Por: Francisco Manrique.
Este domingo se tendrán elecciones regionales en todo el país. Todas son importantes, pero la elección para la Alcaldía de Bogotá tiene especial importancia por varias razones. Unas de tipo político con miras a la contienda por la Presidente en el 2018, pero otras aún más importantes para quienes vivimos en Bogotá. Las administraciones en los últimos 12 años no han estado a la altura de los retos, y cuatro años más de falta de gestión y liderazgo, no los resiste nuestra capital.
Hace cuatro años, escribí un blog en semana.com, cuya pertinencia actual me obliga a a utilizar algunas de las reflexiones que hiciera en ese entonces. Fue un aporte que hiciéramos en 1998 con un grupo de empresarios de esa época, cuando Moreno de Caro le disputaba a Peñalosa la Alcaldía de Bogotá. Afortunadamente en ese momento, la comunidad supo elegir y nos evitó tener otro Moreno destruyendo a la ciudad.
Uno de los dilemas de la democracia contemporánea, consiste conciliar el libre juego de el proceso electoral, donde cualquier persona puede aspirar a ser elegida en cargos de responsabilidad, con la necesidad de contar con las personas mas capaces en términos de visión, actitudes y formas de pensar, competencias y experiencia. Este tema se vuelve especialmente crítico cuando se trata de elegir al Alcalde de una ciudad tan compleja como Bogotá.
El costo que se paga es monumental cuando los votantes se equivocan, como pasó con la elección de Moreno hace ocho años, y posteriormente de Petro su sucesor. Hoy tenemos a una ciudad postrada y con muchos problemas graves que se han venido saliendo de madre por falta de una buena gestión. Para citar sólo dos de los que salen de primeros en las encuestas: una infraestructura vial colapsada y en pésimo estado, y la inseguridad que es un clamor de la gente. Según la encuesta de percepción de Septiembre 30 de Bogotá Como Vamos, el 73% de los ciudadanos se encuentra insatisfecho con el rumbo que lleva la ciudad.
El resultado anterior no es sorprendente. Durante más de una década, Bogotá ha sido una urbe sin visión de futuro. Durante este periodo, también le ha faltado una gestión efectiva. Pero para rematar, ha sido sometida a un saqueo sin antecedentes en su historia, de manera muy visible cuando Moreno fue alcalde. El resultado ha sido la pérdida de un tiempo crítico para su desarrollo. Este es el legado de la izquierda cuyos efectos los sentiremos los ciudadanos por mucho tiempo.
Estoy seguro que la persona que sea elegida en esta oportunidad, se encontrará con una tarea monumental. Tendrá que invertir muchísimo esfuerzo en tratar de entender la magnitud del problema que le dejaron para poder corregir el rumbo y ejecutar su programa de gobierno. No me sorprendería que la tarea de limpiar la casa le consuma mucho mas de un año, porque difícilmente podrá construir sobre lo que recibió. Algunas iniciativas valiosas que deja Petro, necesitarán un enfoque de gestión mucho más profesional.
Pero también, deberá enrutar a Bogotá hacia un futuro donde sea una mega urbe ejemplo para el mundo. Esto implica liderar y no sólo gerenciar. Un doble reto que salió muy claro en la elaboración de los Escenarios para Bogotá. 34 personas, de diferentes y muy variados sectores de la ciudad, llegaron a la conclusión que el tema del liderazgo es crítico para el presente y futuro de la ciudad.
Para iniciar, si alguno los elegidos entre Pardo, Peñalosa o Santos, tendrá que seleccionar un nuevo equipo y cambiar a mucha gente. Si es López, tendrá que evitar rodearse con quienes esquilmaron a la ciudad. En cualquier caso, dadas las críticas a la gestión de Petro que se reflejan en sus resultados como Alcalde, difícilmente se podrá contar con el aprendizaje obtenido como si fue el caso de la era Mockus, Peñalosa, Mockus que transformó a Bogotá.
Enfrentar el reto de rescatar a Bogotá no es una tarea que se le pueda dejar a un principiante. Los accionistas de una empresa no le encargarían a cualquier persona la tarea de sacarla de una crisis profunda, porque el riesgo de equivocarse, sería llevarla a la quiebra. En el caso de la próxima elección, el peligro que se corre es que nuestra ciudad siga la misma suerte de Cali antes de Guerrero, donde los votantes se equivocaron de manera sistemática por muchos años y han tenido que pagar muy las consecuencias.
Cuando se necesita una persona con capacidad de un desempeño excepcional, lo primero que uno debería definir son las características de su perfil y su trayectoria profesional exitosa en situaciones similares. Sus logros son el resultado de unas creencias y una manera de pensar, unas capacidades demostradas, unos conocimientos pertinentes para los retos encontrados y una experiencia en temas similares.
