Pulso de los países en desarrollo en última ronda negociadora sobre cambio climático

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Los países en vías de desarrollo lanzaron un pulso en toda regla este lunes al inicio de la última etapa negociadora en la lucha contra el cambio climático, mientras que el secretario general de la ONU pedía responsabilidad para lograr un acuerdo histórico.

Delegaciones de 195 miembros de la Conferencia sobre el cambio climático (COP21) abrieron en Bonn esta decisiva ronda de discusiones, la última antes de la gran reunión ministerial prevista en París dentro de seis semanas.

“No hay plan B porque no tenemos ningún planeta B” advirtió el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en Bratislava.

El consenso que parecía logrado en torno a un texto de 20 páginas fue severamente cuestionado por un grupo de 130 países, el G77, apenas empezada la reunión.

“Van ustedes demasiado rápido”, declaró Nozipho Mxakato-Diseko, la delegada sudafricana en nombre del G77 y China.

Las críticas iban dirigidas a la presidencia de la negociación, en manos de Estados Unidos y Argelia.

La representante sudafricana llegó a hablar luego, a puerta cerrada, de un “apartheid” negociador, en el que según ella se sentirían marginados los países pobres y en desarrollo.

“Habrá un acuerdo en París. Toda la cuestión es saber a qué nivel se hará” y si podrá “revisarse regularmente.Tal es el meollo de la negociación”, dijo el presidente francés François Hollande en París.

“Podemos sentir un cierto nerviosismo” al inicio de la última ronda, reaccionó una de las negociadoras de la UE, Sarah Blau.

‘No hay tiempo que perder’:

El objetivo del acuerdo busca mantener bajo control, a un máximo de 2ºC, el aumento constante de la temperatura del planeta desde que se inició la Revolución Industrial. Paralelamente la comunidad internacional quiere fijarse como meta abandonar la dependencia de las energías fósiles para 2050, sin olvidar el financiamiento para los países pobres y una agenda y calendario para establecer controles mutuos de emisión de gases y respeto de los acuerdos.

El pacto, sin precedentes, debe sellarse en París el 13 de diciembre, para entrar en vigor a partir de 2020.

De un texto inicial de 80 páginas los negociadores, liderados por Estados Unidos y Argelia, han llegado tras meses de consultas a poco más de 20 páginas.

Pero el texto es “extremadamente desequilibrado”, aseguró el G77.

El recuerdo del fracaso de la COP de Copenhague en 2009, cuando no se alcanzó un compromiso, pesa en el ánimo de los negociadores en Bonn.

En su intervención, el representante estadounidense, Daniel Reifsnyder, copresidente negociador, declaró que habría “implantes quirúrgicos”, pero recordó que no se puede volver a las 80 páginas precedentes.

Amjad Abdulla, portavoz de los Estados insulares, declaró por su parte que se sentía “muy confiado” sobre un texto final “razonable”. Los jefes de delegación no tienen la intención de “hinchar” el texto, aseguró.

“No hay tiempo que perder, no hay tiempo para lamentarse”, declaró a los participantes mediante un videomensaje el ministro de Medio Ambiente peruano, Manuel Pulgar Vidal, cuyo país pasa el testigo de la Conferencia sobre el clima a Francia.

La jornada se cerró tras una larga revisión línea por línea del acuerdo. Los negociadores tienen hasta el viernes para cerrar ese borrador, que luego deben firmar los ministros en París. Además del forcejeo negociador, los participantes en Bonn se enfrentan a la presión de las organizaciones medioambientales, que consideran el texto demasiado vago.

“Aunque el borrador incluye referencias a cero emisiones de gases con efecto invernadero y neutralidad del carbono, no hay un claro llamado para pasar de emisiones de combustibles fósiles a energías renovables en 2050” criticó la Red de Acción para el Clima en Europa (CAN, más de 120 organizaciones).

Hasta este lunes más de 150 partes negociadoras de la COP habían presentado sus contribuciones para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esos compromisos equivalen al 90% de las emisiones de CO2 del planeta.

Pero “un primer análisis de esos compromisos muestran que (…) desembocarían en un incremento de la temperatura media de como mínimo 2,7ºC”, explicó CAN Europa.

El presidente estadounidense, Barack Obama, obtuvo por su parte compromisos de 81 empresas de lucha contra el calentamiento del planeta durante un acto en la Casa Blanca. AFP


 

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