Obama llega a Panamá para su histórico encuentro con Castro

El presidente estadounidense, Barack Obama, llega este jueves a Panamá para un histórico encuentro con su par cubano, Raúl Castro, durante la Cumbre de las Américas que por primera vez acoge a todos los países del hemisferio.

Aunque todavía no hay nada anunciado, Obama y Castro también podrían acordar -durante el foro de este viernes y sábado- una reunión bilateral para hablar sobre el proceso de normalización de relaciones que iniciaron hace casi cuatro meses.

Incluso, Estados Unidos podría dar un golpe diplomático y recomendar la retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.

Este jueves también llega a Panamá el secretario de Estado, John Kerry, quien posiblemente se reúna con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, según fuentes de la Casa Blanca. Un funcionario del departamento de Estado, aseguró que “pronto” Cuba quedará fuera de la lista, que completan Sudán, Irán y Siria. “La presencia de Cuba en la lista es vista desde Cuba como un insulto infundado y una mentira”, por lo que un anuncio en ese sentido tendrá un “efecto positivo sobre la relación bilateral en general”, afirmó el analista cubano Arturo López-Levy, del Centro de Estudios Globales de la Universidad de Nueva York.

Los expertos aseguran que la salida sería sobre todo “un gesto simbólico” en las negociaciones. Aún quedan asuntos muy espinosos por resolver como la reapertura de embajadas en Washington y La Habana y el embargo que desde 1962 ahoga a la economía cubana.

La foto que saldrá de la cumbre, la de un presidente estadounidense y uno cubano juntos, dará la vuelta al mundo. La única y última vez que Obama y Castro se vieron las caras fue cuando coincidieron en los funerales de Nelson Mandela en Sudáfrica en 2013.

Esta es además la primera vez que Cuba tendrá una silla en este foro hemisférico -creado en 1994- bajo la égida de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que estuvo excluida entre 1962 y 2009.

Venezuela, el invitado incómodo:

Obama ya avisó que vendrá a la Cumbre con “un mensaje de diálogo”, tras destrabar la enemistad con Cuba e incluso firmar un acuerdo nuclear con Irán.

Pero deberá responder ante muchos países latinoamericanos, indignados por su decisión de declarar a Venezuela, principal benefactor económico de Cuba, como una “amenaza inusual y extraordinaria” para Estados Unidos.

En víspera del inicio de la Cumbre, el presidente Nicolás Maduro encabezará un acto en Caracas en el que recibirá 10 millones de firmas que pretende entregar a Obama para exigirle que derogue el decreto.

Tanto Caracas como Washinington han bajado las tensiones. El gobierno de Estados Unidos reconoció en estos días que no cree que Venezuela sea realmente una amenaza, en tanto que Maduro dijo estar dispuesto “al diálogo”.

Los expertos descartan no obstante que la tensión entre Venezuela y Estados Unidos afecte las negociaciones en curso hacia el restablecimiento de relaciones. “Cuba no debe perder su brújula. La cumbre debe ser su momento para potenciar un mundo amistoso a las reformas y aperturas que tienen curso en la isla”, afirmó López-Levy.

Raúl Castro es pragmático y consciente de la crisis política y económica en Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo. Pero la dependencia de Cuba con ese país ha bajado (de 100.000 barriles de petróleo al día en 2013 pasó a 80.000 en 2014).

Para Obama la dependencia del Caribe con Venezuela tampoco pasa inadvertida y llega a Panamá tras reforzar en Jamaica este jueves la cooperación energética con esa zona. Los recortes de suministro de petróleo venezolano a los países caribeños se estiman entre 10% y 30%.

No todas son celebraciones:

Las relaciones entre Cuba y Venezuela con Estados Unidos tensan también las calles en Panamá. Opositores y seguidores de los gobiernos de La Habana y Caracas han protazonizado empujones y acusaciones mutuas en pequeños mitines, protestas y foros paralelos a la Cumbre.

El departamento de Estado condenó el uso de la violencia contra “los pacíficos manifestantes”.

Más de 3.000 activistas de organizaciones sociales participarán este jueves en la llamada Cumbre de los pueblos para manifestar su apoyo a Cuba en las negociaciones con Estados Unidos y exigir a Obama que retire la medida contra Venezuela.

El reforzamiento de la seguridad en Panamá es notorio. Un portaviones estadounidense permanece anclado en la Bahía de Panamá y el Centro de Convenciones de Atlapa, sede de la cita, está acordonado por cientos de policías. (AFP)


 

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