Por: Andrés Quintero.
El PIB del país se expandió en el 2014 en 4.6%, lo cual es una muy buena noticia, sobre todo en el contexto suramericano. Sólo Bolivia creció más que nosotros con 5.5%.
Este buen crecimiento fue jalonado por una atípica expansión de 5.4% durante el primer semestre, debido en gran parte, según Fedesarrollo, a la inversión extranjera, las inmensas cantidades de dineros que circularon durante las elecciones y el fortalecimiento del consumo doméstico (el mundial de fútbol no fue ajeno a este último).
Sabemos que en cuanto a las elecciones la mayoría de este dinero fue aportado por el mismo Gobierno y su Unidad Nacional, no sólo a través de mermelada, sino también a través de subsidios. A modo de ejemplo, en enero de 2014, el Ejecutivo firmó más de 80 mil contratos con entidades del Estado, cuando en enero 2013 el Gobierno sólo había firmado 924 contratos. Un rotundo incremento que ilustra la magnitud del intervencionismo gubernamental en estas elecciones. No sorprende por tanto que, según la Contraloría, el Estado haya gastado 2.3 billones de pesos sólo en publicidad.
A pesar de este alto crecimiento de la economía, el Gobierno tuvo que inventarse otra reforma tributaria para tapar sus derroches (12.5 billones de pesos).
Preocupa que el crecimiento del último trimestre de 2014 fue apenas de 3.5%, pese a que hubo la mejor racha de ventas de café colombiano de las últimas décadas debido a un favorable precio internacional y un leve repunte de la producción.
El año 2015 marcará la desaceleración de la economía nacional tras periodos de bonanzas desaprovechados. Los futuros resultados de 2015 se salvarán en gran parte por las elecciones locales de octubre, el gasto en la construcción y la apreciación del dólar. Este último fenómeno debería naturalmente incentivar las exportaciones, aunque según las últimas cifras de enero éstas se derrumbaron en 40.2% con relación al mismo mes del año pasado, disminución que no se había visto desde el año 1985.
No es normal que el Ministro de Haciendo en entrevista con el periódico El Tiempo (edición del 17 de marzo de 2015) ande de pastorcito mentiroso afirmando que “en ningún momento se habla de una caída de la inversión extranjera en lo que va corrido del año”. Los datos de Valor Futuro contradicen notoriamente estas aserciones: la inversión extranjera directa (IED) en Colombia cayó 6.69% en lo corrido del año acumulando USD 2,399.4 millones, cuando durante el mismo periodo de 2014 sumaba USD 2.571,5 millones.
El mismo Ministro asevera que los ingresos petroleros se reducirán en 14.5 billones de pesos para el 2015. Monto que podría perfectamente elevarse si la producción de petróleo cae por debajo del millón de barril (el gremio petrolero dice que caerá en 20%) y si el precio del petróleo sigue cerca de los 40 dólares. Lo cual augura otra reforma tributaria que aumentará el IVA, para el placer de las clases bajas y medias, lo cual irremediablemente hará ampliar la evasión fiscal y, por tanto, estrechar proporcionalmente los ingresos fiscales.
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