La Nobel de la Paz estadounidense Jody Williams consideró este domingo “una locura” pensar en la cárcel para todos los guerrilleros en Colombia tras un eventual acuerdo para poner fin a más de 50 años de conflicto armado.
En vísperas del reinicio de los diálogos que avanzan desde hace dos años en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), Williams participó en un coloquio con el jefe negociador del gobierno colombiano, Humberto de la Calle, en el marco del Hay Festival Cartagena. “Es una locura completa creer que van a poder poner a todos en la cárcel”, dijo Williams, premio Nobel en 1997 por lograr la firma de la Convención de Ottawa contra las minas antipersonales.
Con la ironía que la caracteriza, la activista agregó: “Pueden poner a todos los combatientes -FARC, paramilitares, militares y narcotraficantes- en la cárcel, pero ¿quién más va a andar en la calle en Colombia?”.
El conflicto armado colombiano, el más antiguo del continente y que ha dejado unos 220.000 muertos y más de 5,3 millones de desplazados, según datos oficiales, ha involucrado a guerrillas de izquierda, milicias irregulares de derecha, agentes del Estado y bandas narcotraficantes.
El tema de la justicia transicional, que la mesa de La Habana tiene pendiente de abordar, es uno de los más espinosos de la negociación con las FARC, principal guerrilla del país con unos 8.000 combatientes. “Cómo conciliar la satisfacción de los derechos de las víctimas con la paz. Ese es el gran reto”, dijo el presidente Juan Manuel Santos el sábado en el departamento de Cauca (suroeste).
El mandatario afirmó que el gobierno entiende la posición de las FARC de que no negociará la paz para ir a la cárcel, pero el país no puede “hacer borrón y cuenta nueva” porque debe velar por “los derechos de las víctimas, los derechos a la verdad, los derechos a la reparación, los derechos a la justicia”.
De la Calle recalcó que el fin del conflicto debe incluir a todos los actores involucrados porque “todos son responsables” y volvió a reiterar que en un acuerdo final “no habrá impunidad”. La cuestión es cómo lograr “una solución satisfactoria para los colombianos en medio de estándares internacionales rigurosos, pero no hasta el punto de que esos estándares terminen posibilitando nuevas violaciones (a los derechos humanos) y víctimas futuras”, dijo.
Colombia es firmante del Estatuto de Roma que permite que la Corte Penal Internacional (CPI) juzgue los crímenes de guerra cometidos en el país, en caso de que el Estado no los sancione.
Por eso, De la Calle insistió en que en las negociaciones se ha hablado de “la imposibilidad de suspender totalmente las penas”, por lo que aboga por una “categorización” de las mismas. (AFP)
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