Por: Paola Sosa.
Hoy en día puedo decir: he detectado lo que me sabotea mi vida. Un nivel de conciencia mayor, pudiendo apagar esos puntos que me hacen daño y no me permiten avanzar.
Encontré una cantidad de creencias que me limitaban a soñar, hacer y lograr. Sé en qué soy buena, qué me mueve… Entendí que la motivación para mi vida es indispensable y sobre todo conozco cómo generar en mi esa motivación.
Renuncié a mi trabajo asumiendo un riesgo que hoy me ha permitido vivir desde mi pasión. Me levanto motivada trabajando por mis propios sueños y gozándome lo que hago.
Lo que más me ha causado impacto en mi proceso, es darme cuenta que lo que creía desde hace 29 años que me llevaba a mi máximo punto, hoy es lo que más me limita. Me cuesta aceptar que guardé por tantos años un peso que no me permitía elevarme al nivel que sueño.
Hoy, justo hoy cuando cumplo 30, vivo consciente de algunos actos, no todos… Pero es ahí dónde está mi esencia. Bendito el día que el coaching llegó a mi vida.
El coaching evoluciona hacia una vida más profunda de la plenitud. No llena bolsillos ni armarios. Llena el corazón y el alma. Una vida llena, es una vida que valoro.
¿Qué valoro en mi vida?
- La pasión
- El riesgo
- La motivación
- El amor
- El compartir
- El crecer
- El crear
El coaching me preguntó: ¿Hay suficiente aventura, pasión, amor, crecimiento y creación? … Y fue ahí cuando todo cambió!
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