La Organización Mundial de la Salud celebró este miércoles los “avances sin precedentes” en la lucha contra 18 enfermedades tropicales desatendidas, entre ellas el dengue, que causan 170.000 muertos y millones de minusválidos cada año.
La agencia de Salud de la ONU, compañías farmacéuticas y grupos de la sociedad civil liderados por la Fundación Bill y Melinda Gates han librado una larga batalla para erradicar muchas de las enfermedades tropicales, muy tratables, pero que hasta hace poco no habían recibido mucha atención.
Dengue y dengue grave (OMS)
- El dengue es una infección vírica transmitida por mosquitos.
- La infección causas síntomas gripales y en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal llamado dengue grave.
- En las últimas décadas ha aumentado enormemente la incidencia de dengue en el mundo.
- Alrededor de la mitad de la población del mundo corre el riesgo de contraer esta enfermedad.
- El dengue se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas.
- En algunos países asiáticos y latinoamericanos el dengue grave es causa de enfermedad y muerte en los niños.
- No hay tratamiento específico del dengue ni del dengue grave, pero la detección oportuna y el acceso a la asistencia médica adecuada disminuyen las tasas de mortalidad por debajo del 1%.
- La prevención y el control del dengue dependen de las medidas eficaces de lucha antivectorial.
- Los organismos reguladores nacionales de varios países han registrado recientemente una vacuna contra el dengue con miras a su utilización en personas de entre 9 y 45 años que viven en zonas endémicas.
“Es realmente la historia de un maravilloso avance”, dijo Bill Gates, el multimillonario fundador de Microsoft en Ginebra. “Muchas piezas han encajado”, declaró coincidiendo con la publicación del último informe de la OMS sobre la lucha contra las enfermedades tropicales desatendidas (ETD).
En los últimos 10 años, millones de personas han salido de la minusvalía y la pobreza gracias a una de las colaboraciones globales más efectivas en la salud pública moderna: Margaret Chan, directora general de la OMS.
Un total de 1.600 millones de personas sufren enfermedades tropicales, entre ellas más de 500 millones de niños, pero el número se ha reducido desde el año 2010, cuando más de 2.000 millones de individuos padecían una de enfermedades tropicales, según la OMS.
El esfuerzo emprendido contra esas dolencias se intensificó en 2012, cuando los gobiernos y la industria farmacéutica firmaron la Declaración de Londres, en la que se comprometieron a dar recursos para ayudar a eliminar las ETD más comunes.
Desde entonces, las empresas han donado cientos de millones de dosis de tratamientos, permitiendo que 1.000 millones de personas obtengan una terapia para al menos una enfermedad, solamente en 2015.
Gates dijo a la prensa que, antes del acuerdo de Londres, no estaban “organizados como una comunidad global para resolver el problema”.
Se han dado grandes pasos para controlar algunas de las peores enfermedades, incluida la Dracunculiasis, producida por la lombriz de Guinea, que crece en el cuerpo de quienes consumen agua contaminada con pulgas acuáticas infectadas por este parásito.
El año pasado, apenas se registraron 25 casos de esta enfermedad en humanos, una drástica reducción en comparación con los 900.000 de 1989, cuando la dolencia era endémica en 21 países. La erradicación está “al alcance”, señaló la OMS. También se redujeron mucho los casos de tripanosomiasis africana, más conocida como enfermedad del sueño, transmitida por la mosca tse-tse. En 2015, solamente se registraron 2.804, una gran diferencia respecto a los 37.000 de 1999, indicó la OMS, que tiene el objetivo de eliminar totalmente esta patología de aquí a 2030.
Aunque se han logrado muchos progresos contra las ETD, la OMS advirtió que los avances podrían estancarse si no se afrontan problemas más amplios relacionados con la pobreza.
La OMS calcula que 2.400 millones de personas no disponen de instalaciones sanitarias como retretes, por ejemplo, mientras que casi 2.000 millones beben agua contaminada con materias fecales. AFP
Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora