Papa Francisco: ¿diplomático o provocador?

Archivo. Papa Francisco, Mayo 21, 2015 en el  Vaticano.   AFP PHOTO / VINCENZO PINTO

Archivo. Papa Francisco, Mayo 21, 2015 en el Vaticano. AFP PHOTO / VINCENZO PINTO


¿Es diplomático el papa argentino Francisco? Si bien muchos consideran que la curtida diplomacia vaticana se ha revitalizado en los últimos años, algunos se interrogan sobre gestos y declaraciones del pontífice latinoamericano, que voluntaria o involuntariamente, han resultado provocadores.

La semana pasada, cuando Francisco le regaló una medalla pontificia con un ángel tallado al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, lo trató como a un “ángel de paz”, durante una reunión en el Vaticano. La frase irritó a Israel, generó polémica, pero también obliga al presidente palestino a mantener sus promesas pacificadoras.

El Vaticano explicó luego que “ángel” en griego significa también “mensajero”, como lo son las criaturas aladas que llevaban noticias de Dios para los humanos y aclaró que no se trató de un elogio banal e improvisado, sino de una invitación para que Abbas se comprometa aún más por la paz.

En 2014, Francisco “cometió” otro gesto diplomático fuerte durante su viaje a Israel, al orar fuera de programa ante el muro de separación con los territorios ocupados. Un fuera de programa que también molestó a las autoridades del país.

Un lenguaje sin pelos en la lengua:

Tachar la masacre de los armenios entre 1915 y 1916 de “primer genocidio del siglo XX”, también generó reacciones en abril de este año. Turquía protestó oficialmente y hasta convocó a su embajador ante el Vaticano, una crisis casi sin precedentes en el pontificado de Francisco.

Convencido de que la verdad es la mejor arma para la reconciliación, el argentino Francisco no tiene pelos en la lengua para decir lo que piensa desde que llegó al trono de Pedro en 2013.

En septiembre de ese año envió una carta a los líderes del G20 para que evitaran atacar el régimen de Bashar al-Assad en Siria al temer que se desencadenara una guerra impredecible y convocó una jornada mundial de oración y ayuno, la primera con esas características.

Algunos observadores estiman ahora que fue un error parar la intervención militar propuesta por Estados Unidos y Francia ante el uso de armas químicas contra los civiles, y creen que con ella se hubiera podido impedir la peligrosa ofensiva actual del grupo Estado Islámico (EI).

En Ucrania, ante la guerra entre las fuerzas militares del gobierno de Ucrania y los separatistas prorrusos apoyados por Moscú, el papa denunció “la guerra entre cristianos”, lo que resultó limitado, ya que no condenó la política rusa del presidente, Vladimir Putin.

Desliz con México:

Un correo personal con una organización no gubernamental argentina se convirtió en febrero en un problema diplomático con México. El haber expresado su deseo de “evitar la mexicanización” de Argentina, ante el aumento del narcotráfico y su violencia en un correo electrónico generó fricciones con uno de países más católicos del mundo.

Una preocupación legítima para todo latinoamericano, que fue rápidamente zanjada entre las partes. “El Papa no quiso herir a ese país, sino destacar la gravedad del fenómeno del narcotráfico que aflige a México y a otros países de Latinoamérica”, explicó el portavoz del papa, Federico Lombardi.

Actos voluntarios:

“Usa voluntariamente el lenguaje oficial y la jerga popular para pasar su mensaje, para correr los límites”, sostiene a la AFP el vaticanista Marco Politi, biógrafo del papa.

Francisco también se ha referido al “terrorismo blanco”, a las víctimas en Oriente Medio de las “persecuciones con guantes blancos”, al denunciar indirectamente a Estados, empresas y fabricantes de armas con grandes intereses en la industria de la guerra.

Su mayor e indiscutible logro diplomático, “sin tacha alguna”, ha sido la reconciliación entre Estados Unidos y Cuba, aunque en realidad se trató de un paciente trabajo diplomático iniciado hace 30 años por el pontífice Juan Pablo II.

El proceso de deshielo de Cuba con Estados Unidos, tras más de medio siglo de enfrentamientos, se concluyó con la visita del presidente cubano Raúl Castro al pontífice en el Vaticano, durante la cual tuvo elogios que superaron el marco protocolar por su papel de mediador. (AFP)


 

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