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Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas es posible. Existen probadas soluciones para apoyar y empoderar a las sobrevivientes, y evitar la recurrencia de estas formas de violencia. Las leyes y las normativas son poderosas herramientas de castigo contra los agresores, además de ofrecer justicia y servicios, y terminar con la impunidad. Existen numerosas formas de resistir y prevenir las normas, las actitudes y los comportamientos violentos que perpetúan la violencia contra las mujeres. Para ello, todas las personas deben cumplir una función.
Aunque todas las mujeres, en todas partes del mundo, pueden sufrir violencia de género, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, ejemplo de ellas son las niñas y las mujeres más mayores, las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.
Empoderar:
Conozca las mejores historias que muestran lo que significa no dejar a nadie atrás en todo el mundo y de qué manera las personas están rompiendo el ciclo de la violencia contra las mujeres.
El día a día de la defensa de sobrevivientes en el tribunal islámico: Ayah al-Wakil está decidida a que ninguna mujer quede atrás
Ayah al-Wakil es abogada y trabaja en el Centro Palestino para los Derechos Humanos de la Franja de Gaza, donde se desempeña en el tribunal islámico. En Palestina, el tribunal islámico se ocupa de asuntos familiares tipificados en la Ley del Estatuto Personal relativos al matrimonio, el divorcio, la custodia de hijas e hijos y la herencia. Desde 2015 su rutina matutina ha consistido en acudir al tribunal islámico cada día para presentar demandas en nombre de sobrevivientes de la violencia. Dedica su vida a empoderar a las demás mujeres.
“Si estás en un lugar que te permite cambiar realmente la situación de las mujeres, ya no hay obstáculos que te detengan”, sostiene.
Aunque la agenda diaria de al-Wakil está completa con la preparación de documentos jurídicos y su presencia en el tribunal, siempre tiene tiempo para hablar con las mujeres que la necesitan. Faten Ashour* es una de las mujeres que visitan regularmente a al-Wakil, incluso después de haber conseguido el divorcio gracias a la ayuda de la abogada. Ya libre, tras 13 años de un matrimonio en el que sufrió maltrato, Ashour se prepara ahora para terminar la enseñanza secundaria.
“Estaba muy asustada y tensa antes de mi primera cita con Ayah”, recuerda Ashour, que tuvo que enfrentarse a diversos obstáculos en el tribunal antes de conocer a al-Wakil.
“Ayah era diferente del resto de personas que había conocido en el tribunal. Ella me escuchó y me respetó”, añadió.
La mujer que se reprimía y que callaba ante las injusticias ha desaparecido. Ahora Faten Ashour habla por sí misma e intenta alentar a otras mujeres, incluidas sus hermanas, a buscar ayuda cuando se encuentran en situaciones de maltrato.
Nota publicada en ONU Mujeres, reproducida en PCNPost con autorización
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SOURCE: ONU Mujeres
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