Por: Pedro Medina.

Yo creo en Colombia.

Imagínese una ciudad de 10 millones de personas conectando con un pueblo de 10,000 personas, separados por una gran montaña pero a sólo una hora de distancia, donde los citadinos comparten lo que no usan, lo que les tienen las mentes y los closets congestionados, con campesinos, mano a mano a cambio de los productos del sudor de la frente y de la espalda del campesino, logrando dignificar el campesino, sin paternalismo, sin asistencialismo, sin sumisión, y sin alcohol y sin dinero. Eso es el Festival del Trueque en Choachi.

¿Cuál es la magia de Choachi?

Me preguntaba recientemente alguien en Bogotá sobre el maravilloso pueblo en el que nacieron mis dos primeros nietos, Y en el que yo decidí hacer el resto de mi vida. Choachi es un cuenco rodeado de tres páramos, un lugar tranquilo donde muchos dejan las puertas abiertas, donde la gente camina por la vía principal del pueblo, y nadie pita. Si alguien pita uno sabe que es de Bogotá.

En Choachí, como le decía yo a este amigo bogotano, no hay riqueza extrema ni pobreza extrema. Todas las tumbas en el cementerio son del mismo tamaño, y los niños y jóvenes van todos al colegio público.

The Carnaval del Maíz, del Trueque y del Perdón in Choachí. Foto tomada de www.thebogotapost.com

El pueblo tiene una historia importante. Su ancestro indígena es poderoso. El único indígena que firmó la declaración de independencia es Ignacio Pescador, de Choachi. De hecho Choachí según la información en la gobernación de Cundinamarca es el pueblo que más personas mandó el día del grito de la independencia.

A diferencia de los demás pueblos que rodean Bogotá, Choachí es el único que no tiene muros, que no tiene Tapias. Mucho ciudadano de Bogotá no acostumbra comprar finca en alguno de los municipios alrededor de la ciudad, y lo primero que hacen es construir un muro y un sistema de alarma y vigilante y cámaras. Eso no se acostumbra en Choachi.

De hecho los bogotanos que nos vamos a vivir a Choachí en una gran mayoría trabajamos por causas del pueblo, nos unimos a iniciativas, lideramos proyectos, somos parte de la solución.

Un ejemplo de esto es el trueque urbano rural que se ha realizado durante los últimos nueve años. En su última versión, 1380 personas de Bogotá y de Choachí intercambiaron bienes, productos, conocimiento y talentos. El próximo trueque será el domingo agosto 12 en el parque principal.

Pienso que Choachí va a ser reconocido cada vez más como un modelo de autodeterminación, de unión de ciudad y campo, y de empoderamiento.

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