El Gobierno de Cristina Fernández suspendió ayer la clave fiscal con la que opera en el país la multinacional Procter & Gamble (propietaria de las marcas Gillette, Ariel o Pampers, Head & Shoulders, entre otras). El gobierno Argentino acusa a P&G de haber evadido impuestos por más de 130 millones de dólares, utilizando a una de sus filiales en Suiza.
Según comunicado oficial, la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) organismo encargado de recaudar impuestos, llegó a esa conclusión después de evaluar 2.608 operaciones de importación de maquinas de afeitar, pañales y otros artículos higiénicos. La AFIP difundió el domingo un comunicado en el que sostiene que “la empresa fugó divisas a sus firmas vinculadas en el exterior”, por lo cual “la maniobra podría constituir contrabando agravado”.
P&G, por su parte, emitió un comunicado donde niega la evasión de tributos: “Procter&Gamble paga todos sus impuestos, en Argentina y en todo el mundo. Tomamos muy seriamente el cumplimiento de las leyes en la Argentina, y en todos los países en los que operamos, al igual que nuestra contribución con las comunidades en las cuales vivimos y trabajamos. No perseguimos prácticas fiscales e impositivas agresivas ni cuestionables, por cuanto las mismas no producen resultados sustentables”. La multinacional asegura que está trabajando con las autoridades “para buscar soluciones inmediatas”.
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