Por las razones anteriores, se vuelve muy importante hacer la siguiente pregunta: ¿ Cuáles serían las características deseables del perfil de la persona que necesita Bogotá para sacarla del hueco en donde se encuentra?
Con el ánimo de contribuir a tener unos criterios mas claros para evaluar a los candidatos que hoy ya se han lanzado a la contienda por la Alcaldía de Bogotá, voy a proponer recordar el trabajo que hicimos un grupo de empresarios hace diez y ocho años para entrevistar en ese entonces, a quienes querían aspirar al segundo cargo más importante de Colombia . Es lo que razonablemente se debería hacer cuando se están buscando personas que asuman posiciones de alto nivel de responsabilidad, especialmente si la organización es muy compleja, como es el caso de Bogotá
Se que algunas personas creerán que estoy loco al pensar así porque se trata de políticos. Sin embargo, creo que es un ejercicio útil para votar de manera más consciente. Me resisto a aceptar que nos volvamos a equivocar y tengamos que pagar las consecuencias de una ciudad inviable hacia el futuro. Por lo tanto, invito a mis lectores a someter a cada uno de los candidatos a la evaluación que propongo en este blog, y a hacerse las preguntas pertinentes para llegar a su propias conclusiones.
Es una invitación a pensar antes de votar y a no dejarnos llevar por las primeras impresiones. Y les dejo la pregunta fundamental: si después de hacer el análisis propuesto, y si de usted dependiera la recomendación: ¿Cual sería su decisión para presentar a una Junta Directiva o a la Asamblea de Accionistas?.
La ciudad se encuentra como un paciente en un estado crítico. Lamentablemente los médicos que se eligieron en los últimos 12 años son los responsables de su pésimo estado de salud. La decisión de votar este domingo es muy importante: votamos por su recuperación o por enterrarla definitivamente. Por esta razón, los criterios que propongo a continuación, serían una buena guía para tomar una decisión tan trascendental. Y como mínimo, espero que estas ideas pongan al lector a pensar antes de votar.
Quiero hacer una distinción antes de entrar en materia. Evidentemente Bogotá ha carecido de una buena gestión. Administrar bien los recursos y lograr ejecutar los proyectos con altos estándares de excelencia, es un gran reto para quien aspire a llegar al más alto cargo de la ciudad.
Pero también, es necesario entender que Bogotá está incierta en un mundo que cambia a cada vez mayor velocidad. Para enfrentar este reto de cambio, se necesita un liderazgo capaz de movilizar a los ciudadanos hacia una visión que los convoque y haga de nuestra ciudad una urbe relevante en el contexto global. Un buen gerente no es necesariamente un buen líder y viceversa. Y recordemos que el tema tuvo mucha fuerza en los Escenarios 2025 para Bogotá.
El candidato que aspire a ser elegido como Alcalde de Bogotá para el periodo 2012 a 2016 debería cumplir con los siguientes criterios:
Visión de contexto: el contexto define y enmarca la realidad. Hoy vivimos un mundo, cambiante, cada vez mas complejo e interrelacionado lo que implica que el nuevo alcalde deberá tener una visión cosmopolita que le permita entender las nuevas condiciones, donde hay que posicionar a Bogotá, como una ciudad atractiva a nivel internacional. El desarrollo sostenible de nuestra capital dependerá de esta condición, que le permitirá al futuro alcalde liderar el cambio que se necesita.
Quien lidere el cambio que Bogotá deberá tener claro:
- El poder de una visión para orquestar el proceso de cambio de Bogotá hacia un modelo de ciudad mas competitiva, incluyente y de mejor calidad de vida.
- Que la capital debe de alinearse con los cambios globales que hoy afectan las mega urbes, y que sus decisiones deberán deberán tener muy en cuenta esta realidad.
Las creencias, valores y modelos mentales acorde con el reto de ocupar la segunda posición más importante del país: estas condiciones definen su manera de pensar y actuar, ya que son los filtros para interpretar la realidad. Tema totalmente relevante cuando se tienen que tomar decisiones difíciles para enfrentar los inmensos retos que enfrenta Bogotá.
Quien lidere el cambio que Bogotá debe de creer que:
- Bogotá necesita de un nuevo modelo de desarrollo, basado en propuestas innovadoras, donde la ciencia , la tecnología, la innovación y la educación jueguen un papel fundamental.
- Acelerar los avances sociales que ha tenido la ciudad, porque es fundamental para cerrar cada vez más la brecha de desigualdad, y para la sostenibilidad del futuro de Bogotá.
