Países del Caribe: el desafío de unirse para no desaparecer en el mar

Amenazados como pocos por el aumento del nivel del mar y eventos naturales cada vez más frecuentes, los países caribeños deberán unir esfuerzos para sobrevivir al cambio climático, según proclamaron este sábado durante una cumbre en La Habana.

Además de huracanes e inundaciones, la región caribeña enfrenta “la amenaza real de la desaparición de sus territorios por el aumento del nivel de las aguas”, según el colombiano Alfonso Múnera, secretario general saliente de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).

Múnera señaló que “semejantes desafíos solo podrán ser enfrentados con éxito si actuamos unidos. Parece una verdad de Perogrullo y sin embargo cuán difícil es lograrlo”.

El calentamiento global vinculado con las malas prácticas del hombre ha elevado el nivel del mar y también hay evidencia que lo relaciona con la formación cada más frecuente de potentes huracanes.

Al mismo tiempo las playas del Caribe -una región que se prepara para la temporada ciclónica del Atlántico- enfrentan una invasión de las putrefactas algas sargazos y de peces león, un voraz depredador que rompe el ecosistema, lo que empieza a afectar al turismo, principal actividad económica de esas islas.

“La cooperación para la reducción del riesgo de desastres y la mitigación de sus efectos, constituye un imperativo inaplazable para nuestros gobiernos”, dijo el anfitrión cubano Raúl Castro al abrir la cita.

Conformada en 1994, la AEC reúne a 25 países -incluidos Colombia, México y Venezuela- en un foro de consulta, concertación y cooperación.

Después de París:

La reunión de La Habana tiene lugar seis meses después de que la comunidad internacional asumiera un histórico compromiso para enfrentar el cambio climático durante una cumbre en París. El acuerdo compromete a sus firmantes a limitar el aumento de la temperatura “bien por debajo de 2°C” y a “continuar sus esfuerzos” para limitar esta alza a 1,5°C.


acuerdo de París

AFP / FRANCOIS GUILLOT


El marco acordado en la capital francesa “es un importante punto de partida, pero debemos continuar trabajando para lograr que se cumpla y ampliar su alcance, siempre sobre la base de responsabilidades comunes pero diferenciadas”, puntualizó Castro.

La Declaración de La Habana, aprobada por la cumbre, “reconoce la alta vulnerabilidad de la región a los graves efectos del cambio climático, y sus negativas consecuencias” para el Caribe.

Asimismo, destaca el compromiso de los miembros de la Asociación de “reforzar la cooperación para implementar acciones para la reducción de la vulnerabilidad actual y futura ante el cambio climático”.

Los caribeños también aprobaron un nuevo plan de acción bienal para enfrentar conjuntamente esos desafíos, y desarrollar programas en las áreas de turismo, transporte, comercio, reducción de riesgos de desastres, ciencia y educación.

“No habrá para nosotros prosperidad sin acción colectiva”, dijo el presidente de Costa Rica, Guillermo Solís, quien celebró contar con un plan de acción “puntual” más concreto que el de otras regiones.

Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras, señaló que “nunca es tarde para reflexionar” sobre el hecho de que el Caribe es una de “las regiones más afectadas del planeta”.

Honduras, por ejemplo, fue afectado por 69 fenómenos climáticos entre 1993 y 2013, que dejaron pérdidas del 3,3% del Producto Interno Bruto, señaló.

Enfocada en los planes de acción contra el cambio climático, la cumbre de la AEC hizo un espacio para analizar la situación de Venezuela, acosada por la crisis económica y la lucha de poderes entre el gobierno de Nicolás Maduro y la mayoría parlamentaria opositora.  AFP


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