmentado; organizaciones sociales tienden a ser pequeñas y poco eficientes. La franquicia social puede ser una buena estrategia para crecer e impactar la sociedad.
Las franquicias sociales generalmente se originan en organizaciones no gubernamentales (ONG’s), pero también pueden presentarse en el gobierno o en empresas privadas. La primera experiencia significativa de franquicia social se dio en Pakistán por la organización social Greenstar. Greenstar provee servicios de planificación familiar, salud sexual y reproductiva, maternidad y tuberculosis, entre otros. La organización ha entrenado a más de 24000 personas capaces de diagnosticar y tratar a beneficiarios/clientes en más de 7000 clínicas franquiciadas y 80000 droguerías.
En los últimos 20 años se han desarrollado más de 25 franquicias sociales similares a Greenstar en Asia, Latinoamérica y África, lo cual ha permitido llevar servicios de salud de manera rápida y costo-eficiente a comunidades vulnerables. La Red Europea de Franquicias Sociales ha identificado más de 60 franquicias sociales que operan en Europa generando 13000 empleos.
En Colombia, los Hogares de Bienestar que operan a través de Madres Comunitarias pueden considerarse una especie de franquicia social. Los centros de aprendizaje de informática así como las satélites universitarias en zonas aisladas también podrían calificarse como franquicias sociales. Desafortunadamente, en Colombia no tenemos grandes ejemplos para mostrar en esta materia.
El Centro Internacional de Franquicias Sociales (ICSF) en Londres ha sido fundado para replicar proyectos sociales de alto impacto vía franquicia social. Esta organización ha desarrollado una “caja de herramientas” para aquellas organizaciones interesadas en desarrollar una franquicia social. En Noviembre ejecutivos de ICSF visitarán nuestro país para realizar un taller sobre franquicia social con un grupo de organizaciones incluyendo Fundación Carulla, Fundación Corona, Fundación Santo Domingo y Futbol con Corazón.[2]
Es evidente que el Estado y la empresa privada no alcanzan a ofrecer todos los servicios sociales y los empleos que necesitan los colombianos. Para llenar estos vacíos y llegarle a millones de personas con programas de alto impacto, se hace necesario incorporar modelos novedosos como la franquicia social. Solo así podremos aspirar a superar los problemas de pobreza y exclusión, y comenzar a cerrar las inmensas brechas que nos tienen en la penosa lista de los cinco países más desiguales del planeta.
[1] Emprendedores sociales son personas que buscan implementar ideas innovadoras cuyo fin es resolver problemas presentes en la sociedad.
[2] Fútbol con Corazón está actualmente piloteando modelo de franquicia social – Franquicia FCC en Barranquilla en los Barrios Barlovento, Los Laureles y Los Robles.
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