- La Capital de Colombia tiene la responsabilidad de ser el mejor ejemplo de una laboratorio de paz.
- Rodearse con personas mejores a el o a ella, que se atrevan a llevarle la contraria cuando sea necesario y decirle lo que no quiere oír, es fundamental para hacer un buen gobierno.
- No hay respuestas simples para los problemas complejos de la ciudad. Se necesita del concurso de muchas mentes para buscar las mejores soluciones.
- Lograr el compromiso a todos los habitantes es esencial para que sean parte de la transformación que necesita la ciudad. Reconoce que una persona sola, no puede enfrentar el inmenso reto que significa gobernar a Bogotá en la actualidad.
- Pedir el aporte que le pueden hacer otros sectores de la sociedad, y tender los puentes de confianza, para que las relaciones público privadas jueguen un papel relevante para adelantar su programa de gobierno.
- La transparencia en el manejo de los recursos públicos ya que estos son sagrados.
- Liderar es predicar con el ejemplo de la coherencia, la excelencia, la colaboración y la honestidad.
Capacidad: según el Diccionario de la Academia de la Lengua, es el resultado de tener las habilidades requeridas y la disposición a actuar. La persona es hábil si tiene la inteligencia y el conocimiento en una área determinada.
Quien lidere el cambio que Bogotá debe de contar con las siguientes capacidades
- Conseguir el respaldo popular inclusivo sin hacer populismo.
- Liderar procesos de cambio, entendiendo que Bogotá no sólo necesita una excelente gestión de sus recursos, sino hacer un cambio de modelo con visión de futuro global.
- No dilatar las decisiones difíciles e impopulares que haya que tomar.
- Ejecutar impecablemente su plan de gobierno, pero teniendo la flexibilidad de hacer los cambios de rumbo cuando las circunstancias a sí lo demanden.
- Control de sus subalternos y seguimiento a la ejecución de las prioridades de su administración.
- Movilizar muchas redes de colaboración y liderazgo, para desplegar los planes, programas y acciones, que van a ser necesarios para impulsar a la ciudad hacia adelante.
- Aprendizaje y escucha. Dos temas vitales para una buena gestión y para sintonizarse con los cambios en un mundo, y las expectativas de la gente, que se están moviendo demasiado rápido.
- Contrariar las expectativas de la gente, que buscan respuestas simples a los problemas complejos de la sociedad, sin asumir la responsabilidad que les compete.
- No dejarse manipular por los políticos locales, lo cual implica saber conciliar intereses divergentes sin sacrificar sus principios.
Conocimientos: un cargo complejo como ser el Alcalde o la Alcaldesa de la ciudad más grande de Colombia, necesita unos conocimientos mínimos para que pueda orquestar con propiedad la gestión de la ciudad, y poder liderar su cambio.
Quien lidere el cambio que Bogotá debe de contar con las siguientes conocimientos:
- Problemas prioritarios de la ciudad para darle foco dado los recursos y el tiempo limitado que tiene.
- Gestión pública para que pueda manejar la telaraña normativa y burocrática que tienden a impedir una buena gestión y los cambios requeridos.
- Manejo gerencial porque se van a necesitar equipos de alto desempeño para encantar los múltiples problemas y poder ejecutar los cambios.
Experiencia: llegar a aprender en un puesto tan complejo estaría sacrificado un tiempo muy valioso. La curva de aprendizaje de una nueva administración es de por sí muy compleja, pero lo es aún más cuando la persona no ha pasado por cargos de alta responsabilidad con problemas complejos.
Quien lidere el cambio que Bogotá debe de contar con un mínimo de experiencia:
- Experiencia gerencial porque está ha sido una gran debilidad de los alcaldes anteriores.
- Experiencia cívica porque va a necesitar convocar a mucha gente y lograr su credibilidad cuando tenga que tomar decisiones difíciles e impopulares.
Sé que no es fácil lograr encontrar un candidato que logre cumplir con todos los criterios anteriores. Sin embargo, el lector deberá escoger los que considere más relevantes, para tomar la mejor decisión para no perder su voto. Lo que sí estoy convencido, es que en el ejercicio de la política, como en el manejo de las empresas, las condiciones actuales y futuras, ponen unos mayores niveles de exigencia para quienes asumen posiciones claves de responsabilidad en la sociedad.
Post relacionado:
Escenarios Bogotá 2025, el diálogo que transforma la ciudad
Imagen del Slider página principal tomada de www.2025bogota.com.co
Debes loguearte para poder agregar comentarios ingresa ahora