El manual de estilo del fútbol paraguayo está más vigente que nunca con Ramón Díaz: pelota arriba, derroche físico y mucha voluntad. La albirroja despachó a Brasil de la Copa América de Chile-2015 y llega envalentonada para el segundo round con Argentina, ahora en semifinales.
Como lo hizo en la primera fase frente a la albiceleste (2-2) y el campeón defensor Uruguay (1-1), Paraguay en ningún momento bajó la guardia ante Brasil, se mantuvo de pie en la primera mitad, recibió el golpe que significó el gol de Robinho a los 15 minutos, lo asimiló, tomó aire y siguió luchando.
La primera parte fue entera de Brasil. Paraguay apenas se adueñaba de la pelota pero en zonas de poco compromiso para los de Dunga, sin ofrecer peligro en el arco de Jefferson y sin mayor sorpresa para intentar equilibrar el juego.
Eso sí, coraje nunca le faltó, porque corrió, luchó, presionó, pero esos argumentos no estaban provocando fisuras en un Brasil que tenía la posesión de la pelota y el control del campo.
“Lo que nos hace grandes a los paraguayos es eso: un paraguayo nunca se rinde”, resumió con sencillez el delantero Nelson Haedo Valdez (Eintracht Francfort) aquella premisa básica del fútbol paraguayo: ‘la actitud no se negocia’.
Haedo hacía referencia al coraje guaraní para encarar la segunda etapa, donde los hombres de Ramón Díaz coparon cada rincón del césped del estadio Esther Roa para presionar y quitarle la pelota a los brasileños, logrando equiparar las acciones hasta convertir en figura al propio Jefferson.
“Los partidos son de 90 ó 93 minutos, lo que sea. Somos 11 contra 11 y al final, con huevos, llegamos al empate”, dijo, por su parte, el ariete Raúl Bobadilla (Augsburgo, Alemania).
Paraguay, corazón valiente:
A Paraguay se le podrá criticar desde lo futbolístico, como que no ofrece un gran espectáculo con la pelota o su actitud en el campo es la cautela por encima de tomar el control del juego, pero nunca se dejará de hablar de su ‘corazón valiente’.
“Pasamos rivales como Argentina, Uruguay, Brasil y ninguno nos pudo ganar. Hay que tener mucho respeto por este equipo (por Paraguay), cómo lo hace, cómo juega, la entrega que tiene, se han dado pasos muy importantes hacia el futuro”, destacó ‘el Pelado’ Ramón Díaz, al frente del combinado desde diciembre pasado y culpable del ‘nuevo Paraguay’.
Frente a Argentina, Paraguay remontó un 2-0 hasta conseguir el 2-2, en un partido que dominaba a placer el combo de Lionel Messi. Ante Uruguay sucedió lo mismo, comenzó perdiendo 1-0, pero le metió garra al compromiso hasta firmar la igualdad 1-1.
Brasil en los cuartos suponía una amenaza igual de temible, pero Paraguay supo esperar, y como aquellos buenos boxeadores recibió los golpes pero siempre encontró un extra de oxígeno para seguir en la lucha y lanzar los puños. “No tenemos límite”, comentó el ’10’ Derlis González, autor del empate de penal a los 71 minutos y héroe del equipo al convertir el último lanzamiento en la definión desde el punto blanco para el 4-3.
“La consigna de jugar con mucha intensidad y ser agresivos era algo que nos estaba faltando”, aseguró el experimentado goleador y capitán albirrojo, Roque Santa Cruz.
Argentina aparece de nuevo en el camino de Paraguay. La albirroja conoce el libreto de memoria, la albiceleste ya supo lo difícil que fue el primer round, ahora el segundo, por el pase a la final del próximo domingo en Santiago, será a otro precio. (AFP)
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