Por: Michaela Seelig.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, todos los años, mueren 1,25 millones de personas en accidentes de tránsito.
Brasil, que registra 23 muertes cada 100.000 habitantes por accidentes automovilísticos, está ubicado en el cuarto lugar de América detrás de Belice, República Dominicana y Venezuela. Aunque muchos de los accidentes que ocurren en el país afectan a peatones y se deben a un exceso de velocidad en áreas urbanas, otros ocurren en zonas rurales, donde las colisiones con la fauna silvestre pueden tener graves consecuencias para los conductores y los animales.
Una estrategia eficaz para reducir estas colisiones son los corredores ecológicos, una especie de paso subterráneo que les permite a los animales cruzar los caminos de alto tránsito sin riesgos. Las investigaciones han demostrado que estas estructuras pueden reducir en un 87% las colisiones con animales del tamaño de un ciervo. Considerando que mueren 475 millones de animales por año en las carreteras brasileñas, la búsqueda de una solución es una cuestión urgente.
Además de evitar la pérdida innecesaria de vidas, los corredores ecológicos presentan una serie de beneficios secundarios, ya que aseguran la conectividad del hábitat para los animales y reducen los costos relacionados con las reparaciones de vehículos, los servicios médicos, el remolque, la participación de las autoridades y la eliminación de los cuerpos de los animales muertos.
Sin ir más lejos, el mayor productor y exportador de papel de Brasil, Klabin S.A., está viviendo esta realidad. La empresa maneja sus propias plantaciones de pinos y eucaliptos y depende de las carreteras para la entrega y el abastecimiento de su negocio.
Desde que se fundó hace más de un siglo, Klabin construyó una sólida trayectoria en materia de desarrollo sostenible y conservación ambiental. Su parque ecológico ocupa más de 1000 hectáreas y alberga 50 especies, varias de las cuales están en peligro de extinción. Al trabajar con instituciones educativas en todo Brasil, Klabin impulsa activamente los esfuerzos de conservación y la investigación científica en las áreas en las que se desempeña.
Cuando la empresa comenzó a construir una planta de celulosa de última generación en el estado de Paraná, se vio ante el desafío de conectar sus plantaciones con la nueva planta. Hay un gran número de pumas, capibaras y otra fauna que cruza los caminos dentro del área del proyecto. Dada la trayectoria de Klabin, no resultó sorprendente que priorizara reducir al máximo su impacto en la biodiversidad.
La obra de construcción de la planta de celulosa recibió US$300 millones de financiamiento de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) en nombre del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Para abordar la cuestión de la seguridad en los caminos entre la nueva planta y las plantaciones de Klabin, la CII aprovechó US$400.000 en recursos adicionales obtenidos a través de la Global Environment Facility (GEF) para la construcción de pasos subterráneos para animales.
Los nuevos corredores les permiten a los animales cruzar los caminos de abastecimiento de la empresa, reducen los peligros del tránsito y mejoran la conectividad del hábitat de diferentes especies nativas. Los fondos de la GEF juegan un papel catalítico en la construcción de pasos bajo nivel que, se espera, tengan un efecto demostración frente a otras empresas de la industria.
En lo que respecta a Klabin, la empresa ya está percibiendo el retorno de su inversión. Desde la apertura de los pasos subterráneos en marzo de 2016, se encontraron huellas de armadillos, gatos monteses y una especie nativa de zorros en los corredores. Además de grabar los rastros de los animales, Klabin instaló cámaras trampa alrededor de los cuatro túneles y monitorea activamente sus caminos de abastecimiento para evitar las colisiones con animales.
Esto es bueno tanto para la vida silvestre como para la empresa, ya que busca mejorar la seguridad para los conductores y reducir los costos operativos que surgen de los accidentes.
Michaela Seelig es especialista en cambio climático y sostenibilidad en la Corporación Interamericana de Inversiones (CII).
Nota publicada en el blog “Negocios sostenibles” de la Corporación Interamericana de Inversiones-CII (Miembro del Grupo BID), reproducido en PCNPost con autorización.
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