La investigación no tiene como requisito exclusivo atender problemáticas inmediatas de la sociedad. La generación de nuevo conocimiento orientada por la curiosidad es tan necesaria como la investigación aplicada. Sobre todo, porque del primer tipo de indagación pueden surgir preguntas aparentemente lejanas de la cotidianidad, pero que podrían ser visionarias y dar respuestas a coyunturas, salvar vidas, transformar procesos sociales y optimizar modelos de negocios o simplemente enriquecer la vida humana a través del conocimiento. Y si no, ¿cómo se explica que, tras desatarse la pandemia, en menos de un año contáramos con vacunas para enfrentar la covid-19? Es muy claro: gracias a la histórica pesquisa sobre la evolución genética de virus que tienen como huéspedes diferentes especies de murciélagos y otros tipos de investigaciones, orientadas por la curiosidad, hoy se pueden desarrollar vacunas así de rápido.
Esas experiencias que buscan resolver un problema concreto a partir del conocimiento se conocen como ‘innovación’ y cuentan con caminos y métodos para transferirse desde la academia a la sociedad, al Estado o al sector empresarial. No son procesos sencillos ni de corto plazo. Se requiere, además de investigadores comprometidos y resilientes, de un entorno que los soporte, los acompañe y les facilite el extenso recorrido para llevar sus resultados de investigación a una solución puntual.
La comunidad javeriana sí que sabe de eso. Con más de quince años de trabajo promoviendo una cultura de innovación y emprendimiento, la Pontificia Universidad Javeriana se ha consolidado institucionalmente para que esas oportunidades lleguen al mercado y a las comunidades. No es gratuito que sea la primera universidad de Bogotá́ cuya Dirección de Innovación recibiera por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación el reconocimiento como una Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI).
Esta certificación destaca la excelencia del fomento y la gestión en innovación de la universidad. Así mismo, le permite 1) acceder a beneficios tributarios por inversiones en estos campos, 2) participar en convocatorias y programas del Gobierno nacional en la búsqueda de recursos y 3) contribuir en el diseño de instrumentos y políticas publicas. Con este reconocimiento se destacan su trayectoria y los resultados tangibles que dan cuenta de sus aprendizajes.
Entre sus logros resaltamos las dos Spin-off creadas por profesores javerianos; el primer acuerdo interinstitucional de licencia de una patente suscrito con la Universidad de St. Louis de Estados Unidos, los licenciamientos con el Hospital Universitario San Ignacio (HUSI) de métodos diagnósticos y los dos centros de excelencia que lideran profesores de la Facultad de Ingeniería en Internet de las Cosas (IoT) y en big data con CAOBA, entre otros.
También, la transferencia a la Gobernación de Cundinamarca el dispositivo portátil basado en espectroscopía de absorción UV/VIS para identificar licor addulterado, con base en una tecnología que es el resultado de más de veinte años de trabajo de profesores de la Facultad de Ciencias. Una solución que tuvo sus orígenes en estudios de física básica, es decir, de preguntas orientadas por la curiosidad.
Sin embargo, no solo se busca impactar a la sociedad desde los desarrollos tecnológicos. La innovación social es otro camino trazado y muy arraigado en el espíritu javeriano. Este año, iniciamos la implementación de dos proyectos financiados por el Sistema General de Regalías que buscan mejorar las condiciones de vida de las comunidades.
El primero pretende optimizar la oferta de atención virtual y multimedial en salud mental de los niños, niñas y jóvenes de Bogotá, con profesores de la Facultad de Medicina en alianza con el HUSI. El segundo plantea desarrollar un software que permita la promoción de una cultura del cuidado en zonas vulnerables de Barranquilla, con la participación de investigadores de la Facultad de Filosofía en colaboración con la Secretaría de Educación del Atlántico y Purdue University.
Así, nos sintonizamos con las palabras del Dr. José Luis Larrea, presidente del Consejo Asesor de Deusto Social Lab, de la Universidad de Deusto (España), quien, durante la entrega del Premio Bienal Javeriano a la Innovación, en el XVI Congreso La investigación en la Pontificia Universidad Javeriana, destacó que “la innovación [en la Javeriana]nos sorprende con perfiles muy variados”. Por ello, su valor reside en reconocer que son diferentes sus metodologías y apuestas.
En esa versión de nuestro congreso de investigación se otorgó por primera vez el Premio Bienal Javeriano a la Innovación, para destacar la trayectoria en este campo de su comunidad académica: este reconocimiento fue entregado a Susana Fiorentino (Sede Bogotá), por el desarrollo de su tecnología DreemBio, fitomedicamentos contra el cáncer y enfermedades con componente inflamatorio, y a Luis Fernando Aguado Quintero (Seccional Cali), por su programa de investigación sobre Medición del Bienestar en la Niñez.
Nuestra estrategia para aportar a la construcción de país es continuar con la innovación, teniendo a la generación de nuevo conocimiento javeriano como instrumento. Así, nos sumamos a la apuesta de impulsar un ecosistema regional y nacional de innovación y emprendimiento, no solo desde los desarrollos tecnológicos, sino como un mecanismo para transformar las cotidianidades de las comunidades. Así, desde la ciencia, respondemos con un enfoque aplicado u orientado por la curiosidad científica.
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