La Tierra estuvo sometida en 2016 por tercer año consecutivo a las temperaturas más sofocantes desde que existen registros, dijeron el miércoles científicos de Estados Unidos.
La temperatura global fue 0,94° centígrados superior a la media del siglo XX, y 0,04°C más alta que en 2015, cuando ya había registrado un récord, precisó la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Tomando el promedio mundial de temperaturas de la tierra y el mar en todo el año, de 13,9°C, la NOAA encontró que el dato en “2016 fue el más alto desde que se tienen registros en 1880”.
Septiembre de 2016 había marcado el fin de los récords mensuales consecutivos de calor registrados durante seis meses.
Un análisis por separado de la agencia espacial de Estados Unidos, Nasa, también encontró que 2016 fue el año más caliente en 136 años.
Y en Ginebra, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) determinó este miércoles que la temperatura durante 2016 fue 1,1°C por encima del promedio de la era preindustrial. El año “2016 fue un año extremo para el clima mundial y aparece como el más caluroso jamás registrado”, dijo Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
Desde el principio del siglo XX, el planeta registró cinco años de calor récord: en 2005, 2010, 2014, 2015 y 2016.
Incluso si no se toma en cuenta el calentamiento debido a la influencia de El Niño, 2016 sigue siendo el año más caluroso de la historia moderna: profesor de Piers Forster, director del Centro Internacional Priestley para el Clima de la Universidad de Leeds, en Reino Unido.
2017 debería ser menos caluroso
De acuerdo con Forster, “2017 será probablemente menos caliente, pero calculo que todavía habrán nuevos registros de aumento del termómetro en el planeta durante algunos años”.
En lo que respecta a diciembre de 2016, la temperatura de la superficie de la tierra y los océanos se encuentra 0,79°C por encima de la media del siglo XX. El mes pasado fue también el tercer diciembre más caluroso en los anales después de 2014 y 2015.
Los termómetros marcaron niveles sin precedentes en particular en el este de Rusia, el extremo oeste de Canadá, parte del este de Estados Unidos, la mayor parte de América Central y el norte de América del Sur, así como en África Occidental, partes de Asia del Sur y regiones de Australia, en particular a lo largo de la costa norte y oriental.
Alaska experimentó su año más caliente desde que comenzaron los registros en ese estado estadounidense, en 1925.
La temperatura en la superficie de los océanos en 2016 se situó 0,75°C por encima de la media del siglo XX, lo que la convirtió en la más alta del período 1880-2016. Sin embargo, superó el récord anterior establecido en 2015 en solo 0,01°C.
El derretimiento del hielo ártico
Las temperaturas en los mares y océanos fueron particularmente altas el año pasado en el norte del Pacífico cerca de Alaska, en el mar de Bering, partes del centro-oeste del océano Atlántico y el este del Índico.
Los récords de frío fueron solo medidos en las aguas del este del estrecho de Drake, cerca de la Península Antártica, donde las temperaturas son mucho más bajas que la media desde finales de 2013.
El derretimiento del casquete ártico continuó en 2016: el promedio de hielo flotante en el océano fue de cerca de 10,1 millones de kilómetros cuadrados, el área más pequeña desde el comienzo de las observaciones por satélite en 1979, según el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve.
El Ártico experimentó en 2016 sus 12 meses más cálidos desde el inicio de las mediciones de temperatura en la región en 1900, causando no sólo un derretimiento sin precedentes de la banquisa, sino también el retraso de la nueva formación del hielo en el otoño.
En cuanto a la Antártida, la superficie anual promedio del hielo sobre el océano fue la segunda más pequeña de la historia, con 11,1 millones de km2, y se redujo a niveles sin precedentes en noviembre y diciembre. AFP
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