Por: Pelin Aslantaş.
Soy la única mujer conductora de autobús de la ciudad, entre 202 varones que hacen esta tarea. Siempre quise conducir vehículos de gran porte. Aprendí a conducir cuando tenía 10 años con el vehículo con tracción integral que tenía mi padre, aunque fue mi madre quien me enseñó a conducir.
Un día, mi hijo se enteró de una convocatoria del municipio para mujeres que desearan apuntarse en línea para una selección de conductoras de autobús. Aunque la convocatoria me interesó mucho, debía obtener una licencia especial para transporte público, un proceso que es 10 veces más dificultoso que el exigido para un licencia común. Al principio, mis compañeros estaban desconcertados. Comenzaron a rumorear entre ellos que tendría un accidente o que abandonaría en seguida. Pero después de un tiempo, se convencieron de que soy buena en lo que hago.
Éste es un trabajo muy exigente. Trabajamos muchas horas y tenemos sólo un día libre por semana. Para mis colegas varones, su trabajo termina aquí y al volver a casa, ellos descansan. Sin embargo, cuando yo vuelvo a casa, me lavo las manos y voy directamente a la cocina. Siento que descanso más en el autobús cuando conduzco.
Me apasiona lo que hago; sin esa pasión hubiera sido imposible hacer este trabajo. Mi única regla en la vida es persistir en lo que comienzo. No soy de las que abandonan, y seguiré haciendo este trabajo todo el tiempo que pueda”.
Pelin Aslantaş, de 43 años, es la única mujer conductora de autobús en la ciudad de Edirne, en el noroeste de Turquía, donde ONU Mujeres impartió una capacitación en presupuestos sensibles al género al municipio para que cuando se planifique el presupuesto, éste dé respuesta a las necesidades de todas las personas, tanto las de los hombres, como las de las mujeres. El trabajo de Pelin coincide con el espíritu de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El ODS 8 promueve un crecimiento económico, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos y todas; el ODS 11 se enfoca en lograr ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, incluso, entre otras cosas, a través de la expansión del transporte público, con especial atención a las necesidades de las mujeres.
Nota publicada en ONU Mujeres, reproducida en PCNPost con autorización
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SOURCE: ONU Mujeres
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